El color y el kalós en la obra de Rafael Mazón
En opinión de Óscar López
La magna muestra pictórica del artista mexicano Rafael Mazón (1939- 2021), permanece aún en exhibición en varias salas del recinto Centro Cultural Jardín Borda. La exposición se extiende unos días más, como informaron a este medio los encargados de custodiar.
Rafael Mazón, pintor morelense y nacido en uno de los barrios emblemáticos de la ciudad, la Carolina, inicia desde muy joven en el arte. Fue un artista comprometido, también promotor de la cultura y forjador de proyectos como Instituto Regional de las Bellas Artes Cuernavaca (Irbac).
En un recorrido por la muestra, el público puede observar gran parte de las largas horas de trabajo de Mazón; se componen de acrílicos, óleos, tintas aguadas, algunas esculturas, objetos y fotografías con varios artistas. También lo conforman un grupo de compañeros como Paula Lazos, Alejo Jacobo, Guillermo Monroy, Herbert Hoffman Ysembourg, Jorge Cázares, Nagg y Nell y Tlaloc Rafael. Estos últimos cierran la exposición a manera de homenaje y reconocimiento.
Lo matices sobresalen en dicha exposición: como lo fueron el gusto y el colorido en las frutas, sus pequeños trazos de cubismo y arte figurativo. Le acompañan instrumentos de trabajo: la silla, espátulas de todos tamaños, pinceles, paletas, cajitas y tubos de colores. Paula Lazos es una pieza clave en la exposición y una de los personajes que se puede decir influyó en el artista.
Desde los pasillos del Jardín Borda los niños pueden manipular y jugar con algunas piezas del maestro Rafael Mazón. Cuenta también con una especie de guiones que hacen referencia a la sensibilidad del arte, sus técnicas, formas y dominios, si se quiere aprender a pintar desde ese punto. Las esculturas son el centro que hacen de la exposición un atractivo, algunas de ellas son autoría de Tlaloc Rafael García.
En una charla en el 2004, el pintor recordó que en los años 60´s había una nutrida generación de artistas “muy deseosos por aprender a dibujar, por la danza, la escultura, entre otras disciplinas.” El Irbac fundada e impulsada por Mazón y Lazos dejó una impronta en la cultura de los morelenses. No se puede dejar de mencionar el nombre del paisajista, Jorge Cazáres, también un cimiento de ese instituto y de otros que lucharon por ese espacio en la avenida Morelos; y de alumnos sobresalientes como es el caso de la pintora, Liliana Mercenario Pomeroy.
Rafael Mazón fue un artista que dominó casi todas las artes. Era dado a platicar y compartir con gusto sus conocimientos. Y daba detalle del proceso pieza por pieza. Él y su compañera de vida visitaban las instalaciones de la revista cultural El Perro Azul. Asistieron siempre de manera muy puntual por encargos o sugerencias de ambos. Siempre juntos de una u otra manera. Ahí está por ejemplo el retrato realizado al escritor Alfonso Reyes, que apareció en una edición especial de la publicación.
Cabe mencionar que el color y la intensidad fueron una persistente y eso fue lo que destacó en la mayoría de su gráfica. El pintor dijo en una ocasión que las formas y la figura humana no le eran ajenas. Mientras que el escritor Leonardo Compañ Jasso expresó que pocos artistas como Mazón dejan una huella en las artes plásticas. El fulgor de los colores (¿o kalós?), es el título de la exposición de Rafael Mazón que aún se puede visitar en el Jardín Borda del centro de Cuernavaca.