Escala de Grises - Vagos recuerdos
En opinión de Arendy Ávalos
Arendy Avalos 
El primer día de septiembre, Andrés Manuel López Obrador rindió su quinto informe de gobierno. Para inaugurar el último año de su administración, el presidente aseguró que seguirá con la misma estrategia: enfocarse en la población más necesitada, pues son su prioridad.
Además de destacar las actividades realizadas por soldados y marinos, quienes no son más que “pueblo uniformado y servidores públicos ejemplares”, AMLO destacó la reducción en los índices de pobreza y no perdió la oportunidad de retomar uno de sus temas favoritos: la lucha contra la corrupción.
Entre otros temas, López Obrador abordó los beneficios que han representado sus programas sociales, la reducción de la inseguridad y el fortalecimiento de la economía. Sin embargo, eso no le bastó. El presidente de México también se dio el lujo de enunciar unas cuantas (pero significativas) mentiras.
Como cuando afirmó que, a lo largo de la pandemia por Covid-19, triunfó el sistema de salud y ninguna persona se quedó sin ser atendida o sin una cama. Basta remontarse a los testimonios que circularon a lo largo de dos años para confirmar que, una vez más, el presidente tiene otros datos.
No es suficiente con un recuerdo vago de lo que ocurrió durante los últimos meses de la pandemia, hay que remontarnos a los primeros meses, cuando ni siquiera se difundía información correcta sobre el uso de cubrebocas. Ahora, por lo menos en la Ciudad de México, se reportó un índice elevado de muertes que se relacionaba directamente con la falta de camas en terapia intensiva.
El fenómeno, como era de esperarse, se manifestó en todo el territorio nacional. A esas muertes se suman las del personal de la salud, mismo que denunció (en repetidas ocasiones) falta de equipo de protección y de medicamentos para atender a la población enferma. ¿Será que la memoria del presidente sólo funciona a corto plazo?
Lo mismo ocurre con la seguridad como eje rector de su gobierno. A pesar del orgullo que el mandatario siente por la Guardia Nacional, las múltiples denuncias ante la CNDH por violaciones a los derechos humanos son la muestra clara de que todavía hacen falta protocolos y certificaciones para desarrollar una estrategia efectiva para proteger a la ciudadanía.
En materia de género, la historia es la misma. El Andrés Manuel López Obrador mencionó que el feminicidio disminuyó un 29% y, aún así, 11 mujeres son asesinadas cada día, en promedio y la violencia continúa registrándose en las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De acuerdo con el presidente, “con un pueblo digno y trabajador, con un gobierno honesto y austero es posible convivir en una sociedad mejor”. Después de cinco años, hace falta trabajar más en la parte de la honestidad, especialmente para rendirle cuentas a ese mismo pueblo trabajador del que tanto se hace mención en las campañas.
En caso de que AMLO no haya dado cuenta todavía, hacen falta mucho más que buenos deseos y proyectos [todavía] incompletos para impulsar a un país con más de 11 mil personas desaparecidas, casos como el de Lagos de Moreno, feminicidios diarios y una lista interminable de problemas estructurales que siguen insertándose en la sociedad entera.
Afortunadamente, nos queda la memoria colectiva:
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