Demora casi un mes la entrega de restos del “payasito Diablín”
Tras 22 días la Fiscalía General del Estado entregó a sus familiares los restos de Carlos Alberto "N", habitante de Chietla, Puebla, del cual partes de su cuerpo fueron encontrados en los límites de los municipios Tlaltizapán y Yautepec a principios del mes en curso, la demora se debió a los trabajos de identificación mediante pruebas de ADN; familiares reclamaron a las autoridades morelenses el retraso.
Tuvo que pasar casi un mes para que el cuerpo de Carlos, mejor conocido como “El Payaso Diablín”, le fuera entregado a sus familiares a inicios de esta semana, para ser precisos el lunes pasado, en su vivienda ubicada en el poblado de Atencingo, municipio de Chietla, Puebla, esto luego de que el pasado 4 de noviembre restos correspondientes al cadáver del joven fueron encontrados desmembrado sobre la carretera que conecta a los municipios de Tlaltizapán y Yautepec.
Al momento de la recepción de los restos de Carlos los familiares recriminaron a las autoridades representantes de la Fiscalía General del Estado (FGE) la demora en la entrega, siendo que ellos habían ya reconocido los restos, sin embargo, las autoridades expresaron que el retraso se debió a que se realizaron exámenes de identificación mediante ADN, para asegurarse de entregar las “partes” correctas, ya que los estudios arrojaron que otras partes correspondían a otros individuos.
Cabe señalar que la víctima, de oficio payaso, salió de su poblado el sábado 2 de noviembre, indicando a sus familiares que viajaría a Morelos a presentar un show, sin especificar si sería un evento público o privado.
Varias horas después, cuando sus familiares ya no obtuvieron respuesta de Alberto, comenzaron a difundir su fotografía a través de redes sociales, para pedir el apoyo de la ciudadanía para dar con el paradero del payaso, sin embargo, más de 24 horas después la víctima fue localizada.
Fue el lunes 4 de noviembre, aproximadamente a las 06:30 horas, que los restos de Alberto fueron descubiertos a la altura del puente que delimita los municipios de Tlaltizapán y Yautepec, en aquel momento algunos automovilistas lograron esquivar los restos que se encontraban esparcidos sobre la cinta asfáltica, sin embargo, por la hora y el tránsito del lugar, otros automóviles pasaron sobre ellos.
Inicialmente el cuerpo quedó en calidad de desconocido, pues al momento del levantamiento las autoridades no localizaron ninguna documentación entre sus pertenencia, no fue sino al siguiente día que a través de redes sociales, fuentes extraoficiales del Ayuntamiento de Chietla, así como familiares de la víctima, confirmaron que se trataba de “Diablín”.
Finalmente los restos fueron trasladados a un anfiteatro de la en donde quedó a resguardo de las autoridades, para practicársele la necropsia de ley, así como otros exámenes con base al ADN de los primeros restos, lo que alargó más la estancia en el Servicio Médico Forense (Semefo), ya que alguno de los restos no coincidían con otras extremidades que también ingresaron al anfiteatro como parte del levantamiento en aquel lugar.