Princesa azul

En opinión de Carlos Morales Cuevas

Princesa azul

Pisas fuerte mis dedos

aferrados al borde de la barca que hace agua;

y respiro,

contra todo pronóstico, aún respiro.

Esclavos del pasado

abandonamos el Edén

y emigramos rumbo al mundo;

blasfemos desopilantes,

¡Qué el Diablo nos agarre confesados!

Duermevelas bebiendo luz

frente a la faz de la noche;

no hemos pagado el alquiler del amor,

incordio en el corazón

con obstrucción en la voz

y falso contacto en los labios.

Hace mucho que ni tú ni yo caemos de pie,

la lucha es libre, nuestra guerra no.

El faro irradia y delata

la sangre que ha manchado tus tacones

mientras mis dedos resbalan

por la trastornada espuma del mar.