Columna Desde la Torre - Los milicos
En opinión de Roberto Enrique Rodríguez Guerrero
En países del cono sur se hacen varios interrogantes sobre el tema militar “los milicos”, si será posible que se reviva el pasado que pensaban ya estaba superado, lo que conlleva a un golpe de Estado, en razón de que los militares no aceptan formalmente las reglas del juego democrático. En el filo de la navaja se encuentran las relaciones civiles con militares, lo que puede generar su empoderamiento en la economía y que sus miembros al tener el poder de las armas generan temor, es un trauma difícil de superar cuando los militares sin miramientos asesinan a la población civil, provocando un retroceso en el Estado de Derecho y espinoso camino para la recuperación del sistema republicano y de total desconfianza de las relaciones cívicas- militares, en que la ley es rebasada por los militares que desde su origen pelean por ganar en los espacios del poder y hacer a un lado a los civiles, las tensiones que se viven son parte del caos e indigencia de la democracia.
Los militares en términos generales dejaron de ser un símbolo, no se les considera como defensores de la Patria, en algunas latitudes están liados en los negocios del narcotráfico o sirviendo en solucionar los problemas de países vecinos a cambio de ayudas económicas ya sea en efectivo o en armamento, recursos que se utiliza para acrecentar la fortuna de los milicos, que nadie puede auditar cuanto reciben y en que lo destinan. Existe el temor fundado que cualquier intromisión en su territorio, aplican la decisión final.
México, no es ajeno a la ambición, se tuvo la experiencia con la dictadura de Porfirio Díaz, 1876-1910- 24 años, duró en el poder; posteriormente años más tarde, en los sesenta en la llamada guerra sucia, el gobierno violó el Estado de derecho sistemáticamente con las medidas de represión militar que ejecutaba, en la llamada dictadura perfecta, con un partido -PRI-, surgido de la Revolución Mexicana, instituto político creado exprofeso para terminar con las disputas de los militares, una política de silencio y olvido que se construyó sobre diferentes sucesos violentos de la historia reciente del país, la exoneración al expresidente Echeverría por las matanzas de 1968 y 1971, consideraron que los delitos habían prescrito por lo que las órdenes de aprehensión por genocidio eran improcedentes. El suceso es relevante no solo porque evidencie la impunidad en el sistema político, sino porque a pesar de que la masacre de Tlatelolco, es uno de los episodios presentes en la memoria colectiva, no hubo una movilización relevante por parte de la sociedad civil, ya que la búsqueda de verdad y justicia no era un asunto que la colectividad mexicana demandara. En 2018 surge de nueva cuenta el sistema unipartidista, con la voz, decisión y gobierno de un solo hombre, mala gobernanza que está gestado en México las condiciones del manual que predisponen tener un régimen de mano dura; llamase dictadura, junta militar o democracia de corte fascista, con una envoltura simuladora de lucha contra la corrupción y austeridad republicana.
Andrés Manuel López Obrador, es un político hipersensible a la crítica. No podía ser de otra manera, tras veinte años de ser víctima de la descalificación interesada y sistemática por parte de los medios y la opinión pública alineada a los poderes fácticos. La profecía se está cumpliendo, los agoreros del pasado que habían vaticinado de que esta administración llevaría a México al despeñadero, aunque AMLO tenga otros datos, estamos a punto de tocar el fondo del abismo.
La pobreza, la desigualdad, los privilegios y la frivolidad de las élites, la corrupción, la ausencia del Estado de derecho y la inseguridad pública, con López Obrador, finalmente pasaron factura y amenazan con destruir lo construido. Con más extrema pobreza, en los barrios de miseria habitantes imposibilitados para poder llevar alimento y dar una vida digna a las familias.
El ejército de nuestro país, forman parte del órgano que planea la inversión gubernamental en investigación, innovación y tecnología, órgano que define las inversiones gubernamentales en la materia, la mano dura del gobierno para perfilar la agenda de Estado en materia de ciencia, tecnología e innovación. López Obrador ha profundizado la militarización tanto dentro como fuera del ámbito de la seguridad; cumple un año más del Acuerdo presidencial que dispone la participación de las fuerzas armadas en tareas policiales hasta 2024 y la creación de la Guardia Nacional; López Obrador se ha distanciado de la estrategia en la detención de los capos de la droga, es más, al principal zar de las drogas Ovidio Guzmán López, “el chapito”, una vez detenido ordena su liberación; la disminución en el combate frontal a los grupos criminales, la guerra militarizada contra la delincuencia en México detonó altos niveles de graves violaciones de derechos humanos. Una de las caras más conocidas de esta crisis han sido las desapariciones forzadas, cometidas por el Ejército, la Marina, así como por otras fuerzas de seguridad de todos los niveles. Para darnos una idea del poder de las fuerzas armadas en México, son los encargados de: Desplegar operaciones de seguridad pública (directo y a través de la Guardia Nacional); Resguardo de instalaciones estratégicas; Control y vigilancia en puertos y aduanas; Participación en control migratorio; Erradicación/fumigación de plantíos de cannabis y amapola; Producción/adquisición y otorgamiento de licencias de las armas de fuego portadas por fuerzas públicas, empresas privadas de seguridad y particulares; Transporte y/o servicio de escolta para recursos entregados por el gobierno a la población; Construcción de sucursales del Banco del Bienestar, aeropuertos y megaproyectos turísticos y de transporte; Administración de megaproyectos, tendrá la concesión del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) durante 50 años, la construcción y supervisión del Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas; Distribución de vacunas y equipo médico contra COVID-19; Atención a desastres naturales. Y como en la quiniela ¿Lo que se acumule?
La última y nos vamos: La diatriba contra la UNAM, es una estrategia a la que hay que poner mucho cuidado para no caer en la trampa de Andrés Manuel López Obrador, indigna y ofende a los universitarios no solo de México, sino de todo el mundo; el presidente de México se equivoca en sus opiniones negativas hacia la UNAM; es una institución de gran diversidad de pensamiento, que se ha colocado entre las mejores universidades de América Latina, evaluada a través de mediciones objetivas. El autoritarismo pone en marcha la represión, como en los tiempos de Díaz Ordaz, la Matanza de Tlaltelolco de 1968, genocidio que no se olvida. ¿Ordenará López Obrador asesinar a los estudiantes y académicos de la UNAM? Por el hecho de ser un espacio para la libre cátedra e investigación y ser garante de la pluralidad y respeto de los Derechos Humanos