Hermila Galindo, primera feminista mexicana
En opinión de Lorena Elizabeth Castillo
Desde 1960, el 15 de febrero se instauró en nuestro país como el Día de la Mujer Mexicana, fecha conmemorativa, gracias a la propuesta de diversas agrupaciones de mujeres, a iniciativa de la dramaturga y directora de teatro mexicana de origen español, María Vilalta Soteras, conocida como Maruxa Vilalta, (Barcelona, 1932 − Ciudad de México, 2014)
Entre los temas de las puestas en escena de Maruxa, están la incomunicación y el afán de evasión, la crítica política, protesta contra la injusticia social y defensa del ser humano; por lo que no es de extrañar que haya sido una de las principales impulsoras de la mencionada conmemoración, de la cual no basta más que señalar que la mujer mexicana se caracteriza por su talento, valentía y fuerza, si nos remitimos a las consideraciones de la dramaturga.
Entre muchos ejemplos emblemáticos de mujeres mexicanas sobresalientes en aquellos rasgos, para la presente colaboración en estas páginas, recurrimos a algunos datos de vida y obra de Hermila Galindo (Ciudad Lerdo, Durango, junio 2 de 1886 – Ciudad de México, agosto 19 de 1954) ), quien se inició como taquígrafa y mecanógrafa, continuó como oradora y así llegó a ser secretaria particular del Presidente Venustiano Carranza, gracias a sumarse a la causa revolucionaria y el derrocamiento de Porfirio Díaz, desde su natal Durango.
Entre los vaivenes revolucionarios, en Veracruz, Hermila Galindo se inició en el periodismo en el órgano constitucionalista El Pueblo. Su primer artículo se tituló “La mujer como colaboradora en la vida pública”, en la columna denominada “Crónica dominical”, en el cual afirmó que la mujer debe aspirar a una vida mejor al contar con las mismas cualidades que el hombre, “como la inteligencia, la voluntad, el raciocinio, la memoria y el sentimiento”.[1]
Más tarde, con un enfoque de género adelantado a su tiempo que defendía, entre otros, el derecho al voto de la mujer, la combativa Hermila fundó y dirigió el semanario Mujer Moderna, cuyo primer número se publicó el 16 de septiembre de 1915. Poco después redactó y envió su ponencia “La mujer en el porvenir”, la cual fue leída en la inauguración del Primer Congreso Feminista en México, organizado en Yucatán del 13 al 16 de enero de 1916.
A 107 años de aquella ponencia y parafraseando el título de la misma, aquel porvenir que vislumbró Hermila Galindo, es hoy un presente en el que las mujeres mexicanas luchamos día a día y desde diferentes ámbitos. Como lo es, sin duda, la llamada segunda o tercera jornada que se realiza en los hogares y, aunado a ello, sacando adelante a hijas e hijos -y muchas veces, a los maridos- tareas vitales que desempeñan todas las madres mexicanas, por lo que aquí me tomo la licencia de mencionar a Ofelia Castillo Carrera, madre de quien esto escribe.
Todos estos empeños, en el esfuerzo colectivo de lograr una vida de paz y respeto a niñas, adolescentes y mujeres, dentro y fuera del hogar, con avances indudables y con la conciencia de lo que mucho que falta por hacer.
Entre otras formas de acción, resulta fundamental en el Día de la Mujer Mexicana y en todos los días del año, seguir la huella del activismo de mujeres como Maruxa Vilalta y Hermila Galindo, para hacer posible la visión y el sueño que ellas y miles de mexicanas de una nación de igualdad, paz y justicia para todas.
[1] La propuesta político-feminista de Hermila Galindo: Tensiones, oposiciones y estrategias, Esperanza Tuñón Pablos, Juan Iván Martínez Ortega, https://estudiosdegenero.colmex.mx/index.php/eg/article/view