La falta de agua está provocando serios problemas a los sembradíos
Jorge Rafael Sánchez
La sequía que se registra actualmente y las variaciones en costos de los insumos y fertilizantes para la siembra del campo, podrían provocar que en este 2022 se tenga una menor producción agrícola en Morelos. Ya son varios días que no hay una sola gota de lluvia a pesar de los pronósticos que había de que el temporal sería regular, no son nada claros, y por lo que se ve, la escases de agua “nos va afectar en nuestras siembras y posteriores cosechas”.
El presidente del comisariado ejidal de Cuautla, Félix Mauricio Rodríguez Pineda coincidió con algunos especialistas al señalar que este año será uno de los más calurosos, debido al cambio climático que en los últimos años se ha intensificado alrededor del mundo. “Ya lo hemos visto, que la falta de precipitaciones pluviales han reducido drásticamente los veneros de agua, lo que afecta la producción hasta de riego”, precisó.
Dijo que se tiene un año muy caluroso; las zonas que se dedican a la producción agrícola principalmente las temporalearas son las que más afectadas pueden resultar, a veces llueve y tenemos ya varios días sin el vital líquido, eso les podría generar problemas en el volumen de producción en los campos de cultivo. “La falta de lluvia ya empezó a afectar los mantos freáticos que necesitan de recargarse, de igual manera las presas y ollas de captación, han ido reduciendo de nivel de agua”, argumentó.
El dirigente campesino mencionó que se supone que para estas fechas, cuando inician las primeras lluvias, ya deberían de estar haciendo las estimaciones correspondientes para preparar las tierras y empezar la siembra. Indicó que se habla de que habrá huracanes, y hasta ahora no se ve nada claro, en otras ocasiones para estas fechas las precipitaciones pluviales ya se habían iniciado y “nos está empezando a afectar”.
Rodríguez Pineda explicó que el problema es que también se afecta los campos de cultivo de riego, porque al no haber suficiente agua en los mantos freáticos se reduce la capacidad para poder regar las parcelas. “La situación, abundó que se podría decir que empieza a agravarse, porque entre más se tarden las lluvias, hay un severo retraso en la preparación de los campos, además de la falta de los insumos para poder sembrar.
