Observador político - Salarios ofensivos en Cuernavaca
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
El anuncio del alcalde electo de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, de hacer una revisión minuciosa para evitar aviadores a fin de que quien cobre devengue su sueldo, así como la revisión salarial para evitar disparidades ofensivas en los salarios, ponen en el ojo del huracán a los integrantes del cabildo que son quienes, en verdad, perciben salarios ofensivos muchas veces sin hacer prácticamente nada.
¿REVISIÓN SALARAL? Para la sociedad en general, los que representan una verdadera sangría para las finanzas del Ayuntamiento son precisamente a de los regidores, quienes estarán en el ojo del huracán si es que, en verdad, pretenden poner orden y lograr cosas positivas que sean reconocidas por la ciudadanía.
En los últimos 3 años la ciudad de Cuernavaca parece qué ha estado en zona de guerra, en gran medida porque sus calles y avenidas están destrozados, sin mantenimiento y recientemente por las lluvias puso en evidencia el pésimo trabajo de la comuna, debido a que muchas están intransitables para los automovilistas que frecuentemente les recuerdan el diez de mayo a las autoridades cada vez que caen en un bache.
No hay obra y el centro de la ciudad se puede ver sucio, con basura por doquier, lo que refleja no solo la carencia de los recursos económicos sino una grave y preocupante desatención y desinterés de los responsables de cada área. De obra pública importante, mejor ni hablamos. Cuernavaca y Morelos pareciera que hubieran retrocedido en el tiempo y en lugar de ver un desarrollo se ve una ciudad deteriorada, triste y con retrasos en servicios urbanos de forma preocupante.
Por lo que ante la decisión del cabildo electo para revisar los salarios y evitar que haya servidores públicos de primera, segunda y tercera categoría, será un acierto debido a que en efecto hay trabajadores que ganan salarios reducidos, pero otros son absurdos por lo elevado de sus emolumentos. Y es aquí, donde se tendrá que hacer énfasis sobre todo de lo que perciben la síndico y los regidores quiénes se llevan grandes fortunas de dinero qué bien podrían ser aplicados para atender la problemática del agua potable, la reparación de calles, la limpia de la ciudad, entre muchas buenas obras que no se hizo por las ocurrencias cometidas en la actual administración.
Muchos saben y conocen del despilfarro financiero de los recursos públicos, sobre todo cuando derivado del virus SARS-CoV-2 del covid-19, un número importante de empresas han tenido por desgracia que cerrar, ocasionando el despido de personal sin dejar de lado la crisis en el seno de las familias que han tenido la desgracia de perder a sus seres queridos.
LOS QUE MÁS GANAN EN LA COMUNA. - El presidente municipal de Cuernavaca, Antonio Villalobos Adán percibe 81 mil 498 pesos mensuales y al año son 997 mil 976 pesos y por sus tres años hacen un total de casi res millones de pesos. La misma situación sucede con los regidores, en razón de que ellos perciben un salario de 57 mil pesos y al año son 684 mil pesos más de dos millones de pesos por los tres años. Esto significa que, entre el alcalde, el síndico y los regidores el pueblo de Cuernavaca a través de la tesorería de la comuna les paga a estas 13 personas más de 27 millones de pesos. Para muchos salarios que se merecen, pero para el grueso de la población, una ofensa en toda la extensión de la palabra.
Pero no solo esto es lo que se llevan, son que utilizan al Ayuntamiento como una institución bancaria a la que le piden préstamos económicos sin pagar un solo peso de interés. Lo malo, es que se los otorgan y nadie sabe como pagan o si lo hacen.
Ejemplo varios, pero solo vamos a poner en esta ocasión la del primero deño de este gobierno cuando sin importar la difícil situación financiera por la que atraviesa el Ayuntamiento que incluso, provocó que el edil la haya declarado insolvente y haya retrasado el pago de los salarios de los empleados, los regidores burdamente y sin tener vergüenza, pidieron créditos hasta por 300 mil pesos.
Los angelitos que utilizaron al Ayuntamiento como una institución bancaria para resolver sus problemas familiares, fueron Irving Morales y Albina Cortés, quienes no tuvieron el descaro de llevarse 200 y 300 mil pesos, respectivamente. Al ver que resultó efectivo el préstamo, ni tarde ni perezosos hicieron lo propio Romualdo Salgado y Ulises Vargas, pese a que este último es beneficiado de las “pensiones doradas” y, además, venía de ser diputado de la peor legislatura de Morelos como lo fue la LIV.
Además de los grandes beneficios económicos que tienen los regidores, también hacen presión y muchas veces “manita de puerco”, al alcalde en turno ara obligarlo a negociar y alcanzar el mayor número de espacios en las diferentes dependencias para incluir a su gente. Y son muchas veces o la mayoría de las ocasiones, los que dejan de laborar y al final se convierten en aviadores porque hacen todo menos trabajar al interior de la comuna.
Estas malas prácticas han sido recurrentes en el municipio (y sucede en todos los ayuntamientos de Morelos y del país), que se suman lamentablemente a la ola de irregularidades en las que incurren algunos miembros del cuerpo edilicio. De nepotismo, mejor ni hablemos.
En conclusión, la decisión de José Luis Urióstegui Salgado es buena, sin embargo, se enfrentará a muchos obstáculos que empezarán con su propio cabildo que deberá dar muestras de que no llegaron por la ambición económica y sí están a de un proyecto a largo plazo (al menos de aquí al 24) para también hacerse una reducción salarial que será un claro mensaje de estar comprometidos con los intereses de la ciudadanía a quien se la pueden ganar con pocas acciones que desde el municipio se puede hacer para fortalecer el verdadero resurgimiento de Cuernavaca.
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