Los derechos reproductivos en cuestión.
En opinión de Aura Hernández
“No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.
Simone de Beauvoir.
De estar viva en 2022, Norma Mac Corvey la mujer cuyo caso llevó a la legalización del aborto en Estados Unidos hace casi 50 años, hubiera celebrado sin lugar a duda la filtración de un borrador de un supuesto fallo de la Corte Suprema de aquel país que plantea revertir el histórico fallo del cual fue protagonista.
Ya en los últimos años de su vida Mac Corvey luchó por que el máximo tribunal revocara el famoso y emblemático fallo Roe contra Wade, por considerarlo el peor error de su vida. A juzgar por la información filtrada, la mayoría de órgano máximo de justicia en su país coincide con ella.
Con el seudónimo de Jane Roe, la mujer soltera de 23 años que iba por su tercer embarazo, y con el argumento de que había sido violada, inició en Texas el litigio por el derecho a interrumpir su embarazo con el auxilio de dos abogadas de Dallas que llevaron el caso ante la Corte Suprema norteamericana.
La deliberación de la Corte dio como resultado una votación de siete votos a favor y dos en contra, basándose en el argumento de que el derecho de la mujer a poner fin a su embarazo era parte de la libertad de elección personal en asuntos familiares que está protegido por la Constitución.
Y aunque en su caso no se aplicó lo resuelto, pues su asunto se presentó en 1970 y su apelación fue resuelta por la Corte hasta 1973, este caso revolucionó la situación de los derechos reproductivos de las mujeres en Estados Unidos y moderó la oleada de legislaciones sumamente restrictivas que se cocinaban. Norma por su parte, llevó a término se embarazo y dio a luz una niña que fue dada en adopción.
La semana pasada, según la filtración del borrador que publicó el diario Político de Estados Unidos, el tribunal supremo norteamericano de mayoría conservadora sería favorable para anular la doctrina que desde hace casi 50 años consagra el derecho a la interrupción del embarazo no deseado, lo que pone nuevamente el tema del aborto en centro del debate político en ese país, pero, sobre todo muestra la fragilidad de los derechos adquiridos y frente a la oleada conservadora que sacude al mundo.
Aunque las filtraciones son comunes en la política, incluso en Estados Unidos, las filtraciones en la Corte Suprema han sido calificadas de extraordinarias, de manera tal que el presidente del máximo tribunal ordenó investigar para que se encuentre al autor de lo que consideran un abuso de confianza y una traición a la institución.
Este hecho representa una nueva revolución en los derechos reproductivas de las norteamericanas en virtud de que la mayoría de las mujeres norteamericanas en edad reproductiva ya nacieron con ese derecho adquirido.
Pero no se trata solo de una posible sentencia de la Corte Suprema en Estados Unidos, lo que permite vislumbrar también el borrador filtrado es el resultado de muchos años de luchas, incluso violentas, del movimiento antiabortista. Este asunto vuelve a ser paradigmático porque no solo atañe a la Corte suprema con mayoría conservadora, sino que se trata de una lucha sistemática relacionado con grupos de poder importantes en el mundo entero.
Esta no es solo una batalla solo de Estados Unidos, pues este movimiento que desafía a postulados que se consideran feministas y de las izquierdas, ha llegado a muchos países europeos como Polonia en donde se vivieron también luchas por los derechos civiles en general que eran también batallas por el reconocimiento de temas planteados por el feminismo.
Estados Unidos y la sentencia que al parecer se dará más adelante serán únicamente el espejo de esas batallas en donde las más afectadas serán las mujeres pobres quienes ni siquiera tienen el derecho al nacimiento de sus hijos en condiciones de dignidad mínimamente aceptables y que desgraciadamente en Latinoamérica y en México constituyen un doloroso lastre.