Observador político - Urgente proceso de cicatrización en Morena Morelos

Sí en este momento fueran las elecciones en Morelos, sin importar el
candidato o si este fuera hombre o mujer, ganaría por amplio margen de
votos el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) esto de
acuerdo a cifras de diversas empresas encuestadoras como por ejemplo Mitofsky, que colocan al partido fundado por Andrés Manuel López Obrador como el puntero en las preferencias electorales. Aunque la división y enfrentamientos internos podría provocar lo contrario.

LA OPOSICIÓN Y SU NULO TRABAJO.- Empero, sin importar los yerros en los que han caído los gobiernos federal y estatal en gran medida porque los líderes partidistas de oposición como el PAN, PRI o PRD prácticamente no han hecho nada relevante para ganar el proceso electoral constitucional del 2024.

De ahí que todos los dirigentes de los partidos políticos en Morelos sin
excepción han realizado un trabajo de campo nulo en los últimos años, por
lo que hoy en día se puede constatar que la sociedad y sus militantes
están en la orfandad política debido a que nadie los visita, no realizan
actividades pie tierra en las comunidades, colonias, pueblos y barrios y
únicamente algunos diputados locales y senadores con dinero del pueblo
aprovechan cualquier oportunidad como el día de Reyes, el dos de febrero, 14 de febrero Día del amor y la amistad, el del niño, entre otros.

Durante estas escasas visitas se otorgan obsequios baratos con recursos que no son suyos, tratando de posicionarse de cara a la designación de las candidaturas en los procesos internos previo al 2024; algunos pocos políticos sí han logrado fortalecer su deteriorada imagen como ocurre con la diputada Ariadna Barrera que, en su momento llegó a pensar en buscar la candidatura a la gubernatura porque así se lo hicieron creer desde palacio de gobierno, pero sus limitaciones políticas y sus relaciones partidistas acaso le darán para buscar suceder a Rafa Reyes en la alcaldía de Jiutepec.

MORENA, CONFRONTADO.- La visita del Ejecutivo estatal con el inservible secretario de gobernación, Adán Augusto y después con el corruptible y hablador
Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, acompañado de un grupo
reducido de cuatro diputados: Arturo Pérez Flores, Ariadna Barrera, Edi Margarita y ahora Mirna Zavala lo único que evidenció y quedó demostrado es lo que todo mundo ya sabía desde hace meses, del rompimiento y división existente entre los dos principales grupos que lideran a Movimiento de Regeneración Nacional en Morelos.

De ahí la necesidad e importancia para buscar una conciliación para que cicatricen las heridas que habrá entre los dos grupos antagónicos de Morena en la entidad morelense.
Morena, quedó claro que esta polarizado en la entidad, literalmente está partido en dos. Por un lado, se encuentra el dirigente Ipso facto Ulises Bravo a quien Mario Delgado el siete de septiembre del año pasado, de palabra y públicamente lo respaldó públicamente frente a la crema y nata de los congresistas y delegados nacionales y estales morenistas al considerarlo presidente de Morena de Morelos. Y aunque pudo designarlo delegado del Comité Ejecutivo Nacional en funciones de presidente de este instituto político para hacerlo oficial, no lo hizo por lo que actualmente y ante el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC) y demás instituciones, Martha Patricia Garnica la secretaría general es la presidenta oficial en funciones del partido guinda en la tierra de Zapata.
Los enconos y la lucha del poder político y económico que durante meses se viene desarrollando de manera interna en el grupo parlamentario de Morena en el Congreso del estado, provocó en gran medida que la aprobación del presupuesto 2023, contrario a los intereses del mandatario estatal, se haya consumado. Y en efecto, fueron los diputados que simpatizan con la corriente de Rabindranath
Salazar Solorio, actual coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, como son: Paola Cruz Torres, Alejandro Martínez Bermúdez, Macrina Vallejo Bello, y ahora otra vez Alberto Sánchez Ortega los que contribuyeron a que se consumaran reformas, designaciones de funcionarios y la conformación así como distribución de las comisiones entre los legisladores pero sobre todo, los que inclinaron la balanza para fortalecer al grupo compacto que
representan 15 de 20 diputados del Congreso. Es decir, sin los diputados morenistas que están actualmente con el grupo mayoritario no se habría aprobado nada y las controversias constitucionales ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no habrían tenido necesidad de ser.

SIN OPERADORES EN EL EJECUTIVO.- Esta situación evidencia primero, que el Ejecutivo no tuvo nunca verdaderos operadores políticos para desarmar lo que se veía y en lugar de buscar el diálogo y la concertación con Rabindranath Salazar
Solorio -a quien prácticamente noquearon durante el proceso de renovación de los consejeros y luego de la dirigencia estatal que le fue arrebatada- se iniciaron ataques, señalamientos y pugnas cuando fue descalificado por el mandatario estatal al rechazar tener algún acuerdo con el coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, para que él fuera su sucesor en el gobierno de Morelos y dejar claro que “a él no le toca la candidatura” para dejar en claro que “yo tengo ya a un elegido”.

A pesar de que las preferencias electorales hoy en día favorecen a Morena en Morelos sin que haya candidatos, bajo ninguna circunstancia pueden echar las campanas al vuelo ni sentirse ganadores, porque el fenómeno que ocurrió en el 2021 en Cuernavaca está más latente que nunca y puede repetirse, luego de que el partido que fundó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador no entiende la experiencia que tuvieron cuando perdieron la capital a manos de José Luis Urióstegui Salgado.

Un panorama en estas circunstancias hoy en día podría ser que los morenistas señalados, entre ellos Rabindranath Salazar que son fundadores de este partido y se sentían los amos y señores en Morelos, no que bajo ninguna circunstancia se vayan de este instituto político y durante los jaloneos por las candidaturas a cargos de representación popular, alcanzarán algunas pero la de la gubernatura es casi un hecho que se las ganen por quien hoy tiene el control político de Morena.

Empero, la estrategia que fue la misma que aplicaron con Jorge Arguelles Vargas en la capital, es jugar en contra del abanderado del partido guinda haciendo tratos con panistas, priistas y perredistas, así como con quien los represente por la titularidad del Ejecutivo para amarrar y negociar espacios dentro de la administración estatal.

Es un juego perverso el ayudar desde el interior de Morena a sus contrincantes y adversarios políticos a través de su estructura y el sabotear y ponerle bombas de tiempo a quien sea el candidato, pero ya pasó, cuando lograron sin ninguna probabilidad de ganar, de llevar al triunfo a la oposición como ocurrió en la capital en el 2021.

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