Observador político - Va SAPAC contra morosos

Se viene un estiaje tremendo en Morelos y particularmente en Cuernavaca, sin embargo, lo que provocará que varias colonias de la ciudad se vean afectados porque seguramente habrá desabasto del vital líquido y no porque no haya agua, sino porque las condiciones, infraestructura y problemas económicos será el principal motivo por el cual no habrá carestía del agua.

VAN CONTRA MOROSOS.- Por lo tanto, y pese a que muchos de los conflictos y falta de distribución de agua en diversos sectores de la población en los últimos años se debió particularmente al pésimo gobierno de la pasada administración, y ahora, pese a esa situación tal parece ahora se iniciarán acciones para presionar a la sociedad que tendrá la obligación y obligatoriedad de ponerse al corriente, en el caso de los morosos, porque de lo contrario se les aplicará todo el castigo al suspenderles el agua a quienes por diversas circunstancias no paguen en tiempo y forma sin importarles que muchos propietarios de tomas, se hayan quedado sin trabajo, sin dinero y sin posibilidades de atender en tiempo y forma con su obligación.

Obvio, en el SAPAC poco les importará que miles de usuarios que sí cumplen con sus obligaciones y contribuciones de pago constante y permanente muchas de las ocasiones no contaron con este beneficio, no tuvieron agua y se vieron en la necesidad de pagar servicios de pipas de agua ante la incapacidad de distribución del vital líquido por el SAPAC y otros tuvieron que salir a exigir en la calle los servicios que por Ley les corresponde.

A pesar de ello, el nuevo gobierno encabezado por José Luis Urióstegui Salgado ha sido claro y directo en el tema y por lo tanto, dejó en claro que ante los problemas financieras y adeudo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que ya sobrepasa los 300 millones de pesos, por lo tanto, para tratar de percibir y recabar más ingresos financieros se iniciarán acciones para que los más de 110 mil propietarios de tomas cumplan con sus obligaciones de pago, toda vez que al menos el 25 por ciento de estos han decidido no pagar el agua potable.

En Cuernavaca si hay agua lo que no tienen insisto, es la capacidad de distribuirla por todos los impedimentos de personal, infraestructura, fallas en los equipos de bombeo, deudas y escasez financiera para poder hacer frente a la demanda ciudadana, que se agudiza con los cortes de la empresa “de clase mundial”, que les ha estado cortando cada que se les ocurre el servicio de energía eléctrica en los diferentes de pozos de abastecimiento de agua.

De ahí que insisto, iniciará el Ayuntamiento a través del SAPAC una campaña de requerimiento de pago a quienes consumen y no están pagando por ello, siendo acreedores a recargos y hasta embargos desde el próximo mes de abril. Y es que, hay establecimientos, negocios y hasta instituciones gubernamentales que no pagan su servicio de agua, otros lo hacen de forma simbólica y muchos más se niegan hacer sus contribuciones por supuesto, afectando de manera directa al sistema operador del agua. Además de aquellos casos en los que siguen sin pagar los miles de personas que sí tienen agua de forma irregular y todo ello va en detrimento de las autoridades municipales de la capital.

DEUDAS MILLONARIAS AGOBIAN AL SAPAC.- Los mil millones de pesos que le fueron heredados por administraciones al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca, SAPAC, evidencian la corrupción que durante años se ha señalado pero que ninguna autoridad municipal o incluso, el propio Juan Salazar Núñez, titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, institución dotada de autonomía de gestión, técnica, de ejercicio y de aplicación del gasto público con competencia en Morelos han hecho algo para frenar el robo descarado de los recursos económicos que se han ido documentando como lo ha realizado el Centro de Investigación “Morelos Rinde Cuentas”.

Es inaudito, inverosímil  que se tengan ingresos por 17 millones de pesos y se gasten 18, algo irrisible pero cierto. De ahí que la sociedad que ha padecido en carne propia la corrupción, la complicidad y el nepotismo de las anteriores administraciones exige una investigación que no sea eterna cuyo objetivo debe ser el castigo penal y administrativo para que aquellos personajes que le han hecho tanto daño a la ciudadanía, haciéndose millonarios de la noche a la mañana, además de sancionar también se les debe de obligar a que regresen el recurso del monto que se les señale hayan incurrido en desfalcos o desvíos.

La gente está cansada, molesta, harta y exige no más complicidad como ha ocurrido de forma cíclica en los años anteriores, donde el alcalde en turno es vanagloriado y respetado pese a que haya incurrido en actos de deshonestidad, respaldado en todo momento por los integrantes de su cabildo. Por ello, la investigación debe de evidenciar algunos yerros que se puedan traducir en demandas de carácter penal, civil o mercantil con el objeto, insisto, de que no haya más impunidad y que los actuales regidores, hombres y mujeres hagan bien su trabajo para no verse involucrados en una situación similar o incluso de desprestigio.

Sin embargo, el tema en el SAPAC es delicado, preocupante, es irrisible que se tenga una deuda de mil millones de pesos y que no haya castigo para absolutamente nada. Se debe investigar el tema, en la administración pasada, pasaron varios directores del SAPAC que una vez que ya concluyeron con su periodo momentáneo por diversas circunstancias fueron asesinados. El tema es delicado y como tal se debe de analizar y actuar, no es algo sencillo y las autoridades actuales deberán de actuar con pies de plomo, amparados en la justicia y la honestidad para exigir resultados a esos desfalcos financieros para tratar de sanear un sistema quebrado y colapsado económicamente.

La falta de transparencia y la mala administración financiera fue el pan de cada día de los últimos tres años pero que igual, tiene al menos una decena de años los que han sido utilizados para saquear a ese órgano operador del agua.

Ojalá y los tiempos de los bloqueos de calles y avenidas en distintos puntos de la ciudad que se agudizaron el año pasado como una medida de presión para que se les dote del servicio, queden en el olvido y jamás regresen. Es tiempo de sanear las finanzas del sistema y de que la sociedad contribuya con sus pagos correspondientes y eliminar la cartera vencida para buscar soluciones viables y seguras para que ya no sea el SAPAC un ente de corrupción de los gobiernos municipales en turno.

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