Inclusión Educativa en la UAEM - Modelo Médico y Modelo Social Educativo: en México
En opinión de Eliseo Guajardo
El Modelo de Atención Asistencial como su nombre lo indica, asiste a la persona, no lo apoya, toma su lugar, hace las cosas por él. Anula su voluntad, no lo toma en cuenta. Como ocurre en el Juicio de Interdicción, que no lo ayuda a tomar decisiones, toma decisiones por la persona interdicta. No debiera de existir esta figura jurídica en pleno Siglo XXI. Se creó antes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1948) y debió desaparecer después ser proclamados. Este Modelo, entre otras cuestiones, considera a las personas con discapacidad como ineducables.
Surge a principios del Siglo XX el Modelo Médico de Atención educativa. Que considera que no todas las personas con discapacidad son ineducables, sólo algunos. Fue un gran avance en su tiempo porque rompió el mito de la ineducablidad de las personas con discapacidad. Ya los Sordos y los ciegos lo habían demostrado a finales del Siglo XIX, con el apoyo de la Lengua de Señas y el código de escritura Braille, respectivamente. La escuela pública obligatoria evidenció un nuevo grupo de niños, los débiles mentales. Se trataba de niños que estaban entre los regulares y los deficientes mentales. Se les llamó también borderline o limítrofes. Estos niños, junto con algunos Sordos, con hipoacusia y ciegos, con baja visión o débiles visuales, se comenzó a considerárseles educables. Luego, los chicos con trastornos neuromotores formaron parte de este grupo para ser alumnos. Pero, la organización escolar para estos niños y jóvenes fue de tipo hospitalario, o sea, se les clasificó educativamente por el défcit orgánico. Y se crearon escuelas para sordos, para ciegos, para débiles mentales y para niños con trastornos neuromotores. Como si fueran pisos de hospital. Pero lo más importante, se les consideró educables de forma segregada. Esto es, fuera de las escuelas; en escuelas especiales. Paralelas a las escuelas donde asistían todos los niños. Luego, todas estas escuelas especiales fueron agrupadas en un sistema de Educación Especial. Escuelas especiales, con maestros especiales, con especialistas de disciplinas médicas, psicológicas, de trabajo social, terapistas, etcétera. Así de forma especial, el Modelo Médico, consideró a algunos de estos niños educables. Y otros de estos niños siguieron siendo no educables.
Luego, a mediados del Siglo XX, surgieron los niños con problemas de aprendizaje. Se trataba de alumnos de la escuela regular, con un Cociente Intelectual (C. I.) normal o hasta superior, que tenían serias dificultades para aprender a leer, escribir y realzar cálculos elementales. Se les diagnosticó con dislexia y discalculia. Se trataba de alumnos que no eran de Educación Especial, pero que tampoco tenían cabida en la Escuela regular. Algunos siguieron yendo a la escuela y se les atendía en turno alterno en Centros Psicopedagógicos con terapias de aprendizaje. O, Educación Especial los atendía en grupos de aulas de Escuelas regulares pero sin formar parte su la matrícula, sino en Grupos Integrados. Sin que fueran a escuelas especiales. En realidad, eran niños entre la escuela regular y la escuela especial.
Esta población híbrida cuestionaba el orden clasificatorio de la población escolar del Modelo Médico. Más crítico fue cuando se realizaron investigaciones psicogenéticas sobre cómo era la adquisición de la Lengua Escrita de Emilia Ferreiro -discípula de J. Piaget- y cómo lo era el cálculo aritmético con el propio Jean Piaget. Demostrándose que los errores considerados patológicos por los diagnósticos del Modelo Médico de atención, eran errores constructivos por los que pasan todos los niños para asimilar el conocimiento lingüístico de la Lengua Escrita y el matemático de la aritmética. Así, se despatologizaron los “problemas de aprendizaje”.
En el último tramo del Siglo XX, de los años 80, el Parlamento Británico suprimió las etiquetas diagnósticas, por estigmatizantes, y las englobó todas en el concepto de Necesidades Educativas Especiales (NEE), incluyendo a quienes se decía tenían problemas de aprendizaje y a quienes no tenían discapacidad alguna, ni problemas de aprendizaje, pero que pasaban por dificultades frente a los contenidos curriculares. Cualquier alumno era susceptible de tener NEE. Normalizó las NEE, y consideró que todos tenían derecho a asistir a la escuela regular y no dividir en dos a la población escolar. Los recursos para superar cualquiera de las NEE deberían ir a la escuela y no a la inversa. Por ello, el niño no debía quedar excluido de la escuela regular. Mary Warnock, filosofa y parlamentaria, fue quien planteó y acuñó este concepto (1978).
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1980) despatologizó a la discapacidad. Señalando que no se trata de una enfermedad, sino de una condición propiciada por la exclusión y la discriminación social por el sólo hecho de contar con una deficiencia orgánica. Pero el déficit no es causa efecto de la discapacidad. Sino el entorno social excluyente o incluyente. Es una condición relativa. Por lo que considera de base y fundamento que todos los niños y jóvenes con discapacidad, la que sea ésta, son educables en condiciones de inclusión. Surge así la Educación Inclusiva y el Modelo Social Educativo.
En México, más del 90 % de niños y jóvenes con discapacidad están fuera del Sistema Educativo, son parte de un Modelo Asistencialista; el 5 o 6 %, de los que están dentro, una muy posible mayoría forma parte de un Modelo Médico de atención, todavía; y la minoría de la minoría están apenas inaugurando un Modelo Social Educativo.