Cuando sea demasiado tarde… - El de todos los años…
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Este año le tocó a los koalas. Ya sé que el año pasado no hubo mensaje de todos los años, fue una grata sensación recibir mensajes de gente que se quedó esperando la misiva de todos los fines de año. Sin embargo, nos hemos encontrado en el final de la catástrofe ambiental. La mitad de la población de los koalas ha fallecido debido a los incendios que acaecieron estas últimas semanas en Australia. Lo siento, de verdad lo siento. Yo sé que en México los muertos se cuentan por horas, estamos sobre los dos o tres por hora. Sin embargo, no puedo dejar de entristecerme por los efectos que tiene el cambio climático en nuestro planeta. Los cuernavacenses somos muy afortunados: si no toma usted en cuenta el hecho de que el SAPAC no sirve para nada y la infraestructura hidráulica de la ciudad tiene 100 años de antigüedad, los cuernavacenses vivimos con el agua asegurada casi permanentemente debido a que el Chichinautzin nos deleita con su majestuosidad. El día que el petróleo se termine, nosotros podremos seguir disfrutando de grandes beneficios infraestructurales tales como el agua, sólo por las particularidades de la gravedad y las barrancas de la ciudad de Cuernavaca.
Somos afortunados. No tenemos canales de vía como en Venecia, ni incendios forestales horrendos como en Australia. Lo que sí tenemos es mucha vegetación y mucha circulación de vientos y de agua. Cuernavaca se convertirá en una especie de Meca donde la gente vendrá a vivir de la tranquilidad de tener un clima cálido y una provisión de agua moderadamente constante. Digo, no hay que olvidar que los vecinos de Ahuatepec no han tenido agua en semanas, pero es sólo cosa de reestructurar la infraestructura actual para garantizar la provisión del preciado líquido a todos los hogares de la ciudad. Cuernavaca va a ser una suerte de refugio para aquellos que ya no pueden sustentar su desarrollo, aquellos que ya no pueden llevar a cabo sus obligaciones en las grandes urbes.
Cuernavaca es la ciudad del futuro. No importa el crimen organizado, ni la asaltadera a vivienda o comercio. Entre el clima y la provisión de agua, en cosa de cinco años vamos a estar llegando a los 2 o 3 millones de individuos, principalmente refugiados de la capirucha. El cambio climático nos va a cambiar la vida, va a cambiar la manera en la que interactuamos con nuestro entorno, y va a cambiar la manera en la que nos agrupamos. A lo mejor no tenemos que rescatar a los koalas, pero en definitiva vamos a ser refugio de todos aquellos que ya no tendrán acceso a provisiones tan esenciales como el agua.
El 2019 ha muerto, solito se fue. A ver qué trae el 2020.