Cuando sea demasiado tarde… - ¿Va a iniciar el semestre?
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Buen día, apreciado lector. Nuevamente nos encontramos por aquí con el bienestar moderadamente suficiente como para poder congregarnos en torno a estas palabras. Muchas gracias por regalarme usted cinco minutos de su tiempo para leer mis tonterías. Ésta es la última semana de vacaciones y, aunque todavía le falta otra semana al inicio de clases, ya tenemos que asistir al lugar de trabajo a cumplir con las horas posadera. El final del semestre pasado me volé los últimos dos días porque fue la graduación de mi sobrina y me invitaron a la cena (fuera de la ciudad), y ¿qué cree usted? Me descontaron la mitad de la catorcena. A los tres días que veo que voy a tener que usar la tarjeta para sobrevivir la semana, me otorgan el Nivel 2 del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras. Supongo que así es como mi universidad premia a sus trabajadores, desconozco cuántos niveles 2 tenga, o cuántos haya en Psicología y/o en el país, pero opino que debería ser más generosa con la gente que más le produce.
Sin embargo, yo sigo en lo mío. Me publicaron el logro más grande de mi carrera (hasta ahora), en la que propongo la definición de la agresividad vial de motociclistas. ¿Creerá usted que no había? Entre las conversaciones con mi posdoctorante y la incansable necesidad de quitarme a mi mismo lo inocente, hacemos tal aportación a la ciencia. Michael Crichton sostenía que si no hacías tu aportación a la ciencia antes de los 40, tu carrera se extinguiría (yo lo conseguí a los 42, me dicen el apenitas). Ya se los estaré presumiendo cuando salga, que serán unas semanas del trabajo de producción (la edición, las maquetas y esas cosas). A ver si no me descuentan otra vez la siguiente catorcena por haber tenido de vacaciones.
Hablando de vacaciones, de pronto me encuentro con que ya se terminaron. Entre gestionar dos libros, la publicación arriba mencionada, y que el VP no me quiso renovar el contrato y tuve que trasladar alrededor de 8 toneladas de cosas inútiles a mi nuevo domicilio, estamos ya casi a la mitad de agosto. Estoy la mar de agotado, y ahora hay que regresar a la refriega de colegas que sólo quieren verte fracasar y estudiantes que sólo quieren que les pongas diez. Así que, como decía Adal Ramones, aquí van los cinco puntos de Lord Vader para que mis estudiantes estén preparados para el semestre que está por empezar.
· No pelees. Hacerla de jamón no le beneficia en nada a nadie: tus profesores y tus compañeros serán tus futuros colegas. Lo que hagas ahora lo pagarás en 5 o 10 años.
· No se come en clase. Entiendo que eres joven y el hambre es atroz, pero comerte un plato de chilaquiles o una torta de milanesa mientras el profesor está dando clase es una falta de respeto para todos. Además, es importantísimo tomar en cuenta la limpieza y la basura que dejas cuando la clase se termina. Si lo encuentras en un coffee break, lo puedes consumir. Si no, no.
· El uso del teléfono es un problema. Entiendo que la tecnología ha invadido en gran medida las aulas y que muchos estudiantes sí hacen uso de ella para una mejor comprensión de la clase. Sin embargo, tu mirada tiene que estar la mayor parte del tiempo en la persona que está hablando frente a ti. No estás en el café con tus amigos, estás en clase, y no mirar a la persona que está hablando es una falta de respeto.
· Cuida a tu comunidad. El rumor es violencia. Si ves algo que piensas que no estuvo chido, acude a una autoridad. La universidad te pone varias instancias para que puedas atender este tipo de situaciones. Los profesores no somos autoridad más que en el aula. Hay trabajadores que usan la información que tú les proporcionas para fines políticos, meterle el pie a la gente y en general entretenerse siendo hojaldras. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
· Cuida tu promedio. Hoy en día, casi todas las maestrías del país te exigen un promedio mínimo de 8, sobre todo las que te ofrecen beca. Si baja de ese número, ahí se termina tu carrera, a menos que quieras y puedas estudiar otra licenciatura. Si encuentras que tu promedio es inferior a ocho, matemáticamente sólo los dieces cerrados te van a salvar, y si eso. Tu trabajo no es asistir, aunque de ello consiste más o menos la mitad de lo que tienes que hacer. Si no te estás quemando las pestañas, estás ocupando un lugar que alguien más agradecería más que tú.
Por lo demás, vamos a ver cómo llegamos a diciembre en un final de año que estará la mar de dramático. Tenemos el cambio de gobierno aquí en México (que invitaron al Putín a asistir al magno evento), son las elecciones gringas, que la cosa se está poniendo harto interesante (Go Kamala!) y a ver si el cambio climático no termina con todos nosotros.
Porque el semestre no ha muerto, porque ni siquiera ha empezado (Toing!).