Cuando sea demasiado tarde… - El fin.
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Pues ya volvieron a ser 7 días. Quisiera decirles que la cosa en Cuernavaca, Morelos, o México va mejor. El producto interno bruto del país está por los suelos, la producción del país no está yendo a ningún lado, y la clase política… el presidente López se negó a regresarle el abrazo a alguien que simplemente ya no pudo más. Están desmantelando las instituciones de este país para poder llevarse el poquito dinero que quedaba en las arcas, mientras millones de seguidores del presidente López no dejaban de aplaudir cómo les hicieron un aeropuerto del que no salen aviones y un tren que no viaja a ninguna parte. Qué felices están los seguidores del López con lo irremediablemente catastrófica que está la situación en mi glorioso México.
No me voy a molestar en citas porque no pienso promover la violencia de los hechos, pero esta semana asesinaron a una diputada local en Cuernavaca. Un grupo de individuos (o individuas, ya saben, el género) decidió que la señorita no merecía tener vida y se la quitaron. ¿Cuál es el pancho? Diario se pierde la vida en el estado de Morelos, no es novedad. Cerca de a 5 o 6 personas se les arrebata la vida en todo el estado. Diario. Estamos hablando de por lo menos mil individuos al año. Lamento mucho el fallecimiento de la Lic. Marín, pero no sólo porque era un ser humano que merecía tener todas las oportunidades de desperdiciar su vida como todos los demás. Era una diputada, de esos que considerábamos cacas grandes que no podían ser tocados y que al final del periodo se llevarían una pensión dorada para poder continuar sus vidas con alegría después de haber aportado nada a la comunidad. ¿Se dan cuenta? Cada x número de años nos tenemos que reunir para determinar quiénes van a tener la oportunidad de llenarse los bolsillos de dinero y abastecer las necesidades de los suyos a costa de las de usted, y de su servidor. ¿Por qué perdimos, lamentablemente, la vida de una diputada?
Porque la corrupción nos sobrepasó. No tiendo a apoyar las versiones de la extrema derecha, de que la familia tiene que ser de tal manera o que sólo se puede amar la manera que un ser superior indicó. Sin embargo, considero que las razones por las cuales la situación se encuentra en tal circunstancia es por la corrupción. La única cosa inteligente que dijo el expresidente Enrique Peña Nieto, posiblemente en toda su vida, es que la corrupción es parte de la cultura mexicana. La tortillería de la vuelta de casa de ustedes siempre me vende una tortilla de menos (ahí en la Satélite, antes de llegar al mercado). El kilo de tortilla está sobre los 30 pesos, pues además viene con una tortilla de menos, si no es que dos. Vaya usted a las gasolineras del libramiento, se le sirve a usted y a mí cerca de 200 pesos de menos en la recarga de su combustible. El sistema económico del país vive sobre la lubricación de la corrupción, de lo contrario nada sería posible. El limón, el aguacate, el jitomate, la tortilla, el maíz… de cada diez pesos que usted y yo gastamos, dos se lo lleva la corrupción y tres se los lleva el SAT. Va a llegar el momento en el que será más económico y de generación de bienestar el simple y sencillamente no trabajar. Si no se produce, no se le puede cobrar a uno derecho de piso.
¿En qué momento permitimos que la mentira sea la forma en la que llevamos nuestras vidas? ¿En qué momento aprendimos que “el que no tranza, no avanza”? Que si quieres poder incorporarte al tránsito tienes que aventarte, porque nadie lo va a permitir.
El crimen organizado no es un grupo de individuos con malas intenciones, lo somos todos. Cada que nos pasamos un semáforo en rojo (total, no pasa nada), o circulamos en sentido contrario para no tener que esperar una fila de cientos de vehículos. Cada que buscamos la manera de cobrar más por un servicio que, además, vale menos. Todo el mundo está viendo cómo hacerse de más ingreso con menor esfuerzo y preferentemente a costa de alguien más, porque además hemos generado una cultura en la que no sentimos que hemos avanzado si no es a costa de la pérdida de alguien más.
La muerte de la diputada la llevamos todos sobre la solapa. Diario se pierde la vida en mi glorioso estado de Morelos, pero este hecho le grita a todos los vientos que no nos importa la autoridad, no nos importa la ley, y deje usted la ética. De ahora en adelante va a prevalecer la ley de la pistola más grande, y si no me cree usted, visite cualquier local comercial este fin de semana. Hemos llegado al grado en el que salir a la calle puede significar la pérdida de la vida. Para todos aquellos maleantes que nos atemorizan, ¿qué beneficio nos ofrece el salir a la calle? Vas a comer, asaltan un restaurante. Vas a la plaza, igual. Lo único que están consiguiendo es congelar la economía, y va a llegar el día en el que se asesinará a una anciana por una moneda de cinco pesos, para adquirir una barra de pan que tenga un costo de diez.
La humanidad no ha muerto, pero mientras sigamos pensando que somos nosotros contra ellos, no habrá manera de enderezar esta sociedad. Mientras tanto los hijos del presidente López se andan dando la vida que ni usted ni yo, podríamos tener