EL TERCER OJO - Un apretón de tuercas al asunto del covid-19 ¨otras notas sobre consecuencias sociales¨ (primera parte).

En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara

EL TERCER OJO - Un apretón de tuercas al asunto del covid-19 ¨otras notas sobre consecuencias sociales¨ (primera parte).

Nuevamente, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismos pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han publicado (mayo del año 2020) el Informe: Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. “El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19)”, Número 22.

 

Asimismo, y por su lado, The Lancet ha publicado un artículo intitulado: “The art of medicine. Has COVID-19 subverted global health?” (Vol. 395, Number 10238; May 30, 2020, Published Online, May 5, 2020, https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31089-8--.

 

Comenzaré con el asunto expuesto en The Lancet y cerraré con las cuestiones expresadas por la CEPAL y la OIT.

 

Por primera vez en la historia de las epidemias de posguerra (expone el artículo de The Lancet), hay un retroceso de los países más afectados por una pandemia. A principios de mayo de 2020, más del 90% de todas las muertes reportadas por la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) se habían producido en los países más ricos del mundo; Si China, Brasil e Irán están incluidos en este grupo, ese número aumenta al 96%. El resto del mundo –históricamente mucho más acostumbrado a ser representado como el reservorio de pestilencias y enfermedades de las que los países ricos buscaron protegerse, además de ser considerado el receptor de generosas cantidades de consejos y modestas cantidades de ayuda de gobiernos y fundaciones ricas—, observa con cautela, a medida que el COVID-19 se traslada a estas regiones”.

 

Asimismo, agrega de una manera muy clara:

 

“Sin embargo, a pesar del retroceso, las políticas que se consideraron necesarias para los países ricos más afectados se convirtieron en un mensaje único para todos los países. Dos elementos centrales de este enfoque son el uso de la reclusión generalizada para forzar el distanciamiento físico, como segundo elemento (…). Cuestionamos la idoneidad de la instrumentación de estas estrategias particulares para los países con menos recursos, con estructuras de población distintas, necesidades de salud pública muy diferentes, con muchísimos menos recursos de atención médica, menos gobernanza participativa, inequidades masivas dentro del país y economías frágiles. Argumentamos que estas estrategias podrían subvertir dos principios fundamentales de la salud global: 1º, que el contexto es importante y 2º, que la justicia social y la equidad son primordiales.

 

Por su lado, la CEPAL y la OIT, en el informe que cito párrafos arriba, expresará desde su introducción, lo siguiente:

 

La pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) llegó a América Latina y el Caribe en un momento de debilidad de su economía y de vulnerabilidad macroeconómica. En el decenio posterior a la crisis financiera mundial (2010-2019), la tasa de crecimiento del PIB regional disminuyó del 6% al 0,2%; más aún, el período 2014-2019 fue el de menor crecimiento desde la década de 1950 (0,4%) (…). En este contexto, la dinámica de la pandemia del coronavirus, que trae consigo una combinación de choques externos e internos, será la causa de la mayor crisis económica y social de la región en décadas, con efectos muy negativos en el empleo, la lucha contra la pobreza y la reducción de la desigualdad”.

 

Para rematar, el en el documento citado se expresa muy categóricamente:

 

Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y las medidas de confinamiento provocan una pérdida de alrededor del 10,3% de las horas de trabajo en el segundo trimestre de este año, lo que equivale a 31 millones de empleos a tiempo completo (suponiendo una jornada de 40 horas semanales) (…). Junto al aumento de la desocupación, se espera un marcado deterioro de la calidad del empleo. El trabajo informal es la fuente de ingresos de muchos hogares de América Latina y el Caribe, donde la tasa media de informalidad es de aproximadamente un 54%, según estimaciones de la OIT (…). Muchos de estos trabajadores no tienen acceso a servicios de salud de calidad y, dadas las características de su trabajo, están más expuestos al contagio. Asimismo, sus ingresos son generalmente bajos, por lo que cuentan con una capacidad de ahorro limitada para hacer frente a períodos prolongados de inactividad. Tampoco disponen de mecanismos de sustitución de ingresos, como los seguros de desempleo, que generalmente están vinculados al trabajo formal”.

 

Otra vez, The Lancet, tratará de resaltar un hecho trascendente que no se ha considerado aún por quienes diseñan políticas públicas, a este respecto, en nuestras naciones y que en un futuro inmediato debe ser tomado en cuenta:

 

El contexto es central para el control de cualquier epidemia, una verdad que conocemos desde hace siglos pero que parece haberse pasado por alto en esta pandemia. Quizás esto no sea sorprendente dada la historia colonial de la medicina, en la que se suponía que las enfermedades que afectaban a los europeos tenían un significado universal, mientras que las que afectaban a las poblaciones no europeas, que fueron colonizadas, fueron relegadas a la "medicina tropical". Ese contexto es evidente en el caso de COVID-19. Los países de ingresos bajos y medianos bajos (…) tienen un perfil demográfico diferente al de los países ricos de la OCDE y el este de Asia. Sus poblaciones son mucho más jóvenes y la mayoría de las personas mayores viven en sus hogares, no en hogares de ancianos, donde han ocurrido hasta la mitad de todas las muertes en los países ricos. Solo estas variaciones en la estructura de edad y los arreglos sociales explican un menor riesgo de mortalidad por COVID-19 en estas poblaciones”.

 

Es bajo el manto de estas ideas que resulta pertinente preguntarnos si las comparaciones con tales naciones sean acertadas porque parece que son inconmensurables entre sí.

 

Pero en nuestra colaboración próxima abundaremos y precisaremos esta cuestión.