Escala de Grises - Alejandra y María José
En opinión de Arendy Ávalos
El primer día de noviembre, Alejandra Rivas Gómez, una mujer de 35 años, y María José, su hija de un año, salieron de su casa en Tlajomulco, Jalisco. La madre y su bebé emprendieron un viaje con destino a Colima con el objetivo de encontrarse con el padre de la menor. Sin embargo, desde ese momento su familia perdió contacto con ellas.
Después de salir de casa, Alejandra dejó de responder los mensajes, por lo que su familia dio aviso a las autoridades pertinentes. Luego de una semana, la Fiscalía de Colima notificó el hallazgo de un cuerpo cuyas características correspondían con las de Rivas Gómez. Poco tiempo después, el cadáver de la bebé también fue localizado.
De acuerdo con la fiscalía, después de ser asesinadas, sus cuerpos fueron arrojados a un terreno baldío ubicado en un municipio de Colima. Hasta el momento en que se redactó esta columna, el presunto responsable había sido identificado. Sin embargo, no se dieron más actualizaciones sobre su detención.
Según las investigaciones, el padre de la bebé (con quien sí lograron reunirse) es el principal sospechoso y ha sido localizado gracias a las labores realizadas por las autoridades. Medios locales y nacionales han difundido que el objetivo del hombre era ocultar la existencia de la menor ante su otra familia.
El caso de Alejandra Rivas y su bebé, por supuesto, ha indignado a gran parte de la comunidad a nivel nacional, misma que ha exigido justicia para que ambos feminicidios sean investigados con los debidos procesos y el culpable sea castigado como corresponde, según la ley.
El mismo día en que la madre de 35 años y la menor de un año fueron víctimas de la violencia machista en este país, nueve mujeres más fueron asesinadas e incontables más fueron agredidas. A pesar de las preocupantes cifras, parece que los tres niveles de gobierno optan por ignorar que el machismo y la misoginia están detrás de cada crimen en contra de las mujeres que se comete en México.
Y es que, tal como ocurre en cada feminicidio que retomamos en este espacio con la intención de visibilizar el problema y exigir justicia, el asesinato de Alejandra y María José es una muestra de múltiples problemas con un eje en común.
¿Por qué un hombre se involucró sexoafectivamente con otra mujer si ya tenía una familia?¿Por qué no se hizo responsable de la paternidad de la bebé que ni siquiera estaba registrada con su apellido? ¿Por qué convertirse en asesino de una mujer y una niña se convirtió en una alternativa plausible para él? ¿Pensó en las consecuencias o se imaginó que, como en el 98% de los casos, el caso quedaría archivado en la carpeta que se titula “impunidad”?
A pesar de que el feminicidio es el extremo trágico del machismo, la violencia en contra de las mujeres implica muchas acciones más. Cuidado. Comportamientos que se han normalizado e invisibilizado a lo largo de la historia (como tener más de una familia sin que las partes involucradas estén de acuerdo) también son un ejemplo claro del problema.
No se requiere que todas las acciones culminen en el asesinato de una mujer o una bebé para que también se consideren profundamente violentas. Es indispensable que abramos los ojos y nos demos cuenta de qué acciones contribuyen a fortalecer una cultura machista en donde la vida, los sentimientos y las necesidades de las mujeres no son relevantes.
Debemos aceptar que nos enfrentamos a un problema estructural en el que se requieren cambios profundos, de raíz. Urge que los protocolos institucionales y las autoridades tengan la capacidad de prevenir y gestionar cada acto de violencia de género de una forma efectiva.
¿Por qué hay acciones tan graves que pasan desapercibidas? ¿Por qué ni siquiera hay protocolos para atender casos de acoso verbal o, incluso, amenazas hacia las víctimas? ¿Cómo se pasan por alto actos cotidianos que minimizan la importancia de las mujeres, que pasan por alto sus vidas?
Tan sólo en México, de los más de 3 mil homicidios de mujeres registrados menos del 25% fue investigado como feminicidio. ¿Cómo podemos confiar en que las autoridades están haciendo bien su trabajo? Se requieren respuestas concretas no sólo sobre lo ocurrido con Alejandra y María José, sino también aquellos feminicidios que siguen esperando justicia.
Justicia para todas:
arendy.avalos@gmail.com
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