Observador político - ¡Elecciones y narcotráfico… de la mano!
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
Hace dos años y un mes, Rosario “N” o Esther Yadira “N”, La Jefa, presunta líder del cártel de Guerreros Unidos fue detenida en medio de un fuerte e impresionante operativo policiaco en una colaboración conjunta entre la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de Marina (Semar) y otras autoridades federales y
estatales.
DIPUTADOS Y “LA JEFA”.- Lo dicho por el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, de que las elecciones están en la mano del narcotráfico es algo que desde hace años se ha venido mencionando señalando, sin embargo, ninguna autoridad federal ha querido actuar, es decir, detener a los políticos que pudieran tener algún nexo con grupos criminales como se ha mencionado a diputados de la actual LV Legislatura de Morelos.
Lo que dijo el jefe de la iglesia católica en Morelos, Monseñor Ramón Castro es claro y evidente que, las elecciones del 2024 están bajo la amenaza del crimen organizado para colocar a sus candidatos y por lo tanto, vislumbró algo que no es difícil de adivinar, en el sentido de que se incrementará la violencia.
Sin embargo, hay que retomar la detención el sábado 6 de noviembre de Rosario “N” o Esther Yadira “N”, La Jefa, presunta líder del cártel Guerreros Unidos en la entidad federativa de Morelos, hermana de Claudia Huitrón Vázquez, líder del partido Redes Sociales Progresistas (RSP), a través del cual obtuvo una curul en el Congreso de Morelos por la vía plurinominal, Erika Hernández Gordillo, sobrina de Elba Esther Gordillo ex líder del SNTE.
Empero, la Jefa tuvo acercamientos con varios políticos, ya que incluso, hasta hubo fotos que intentaron bajar de las redes sociales hace poco más de dos años los actuales diputados locales, tal fue el caso de del presidente de la mesa directiva del Congreso local y ex alcalde de Yecapixtla, Francisco Sánchez Zavala (PAN); así como de la ex alcaldesa de Tetecala y actual legisladora de Movimiento Ciudadano, Luz Dary Quevedo (MC) y el ex alcalde priista de Xochitepec y actual diputado local de Morena, Alberto Sánchez Ortega; así como el senador del Panal y PRI, Ángel García Yáñez, a quien incluso siempre lo relacionaron como su pareja sentimental de La Jefa, aunque el parlamentario se cansó de desmentir lo que a todas luces era evidente.
LA SOMBRA DEL NARCO, UNA ADVERTENCIA NECESARIA.- En el tenso escenario político de México, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, alzó recientemente la voz para alertar sobre la presunta influencia del narcotráfico en las elecciones de 2024.
El jerarca religioso no solo expuso sus preocupaciones sino que también hizo un llamado urgente a la acción, por lo que no dudó en señalar que la mano del crimen organizado planea intervenir en los comicios para asegurar la colocación de sus candidatos. Esta advertencia, aunque perturbadora, no puede ser ignorada, especialmente cuando se atisba la posibilidad de un aumento en los niveles de violencia conforme se acerca el día de la contienda.
En un tono crítico, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) destacó la insatisfacción generalizada de la población con respecto a la falta de resultados en materia de seguridad por parte de algunos partidos políticos. Y es que la amenaza de un voto de castigo pende sobre aquellos que no han cumplido con su responsabilidad de proteger a los ciudadanos.
Es imperativo que las autoridades blinden la jornada electoral, garantizando la paz el próximo 2 de junio, sobre todo porque las palabras del obispo resaltan la responsabilidad ineludible de las instituciones para proteger la democracia y la integridad del proceso electoral. Además, la mención de un posible "voto de castigo" evidencia la creciente exigencia ciudadana de resultados tangibles en seguridad.
El llamado a evitar una "elección de estado" no solo refleja la desconfianza en algunos sectores de la sociedad hacia el sistema político, sino que también pone de manifiesto la necesidad de transparencia y equidad en el proceso electoral.
La vigilancia de la Iglesia Católica en este sentido es un recordatorio de que la sociedad civil no está dispuesta a aceptar interferencias indebidas en el ejercicio democrático, porque la crítica del obispo no se limita a las elecciones; también apunta directamente a la situación de inseguridad que atraviesa el país.
Su llamado es a mejorar la estrategia de seguridad por parte del gobierno federal y estatal es una voz más que se suma al coro de demandas de la sociedad por acciones concretas y efectivas, por lo que en un tono concluyente, Ramón Castro denunció la presencia de "narcogobiernos" en algunos estados del país, entre ellos Morelos al señalar un problema estructural que va más allá de la mera participación de actores externos en las elecciones.
Esta revelación resalta la urgente necesidad de abordar la corrupción arraigada en diversas esferas del poder, por lo que en la última instancia, las palabras del obispo sirven como un llamado de atención no solo para las autoridades, sino para toda la sociedad mexicana. Lo cierto, es que la democracia está en juego, y es tarea de todos protegerla de las sombras que amenazan con oscurecerla.
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