Observador político - El oscuro proceso en el Congreso para la designación de magistrados

La incertidumbre en torno a la designación de magistrados en Morelos no solo pone en entredicho la integridad del sistema judicial, sino que también erosiona la confianza de la ciudadanía en sus representantes electos, más cuando la mayoría de ellos de lo menos que han sido acusados son de corruptos, traicioneros y de ser voraces para el dinero público.

DESIGNACIÓN AMAÑADA.- Los ciudadanos, quienes muy pronto los volverán a evaluar en las urnas previo a los comicios del 2024, esperan que sus diputados trabajen en beneficio del bien común y no en función de acuerdos cupulares turbios como ha quedado evidenciado en reiteradas ocasiones como así ha sido... y seguirá ocurriendo.

Ya sucedió en el pasado, precisamente en la elección de magistrados del Poder Judicial en donde varios de los elegidos, fueron gente cercana a los hombres del poder político y de los propios diputados en turno, por lo tanto, la situación por como se están dando las cosas no cambiará y el negro proceso ya amañado, vislumbra que no cambiará prácticamente por nada.

Un ejemplo de ello, es la selección de magistrados cuya responsabilidad es crucial para fortalecer al Poder Judicial de Morelos que tanta falta le hace por estar en los últimos lugares a nivel nacional en procuración de justicia, de acuerdo a instituciones especializadas del ramo.

Y son precisamente estas figuras, la de los magistrados los encargados de interpretar y aplicar la ley, de velar por la justicia y la equidad en nuestra sociedad, por lo que la decisión de quién ocupa estos puestos debe basarse en méritos, competencia y una sólida formación legal además de la experiencia laboral que deben de tener durante muchos años en el área que piensan estar.

Empero, la situación actual revela un desprecio flagrante por estos principios fundamentales, es decir, los diputados no deberían estar interesados en garantizar que sus allegados ocupen estas posiciones privilegiadas en el Poder Judicial, sino en asegurar que los más capacitados y éticos estén al mando porque así atenderían una petición ciudadana en uno de los tres poderes de gobierno.

La sociedad morelense y las instituciones pertinentes, así como las barras, colegios, foros y organizaciones diversas de abogados son quienes deben de evitar a través de los mecanismos jurídicos que estos actos no se concreten porque se consumará un verdadero dolor en la impartición de la justicia del estado, que ha dado tumbos por años sin que se vea una luz en el camino para mejorar y fortalecerla.

SIN CALIDAD MORAL.- Muchos sino es que la mayoría de los 245 aspirantes a togados tienen curriculums vite impresionantes, la mayoría son conocedores del derecho y cuentan con maestrías, doctorados y posgrados sin embargo, un número importante no tiene experiencia y otros más son políticos que al conocer el entramado del poder consideran poder aspirar de la forma como sea, para ellos, la cosa es llegar.

De ahí que se vislumbra que llegarán no los mejores perfiles, los más capaces, los talentosos y honestos por su actuar a lo largo de los años, no, sino que el proceso tiende a pervertirse desde el momento en que son incapaces académicamente quienes los están entrevistando y solo se la pasan bostezando y en muchos casos, los aspirantes ni preguntas reciben porque solo quieren los diputados cumplir con ese requisito para argumentar que fue conforme a las bases sin importarles que ese sea un proceso deshonesto.

En conclusión, ojalá no lleguen las amistades y gente a fin a los diputados que sin calidad moral, estarán definiendo en breve a los nuevos rostros del Tribunal Superior de Justicia de Morelos para la siguiente década.

De ahí que deben tomar medidas enérgicas para cambiar esta situación, reitero, tanto las barras, foros, colegios y organizaciones de abogados deben levantar su voz y ejercer presión para garantizar un proceso de selección de magistrados que verdaderamente sea transparente, justo, equitativo, incluyente y basado en el mérito profesional y no una pantomima como se está llevando a cabo.

La corrupción y la politización en la elección de magistrados solo sirven para debilitar la justicia y destrozar la poca confianza pública existente en el sistema judicial; de ahí que es esencial que los ciudadanos estén atentos a estas prácticas y que exijan un proceso de selección imparcial, en el que se ponga el bienestar de la sociedad y la justicia por encima de los intereses políticos y personales de unos pocos.

En última instancia, la oscura designación de magistrados en Morelos debe ser confrontada y reformada; solo a través de la acción colectiva y el escrutinio público podemos asegurar que el poder judicial cumpla su función de garantizar una justicia verdadera y equitativa para todos los morelenses.

PACTO DE CORRUPCIÓN.- En los pasillos del Congreso, un grupo de diputados conocido como el G15, conformado por representantes del PRI, PAN, Nueva Alianza, Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y Morelos Progresa, ha estado tejiendo una red de favores y acuerdos que socavan la integridad de la política mexicana.

Detrás de puertas cerradas, estos diputados han aprobado un decreto especial para otorgar a magistrados del Tribunal Superior de Justicia y del Tribunal de Justicia Administrativa “pensiones doradas”, una muestra más de su falta de escrúpulos y su desprecio por el bienestar de la población.
Francisco Radilla Corona, anunció por esta razón una campaña para exhibir a estos diputados en las plazas públicas del Estado tras considerar que es la hora de que el pueblo conozca a quienes han traicionado su confianza y se han enriquecido económicamente a costa de su cargo de representantes populares.
Y es que, detrás de la pensión vitalicia anticipada a magistrados, se esconde el deseo de estos legisladores de reconfigurar el Pleno del Tribunal Superior de Justicia, colocando en cargos de magistrado a sus allegados, perpetuando así su influencia y asegurando impunidad.

Esta es una llamada de atención para todos los ciudadanos preocupados por la justicia y la honestidad en la política, por lo que consideró que es la hora de exigir responsabilidad a nuestros supuestos representantes populares y recordarles que están ahí para servir al pueblo, no para enriquecerse a costa del sufrimiento.

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