¿Qué nos queda?
En opinión de César Daniel Nájera
Se acabó la década. Bueno, en realidad termina con el 2020, pero por fines dramáticos, haré como si lo hubiera hecho este pasado 31. ¿Qué deja como herencia?
Vivimos en un mundo donde la gente pretende escapar del caos, a toda costa. Vende sus ideologías al resurgimiento de nacionalismos, no por identidad, sino por asegurar un poco de “suelo firme”, sin importar el crecimiento de la xenofobia. El populismo se abre paso y derroca a la originalidad, a la rebeldía, explotando esa desesperación tan característica de una sociedad destruida.
Sin embargo, a la par, los gobiernos viven engañados sin percatarse del nuevo emperador que rige desde las tinieblas. Porque no importa que tan comunista o socialista te creas, eres un súbdito del imperio del dinero. Los líderes ya no merodean en palacios, sino en fondos de inversión, y las promesas de un mundo completamente libre se quedaron en eso, en promesas.
Y qué decir en relación al planeta. Ligado a este sentimiento de que la única traducción de “éxito” es “amansamiento de capital”, todo se convierte justificable con tal de alcanzar ese fin; inclusive destruir tu hogar. Y aunque debo admitir que hay bastantes esfuerzos por revertir la situación ecológica y humanitaria, me pregunto si, como muchas de las “soluciones” en la historia de nuestra especie, han llegado algo tarde.
Me parece un eufemismo decir que la esperanza es lo último que muere. No sé si sea por miedo al muy existente caos que arrastra al universo, pero siempre habrá intentos de salvación antes del fin. Solo espero que le hagamos un poco de caso al budismo, y nos percatemos que si queremos empezar por alguna parte, debemos hacerlo en nuestras mentes.