Observador político - La irrisoria amenaza de expulsión de Macrina de Morena
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
De risa y burla es la declaración de la diputada Ariadna Barrera y del ex priista Arnulfo Montes Cué, para exigir la expulsión de Macrina Vallejo Bello, actual coordinadora del Grupo Parlamentario como de Rabindranath Salazar Solorio, coordinador general de Política y Gobierno de la República, por haber evitado ambos la consumación de Arturo Pérez Flores como coordinador y presidente de la Junta Política y de Gobierno de Morena en el Congreso del estado.
LA INTROMISIÓN LEGISLATIVA DE RABÍN.- Muchos saben que el vapuleado Rabindranath Salazar Solorio muy pocas veces ha estado físicamente en Morelos por eso casi nadie lo ve y muchos otros ni lo conocen, en gran medida por sus gustos de visitar otros países sobre todo Alemania. Sin embargo, en días pasados se mantuvo muy activo con su grupo de legisladores leales a su proyecto logrando de último minuto, evitar el control que pretendía asumir Ulises Bravo Molina a través de la figura del diputado morenista Arturo Pérez Flores.
Por cierto, el garrafal error que cometió Rabín al trasladarse a las Vegas en Estados Unidos para pagar los 140 mil pesos en esa función y ver en primera fila la horripilante pelea del Canelo Álvarez contra Gennady Golovkin, fue bien aprovechada por sus enemigos políticos quienes no desaprovecharon la oportunidad Y enviaron sus “notas periodísticas” a cuanto ciudadano se pudo, aunque no tomaron en cuenta que le hicieron publicidad negativa, pero al final de cuentas es publicidad.
El legislador del distrito XI fue designado primeramente coordinador sin que se haya cantado en la sesión de plenos del Congreso local y a decir de varios de sus iguales, era el virtual presidente de la Junta Política y de Gobierno sin embargo, no contaba con que el diablo intervendría y apareció el coordinador general de Política y Gobierno de la República quien provocó una carambola con sus movimientos logrando frenar la intentona de palacio de gobierno.
El haberse adherido el parlamentario ex priista Alberto Sánchez Ortega al grupo parlamentario de Morena permitió mantener una mayoría y por ende, con la venia de los azules, naranjas y turquesas lograron integrar a ese proyecto a los diputados guindas con todo y la indígena que se convirtió con los 14 votos no solo en la coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena sino en la presidenta de la Junta Política y de Gobierno, que es la instancia donde se da precisamente la concertación política y donde se resumen las funciones legislativas y los acuerdos políticos correspondientes.
La JPyG es el órgano de expresión plural del Congreso del Estado, en donde se adoptan las decisiones por consenso y en caso de que este no se obtenga mantendrá la mayoría calificada mediante el sistema de voto ponderado, en el cual los coordinadores representarán tantos votos como integrantes tenga su grupo o fracción parlamentaria. Y es justamente este espacio el que hoy tiene en sus manos la diputada Macrina Vallejo Bello, quien se ha convertido, les guste o no, en la jefa política de los diputados de Movimiento de Regeneración Nacional en el Congreso.
Quizá por esa razón y porque se sentía el mero jefazo de los parlamentarios morenistas, el pasado 14 de septiembre Arturo Pérez Flores decidió retirarse de la sesión de plenos justamente cuando de un plumazo le quitaron la coordinación y la JPyG que pretendía asumir ese día.
Una de las grandes amigas de la diputada Macrina Vallejo se ha convertido en una de sus peores enemigas como lo es la legisladora Ariadna Barrera Vázquez, quien molesta consigo misma, anunció que ya iniciaron los procesos correspondientes ante la dirigencia nacional del partido de Andrés Manuel López Obrador, en contra de tres de sus compañeros por considerar que no respetaron los estatutos internos con la designación que se hizo de la representante popular indígena como su jefa absoluta.
La diputada que tras alcanzar la reelección está desde hace meses haciendo proselitismo político con miras a convertirse en la candidata a la presidencia municipal de Jiutepec y en el sucesor de del morenista Rafael Reyes Reyes, calificó como ilegal la llegada de Alberto Sánchez Ortega a Morena. No le gustó que les hayan quitado el poder (presupuesto económico).
Mientras su largo proceso jurídico y político inició en contra de los rabinistas Macrina Vallejo, Alejandro Martínez y Paola Cruz Torres, bajo el argumento de que violaron los estatutos del partido y con ello, la Ley Orgánica del Congreso del Estado de Morelos.
EL INTENTO DE EXPULSIÓN.- Sin embargo, la posición hoy tan enérgica de Ariadna Barrera que exige se respete la legalidad, no dijo absolutamente nada cuando en diciembre del año pasado, su ahora compañero, Arturo Pérez Flores votó en contra del presupuesto que su partido Morena había presentado y que en ese momento era el que respaldaba el grupo que hoy acogió a Macrina Vallejo.
Por cierto, del proceso de expulsión que se había anunciado por parte de la dirigencia de Morena en contra de Arturo Pérez Flores tal parece se quedó en la “congeladora”, sin importar que fue contrario a la política de la dirigencia estatal y del gobierno del estado.
Hay que recordar que el diputado del distrito XI estuvo y votó en la sesión de diciembre 12 del año pasado, cuando no se avaló el presupuesto que había solicitado el grupo del entonces G11 y al que negó participar lo mismo que con los del G8, bajo el argumento de que él representaba a las 15 mil personas que votaron por él en el 2021 pero que ni una décima de esos ciudadanos decidieron apoyarlo en la elección interna de Morena para consejero estatal y por tanto, se quedó en el camino al no ocupar esa importante posición.
Bien, entrevistado al respecto a finales del mes de diciembre del 2021 el entonces delegado en funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena en Morelos, César Raúl Ojeda Zubieta, refirió que él no estaba a favor de ningún procedimiento de expulsión en contra de Arturo Pérez Flores. Empero, dejó en claro que si la militancia o el grupo parlamentario en el Congreso presentaban una queja, esta se tendría que trasladar a la Comisión de Honor y Justicia del CEN para que iniciara el análisis de su posible expulsión.
El año pasado el G-8 de los diputados de Movimiento de Regeneración Nacional, Partido del Trabajo, Redes Sociales Progresistas y Encuentro Social apoyaron el presupuesto del Ejecutivo, y en la visita del presidente nacional de Morena, Mario Delgado, les hizo saber la situación a todos, e incluso, habló con el legislador Arturo Pérez para tener su respaldo en favor del gobernador Cuauhtémoc Blanco, asegurando que en Morena no había lugar para medias tintas: “O están o no están en Morena”, le dijo.
Sin embargo, Arturo Pérez fue el único diputado de Morena que estuvo en esa sesión del 12 de diciembre y su voto fue “en sentido positivo porque tiene un compromiso con las 15 mil personas que votaron por él en su distrito electoral”.
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