La Atlántida mexicana: cuando se prometen paraísos perdidos

En opinión de Tania Jasso Blancas

La Atlántida mexicana: cuando se prometen paraísos perdidos

Como mujer en México, tengo que decir que a veces me siento como si viviera en un paraíso perdido. O quizá, en un paraíso que nunca existió. Y no me refiero a la Atlántida, sino a las promesas vacías de nuestros políticos.

Cada vez que se acercan las elecciones, escuchamos a los políticos hablar de utopías y promesas de un México mejor. Pero luego, cuando llegan al poder, se olvidan de todo lo que dijeron y simplemente siguen haciendo lo mismo de siempre: llenando sus propios bolsillos mientras el resto del país sigue conservando el nivel de vida que tenían o uno muy probablemente peor.

Los políticos mexicanos tienen una tendencia a prometer grandes cosas y luego olvidarse de ellas una vez que llegan al poder. Pero hay algo aún peor que eso. Que a veces, en lugar de olvidarse de sus promesas, realmente las cumplen. Y eso no siempre es algo bueno.

Por ejemplo, el actual presidente de México ha estado promoviendo su programa de austeridad republicana desde que llegó al poder. Y aunque en teoría suena bien, en la práctica ha resultado en recortes en áreas como la educación y la cultura. ¿Por qué? Porque según el presidente, es más importante gastar en programas sociales que en "lujos" como museos y bibliotecas. Pero, hay algo que realmente me hace reír (o llorar, dependiendo del día). Que mientras el presidente está recortando en áreas importantes como la educación, él mismo vive en un palacio y su familia recibe un trato de mexicano VIP (¿pues no que eran diferentes?

En Morelos, el gobierno implementó una alerta de violencia de género debido al alarmante número de feminicidios y violencia hacia las mujeres en la región. ¡Pero no te preocupes! Las morelenses podemos estar más tranquilas, porque con actividades como clases de zumba o talleres de lenguaje inclusivo harán que la violencia desaparezca en un abrir y cerrar de ojos. ¿Por qué no lo pensamos antes?

La verdad es que la única utopía que he visto en México es que ahora los feminicidas temblarán de miedo ante la amenaza de mujeres armadas con un pronombre más y con algunos pasos de baile aeróbico. Seguro que se van a poner a reflexionar sobre sus actitudes violentas y cambiarán de la noche a la mañana. O quizás no. Quizás necesitemos medidas más concretas y efectivas para combatir la violencia hacia las mujeres.

Aunque se agradece que se esté hablando del problema y se estén tomando medidas para combatir la violencia de género en Morelos, es importante que no nos quedemos solo en la alerta de violencia de género y sigamos trabajando para construir una sociedad más justa y segura para todas las personas, sin importar su género.

Pero bueno, supongo que eso es solo una muestra más de la hipocresía de nuestros políticos. ¿Qué podemos hacer al respecto? Bueno, no mucho en el corto plazo. Pero al menos podemos seguir hablando de estos temas y exigiendo a nuestros líderes que cumplan sus promesas y trabajen para que sea una realidad ese paraíso prometido, y que lo hagan por el bien común en lugar de su propio interés.