Juego de Manos - Competencia gris

En opinión de Diego Pacheco

Juego de Manos - Competencia gris

Seguimos en lo mismo. Mientras que las administraciones se preparan para el cierre de año, las problemáticas arraigadas se añejan y las controversias sociales agudizan la polarización; la carrera por la candidatura cuatroteísta para la presidencia de la República continúa y, si bien en semanas pasadas abordábamos la relevancia de este proceso para el escenario político nacional presente y futuro, así como las estrategias de las corcholatas para hacerse de la simpatía de la ciudadanía; el escenario actual de esta carrera es… gris y aburrido.

Lo más relevante del tema en las últimas semanas ha sido el intercambio de mensajes entre el excanciller, Marcelo Ebrard, y la ex Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, con motivo de la estrategia de seguridad implementada en la capital del país, la cual destacó como logro de gobierno Claudia Sheinbaim y, por otro lado, se atribuyó su autoría Ebrard (en coordinación con AMLO).

La aspirante decidió no responder a los comentarios, limitándose a un sarcástico “me da gusto que vean nuestras redes sociales”; quizá, para evitar un enfrentamiento en el territorio del contrincante o, quizá, siguiendo la lección del presidente López Obrador “no caeré en provocaciones”. Sea cual sea el análisis interno, fue una decisión correcta. 

El previo secretario de Relaciones Exteriores debe fortalecer los esfuerzos para sacar de sus casillas a la anterior regente, pues es a partir de un encuentro directo que podrá crecer su sustento social y, de paso, disminuir la de su competidora. Mientras permitan a Claudia pueda avanzar en piloto automático, tendrás las condiciones mínimas para hacerse de la candidatura guinda.

Paréntesis: si esto no suena como un hecho para destacarse en una columna de opinión, es porque este mismo fenómeno demuestra que la carrera por la candidatura de la Cuarta Transformación ha perdido toda cualidad interesante, y se figura más como un trámite interno, donde las propias reglas generan las condiciones para que —fuera de la relevancia del proceso mismo— esta contienda no sea impresionante más allá de los primeros y los últimos segundos.

Eso sí, más allá del color gris neutro de la carrera, el proceso no electoral, que dará pie al proceso electoral, está a cerca de un mes de llevarse a cabo. Las próximas semanas son cruciales para, incesantemente, acrecentar los esfuerzos de hacerse de la simpatía social (y de la persona que pudiera tener el último decir respecto a esta candidatura).

 

Educación para el futuro

 

Un fantasma recorre México: el fantasma de los libros de texto gratuitos comunistas. Mucho se ha hablado en los días recientes respecto a los nuevos Libros de Texto Gratuitos que se presenten distribuir en el marco del nuevo ciclo escolar. Desde el llamado adoctrinamiento comunista, el desorden en el diagrama del sistema solar, la inexactitud en fechas históricas y una multitud de faltas de ortografía que se pueden observar las imágenes preliminares. Los escritos, que forman parte del plan de la Nueva Escuela Mexicana, han alzado opiniones divididas en redes sociales y medios de comunicación. Vamos por partes.

En primer lugar: no, no se están sentando las bases para un adoctrinamiento comunista en las aulas. El estudio del comunismo, así como de todas las políticas económicas, requiere de un análisis exhaustivo y complejísimo que un texto para educación básica no puede alcanzar.

Ahora bien, sobre los aciertos. Los libros tienen una lógica de enseñanza disciplinaria transversal, es decir, que sus lecciones atraviesan distintos campos de estudio que se complementan entre sí. Asimismo, ofrecen importantes actualizaciones en cuanto a temáticas sociales, como la lengua y las relaciones familiares.

Sin embargo, estos también cuentan con errores de forma y de fondo, como diversas faltas de ortografía, imprecisiones históricas, un diagrama planetario inexacto, y, quizá lo más grave, una reducción en el contenido de matemáticas, clave para diversos campos laborales fructíferos y que, a su vez, ha sido una fortaleza del país en competencias internacionales.

Asimismo, existe una fuerte carga política en el recuento histórico de nuestro país. Bien se dice que la historia la cuentan los vencedores pero, en este caso, parece muy pronto para que la narrativa mexicana tenga una postura parcial en contra de los personajes y administraciones ajenas al presente grupo en el poder. Vaya, la llamada 4ta transformación mexicana no ha terminado su primer sexenio y ya parece estar cantando victoria.

Vale la pena señalar que, anteriormente, los libros de texto se sometían a un proceso riguroso de examen previo a su lanzamiento, asimismo, la información que se trabajaba para este fin era cuidada con recelo. Los datos plasmados en estos textos debía que ser investigada y analizada a profundidad previo a su publicación, para ofrecer a sus lectores conocimientos accesibles, veraces y objetivos.

Aunado a ello, el mérito y la recompensa para quienes formaban el equipo creador de los libres eran altas y, por ello, la competencia férrea. Los filtros, la revisión  y la capacidad de quienes buscaban este privilegio hacían que no cualquiera pudiera tener injerencia en la educación del país. 

El hermetismo del asunto recae en que estos instrumentos serán herramientas de formación de las próximas generaciones y, en ese sentido, las imprecisiones que se lleguen a posicionar en sus páginas quedarán cicatrizadas en el pensamiento futuro de la nación. Finalmente, la principal vía de conocimiento para la niñez y juventud es la escuela y, por ello, un error enseñado en los salones de clases difícilmente será debatido por el estudiantado.

 

Por cierto

 

¿Cómo resolver el fenómeno Xóchitl? La oposición lleva años acéfala en la arena simbólica. Entre los conflictos internos, la falta de perfiles llamativos y el desgaste histórico, los partidos que estuvieron presentes durante la primera parte de este siglo han carecido de una figura o agrupación que se coloque al frente (valga la ironía) de este. 

Esta fue una característica visible y criticada que se mantuvo hasta hace unas semanas, que cambió en el momento en que el presidente de la República abrió su foro, mediante una confrontación directa, a la aspirante panista Xóchitl Gálvez. De ahí, la reiteración del tema se convirtió en una estrategia efectiva del involuntario jefe de marketing político de la senadora, Andrés Manuel López Obrador. 

En un primer momento, cesar los ataques o permitir la entrada a la mañanera, el territorio aliado, a Gálvez para, desde la zona de confort, desactivarla, era una opción viable. Hoy, la situación es diferente, ignorar a la aspirante no servirá para detener a la bola de nieve que va rodando por la montaña, pero permitir que se victimice tampoco lo hará.

A estas altura, es prácticamente un hecho que será Xóchitl quien encabece al frente en los próximos comicios —las cifras señalan que, mientras ella es la única que ha alcanzado (y superado) el mínimo de firmas ciudadanas para hacerse de la candidatura—. En ese sentido, la estrategia podría ser guardar los trapitos sucios hasta que el verdadero proceso electoral comience, de lo contrario, su efectividad se difuminará en el tiempo restante a la elección.

 

En cuanto a quienes no parece que alcanzarán las firmas… gracias por participar:

diegopachecowil@gmail.com