Observador político - Van por Morena en Morelos
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
En los próximos seis meses se tendrá que llevar a cabo la renovación de la dirigencia nacional del partido en el poder: Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) al que todavía preside Yeidckol Polevnsky. Y por esta razón, la reestructuración se tendrá que dar en automático en las 32 entidades federativas del país, entre ellos por supuesto Morelos. Por lo tanto, desde ahora va la disidencia morenista por el partido que en la entidad llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república.
LA LUCHA POR MORENA.- La lucha que se ha desatado por la dirigencia del partido en Morelos es apenas el inicio porque en los próximos días se irá intensificando de manera importante, en gran medida por el rechazo, desinterés y falta de credibilidad de docenas, quizá cientos de militantes que se quedaron chiflando en la loma al querer se candidatos a los diferentes cargos de elección popular, tras los acuerdos que hicieron previamente con Rabindranath Salazar Solorio y que, al haber sido desplazado de la inminente candidatura a la gubernatura de Morelos que tenía, todos aquellos simpatizantes y seguidores simplemente quedaron a la deriva. Lo peor, es que nadie, hasta la fecha, han tenido la delicadeza de intentar dialogar, pedir perdón o de plano una disculpa por todo el dinero, tiempo y esfuerzo que perdieron en su afán de ser abanderados a los cargos de elección. La frustración y el coraje siguen. Estos no disminuyeron sino por el contrario, se han estado incrementando conforme avanza el tiempo porque saben que los volverán a necesitar y ahí estarán para ahora sí, enfrentarlos como se merecen quienes los traicionaron.
Los meses han trascurrido y ahora se viene lo interesante para quienes dirigen al partido que gobierna México y una mínima parte de Morelos a pesar de que ganaron con 300 mil votos la gubernatura del estado. Hoy, los morenos, los oficiales, los institucionales, tienen acaso cinco alcaldías y cuatro diputaciones locales que son fieles al proyecto y quienes desde ahora, tratarán de mantenerse en el cargo que ostentan sin importar que su trabajo sea gris tirado a negro, para alcanzar la reelección de cara a los comicios del 2021.
LA TRAICIÓN.- Lo que muchos militantes no le perdonan a Rabindranath Salazar Solorio, es la traición en la que incurrió con quienes había pactado candidaturas. Muchos hoy están esperando a enfrentarlo y recordarle lo mucho que lo apreciaban y lo que hoy en día representan para ellos: Nada.
Primero, existe un malestar porque siempre se mostró taimado, sonso, porque en los momentos más importantes de la política jamás hizo nada, todos hablaban por él pero dejó que todos hablarán y actuarán por él dejando de lado a la gente que confió a muerte con él. Muchos se fueron al vació político porque hicieron campaña para hacer ganar a MORENA y sus candidatos y al final, no les tocó absolutamente nada. Esto parece no haberle importado a Rabín, quien de lo único que se preocupó es de que no le quitaran sus espacios que tenía, así como de proteger a sus familiares y amigos.
Muchos reprueban y rechazan que su hermano, Radames Salar Solorio se haya convertido en su sustituto en el Senado de la República, pese a que había muchos gallos para ese cargo, al final al igual que a su brother, sólo se preocupó el ex alcalde de Jiutepec por sus familiares y amigos, estos últimos a quienes colocó sobre todo, en las candidaturas del Congreso del Estado y en los municipios tanto en las alcaldías como en las regidurías. Pero hay cientos que están molestos por estos actos de gandallismo y traición en la que incurrió.
Hoy es inadmisible que pese a que MORENA logró obtener 300 mil votos en las elecciones padas, algo que fue inédito y que contribuyó a los triunfos contundentes de Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Blanco, en alianza Juntos Haremos Historia, es incomprensible que la gente que apoyó en campaña, que gastó tiempo, dinero y esfuerzo, hoy sigan esperando espacios dentro del gobierno porque jamás fueron tomados en cuenta derivado de los conflictos internos que tuvieron con el titular del poder Ejecutivo. Y es que, quienes hoy integran parte del gabinete del Blanco Bravo como Guillermo López Ruvalcaba y Margarita González Sarabia, son de la disidencia de MORENA y por tanto, no son considerados por la dirigencia de este instituto político como cuotas partidista del partido de Yeidckol Polevnsky. Hoy, muchos morenistas que se la jugaron siguen esperando una luz en el camino sin que se vea el menor resplandor posible y esto, los tiene irritados porque mientras ellos siguen en la banca, Redames cobra como como senador y los amigos de Rabín lo hacen como alcaldes, diputados y regidores, entre otros.
RAÚL IRRAGORRI MONTOYA.- El engaño de que fue objeto el empresario automotriz y fundador de MORENA por parte de Rabín y su banda, no se los perdonará así porque sí y por ello, salió ya a escena, exigiendo la salida inmediata de Gerardo Albarrán Cruz de la dirigencia de este partido y pidiendo auditoría para saber en qué y cómo se han gastado tantos millones este partido en la entidad. La lucha comenzó. Y es que, durante los últimos años sus dirigencias –con excepción de Miguel Lucía Espejo- han nadado de a muertito en la entidad en MORENA. Hoy, las cosas son totalmente diferentes ante una división y debilitamiento que se ha dado en este instituto político desde el momento en que Rabindranath Salazar Solorio incumplió los acuerdos que había hecho y dejó de lado, aquellos compromisos con tal de salvaguardar los personales. Fue egoísta y gandalla para beneficiar a los suyos dejando en la deriva a cientos, quizá miles de ciudadanos que confiaron en él y su grupo que al final de cuentas decidieron traicionarlos por acaparar los espacios de poder que hoy en día tienen.
Los errores de Rabindranath Salazar fueron muchos y estos se mantienen en la misma línea porque quien dirige los destinos de los morenistas en la entidad siguen sus indicaciones al pie de la letra. Por ello, los mismos errores que cometió el ahora director de Banco del Bienestar son los mismos que está realizando su hermano. De lo que se le criticó a Rabín durante el últimos sexenio fue que viajó por todas partes del mundo con presupuesto al erario sin estar presente físicamente en la entidad zapatista. Y cuando lo intentó, fue demasiado tarde. Ya le habían comido el mandado y al final, los resultados son evidentes.
Hoy, Radames Salazar Solorio es un desconocido no solo para los morelenses sino para los militantes de Movimiento de Regeneración Nacional, porque jamás se para en tierras morelenses. Su modos vivendi está en la Ciudad de México, sin importarle cumplir los acuerdos que su hermano hizo para que fuera candidato a gobernador y él al senado. Eso es lo que la militancia no les perdona, que se haya auto exiliado del Estado y solo sigan viviendo las mieles del placer que le provoca ser integrantes de la Cámara Alta del Congreso de la Unión. Lo cierto es que en noviembre se tiene que hacer el cambio de dirigencia y la disidencia que es mucha, impedirá que siga el grupo que controla al partido desde su fundación.
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