Escala de Grises - Daños colaterales

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Daños colaterales

El pasado 25 de noviembre, como cada año, se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La “efeméride” no pasó desapercibida a nivel internacional y diferentes gobiernos, organizaciones y personas alrededor del mundo se sumaron a recalcar la importancia de erradicar este problema.

En México, por ejemplo, los colores naranja y morado fueron los protagonistas del día en diferentes instituciones gubernamentales; incluso se crearon campañas de concientización respecto a los diferentes actos de violencia. También hubo mensajes de empoderamiento, en las que se subrayó la importancia que las mujeres tenemos en la sociedad.

Sin embargo, parece que [una vez más] los listones y los carteles se quedaron como ornamento y nada más. Especialmente en Guaymas, un municipio en el estado de Sonora que no se escapa de la violencia. Marisol Cuadras, una joven de 18 años, acudió al Palacio Municipal para exigir un alto a la violencia en contra de las mujeres.

Frente al inmueble, Marisol y un grupo de mujeres feministas realizaron una protesta pacífica, misma a la que acudió Karla Córdova, alcaldesa de Guaymas. “¡Nos queremos vivas!” era la frase que podía leerse en el letrero junto al que posaron la funcionaria y las activistas.  Sin embargo, una ráfaga de disparos disipó el momento para dar paso a la tragedia.

A la mañana siguiente, José Rafael Ojeda, quien se desempeña como secretario de Marina, informó que el ataque estaba dirigido hacia Andrés Humberto Cano, secretario de Seguridad en Guaymas. Tanto Andrés como Karla se encuentran sin herida alguna y ya comenzaron las labores para capturar a quienes perpetraron la agresión.

Durante esa misma conferencia de prensa, el secretario de Marina informó a la población respecto a ciertos “daños colaterales” ocurridos durante el 25 de noviembre. ¿Qué podría calificarse como tal?, me pregunto. ¿Un daño significativo al inmueble? ¿Vidrios rotos? No. El término utilizado por José Rafael Ojeda se refería al asesinato de Marisol Cuadras y otros dos hombres, así como otras dos personas heridas. Lamentable.

Marisol Cuadras salió a protestar en contra de la violencia de género y fue asesinada antes de siquiera emprender el camino a casa. Por si fuera poco, las autoridades correspondientes deciden categorizar el suceso como un “daño colateral”, como si el asesinato de una persona frente a uno de los lugares más “seguros” del municipio no fuera alarmante.

Antelmo Eduardo, quien se desempeñaba como escolta de Karla Córdova, también falleció; al igual que un presunto agresor, quien fue localizado con un arma de fuego en la bolsa del pantalón. Las personas heridas fueron identificadas como Alexandra y Noé Alberto, una joven activista y el subdirector de Comunicación Social de Guaymas, respectivamente.

Ahora, la elección de letras por parte de secretario de Marina no es casualidad y, como decimos siempre en este espacio, las palabras importan. En términos militares, “daños colaterales” son considerados todas aquellas afectaciones a construcciones o personal. Sin embargo, el ataque en cuestión no era una operación militar, por lo que “daños colaterales” podría interpretarse como “secundarios”. ¿Qué implica esto? Que el asesinato de tres personas y las heridas de otras dos tienen menor jerarquía, que son lo menos relevante de todo.  

La información de lo ocurrido en Guaymas comenzó a circular en plataformas digitales hasta convertirse en tendencia nacional. Bajo la etiqueta #JusticiaParaMarisol, la comunidad internauta exigió a las autoridades una respuesta sobre el asesinato de la joven activista. Con emotivos mensajes, personas cercanas a Marisol se despidieron de ella.

Como siempre, no faltaron los arrobas que cuestionaron las acciones en torno al asesinato de Marisol y preguntaron si su muerte era “más importante” que la de las otras dos víctimas. “¿Por qué no exigen justicia para los hombres?” fue una de las interrogantes menos… agresivas. Si usted ha leído alguna otra Escala de Grises, la respuesta podría parecerle obvia. Si no, permítame un minuto.

Nos queda claro que el asesinato de Marisol Cuadras no es un feminicidio, pues no fue por razones de género. Sin embargo, eso no disminuye ni erradica la empatía que organizaciones, colectivas y mujeres feministas sienten al saber que una mujer más fue víctima de la violencia que se vive en el país todos los días.

El 25 de noviembre de 2021, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Marisol protestó de manera pacífica y fue asesinada frente al Palacio Municipal. Esa es la seguridad que vive en el municipio sonorense donde las autoridades estatales y el gobierno federal acordaron un mando militar.

Cada día, en cada manifestación del #25N, del #28S, del #8M y las que se vayan acumulando, la voz de Marisol nos hará falta. Igual que la voz de las 11 mujeres que son asesinadas todos los días en México, por las que seguiremos exigiendo justicia y gritando. Ni una menos.

Ni una más

arendy.avalos@gmail.com

@Arendy_Avalos