Obispo Ramón Castro y líderes de CEM apoyan plan mundial de AMLO
El prelado es el nuevo secretario general de la Conferencia
Recién designado secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, ofreció rueda de prensa ayer en el marco de la Asamblea Plenaria, en el Estado de México, a fin de hacer público su respaldo al Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar para el mundo, del presidente Andrés Manuel López Obrador este martes ante los miembros de la ONU.
Junto con el reelecto presidente de ese órgano directivo del clero mexicano, Rogelio Cabrera López, y el vicepresidente Gustavo Rodríguez Vega, el encargado de la diócesis de Cuernavaca hizo patente por parte de la Iglesia católica el visto bueno para la propuesta del presidente López Obrador, a fin de erradicar la pobreza y desigualdades en el mundo, especialmente en el contexto de la actual pandemia.
En su intervención, destacó que la jerarquía católica mexicana busca definir los servicios que como iglesia presta a todo el país, con soluciones pastorales, "reales y eficaces, a los que han experimentado los estragos de la muerte de amigos y familiares; los que siguen cayendo en la pobreza, los que han perdido su seguridad social, laboral y alimenticia, los migrantes forzados, los desaparecidos y los seducidos y atrapados por el crimen".
Los prelados señalaron que la propuesta del mandatario mexicano es la misma que la formulada con anterioridad por el Papa Francisco, a fin de fortalecer la fraternidad, la distribución equitativa de vacunas para los países más necesitados, la distribución de alimentos y otros aspectos qué fueron expuestos el pasado martes en el Consejo de Seguridad de la ONU por López Obrador.
Los tres clérigos que se estrenan en los nuevos cargos referidos anunciaron que su premisa será mantener "la relación estrecha que han sostenido con el mismo mandatario mexicano, quien desde el inicio de su gobierno los ha recibido y ha dialogado con ellos de las necesidades del pueblo mexicano".
Reconocieron que es necesario un cambio de mentalidad en el país y un modo distinto de vivir que no se consigue solo con las acciones de la iglesia o del gobierno, sino en conjunto con la sociedad.