Abuso en los cielos

En opinión de Guillermo Amerena

Abuso en los cielos

La mayoría de las líneas aéreas mexicanas, con más énfasis Aeroméxico, solo aprovechan el recurso argumentativo de la pandemia cuando les genera un buen pretexto para no dar un servicio al usuario del transporte aéreo.

 

En México, lamentablemente, seguimos con una regulación anclada en la década de los 90´s consistente en generar escenarios abiertos para la competencia de la iniciativa privada en los servicios sujetos a concesionamiento por parte del Estado mexicano, sin embargo pasan los años y seguimos sin un catálogo robusto en defensa de los usuarios, ya no hablemos en los procesos para activar a PROFECO que siguen siendo tardados, complejos y tediosos.

 

No fue suficiente la reforma de 2017, el decálogo de PROFECO y otras acciones ya que siempre han encontrado espacios para darle la vuelta y cobrarle más al usuario.

 

Se deben considerar cambios regulatorios para generar mecanismos de protección y beneficio para los usuarios, quienes en la mayoría de los casos nos encontramos en estado de indefensión ante políticas internas de las empresas y peor aún, en zonas grises existentes entre sus propios procedimientos internos, donde nadie se responsabiliza de una atención justa y apegada a las mejores prácticas internacionales.

 

Las políticas internas, por ejemplo de Club Premier de Aeroméxico (híbrido mercantil extraño que a veces se hace pasar por filial y cuando le conviene como independiente) son modificados discresionalmente a como le acomoden sus intereses, sin que estos cambios a los contratos de adhesión, queden debidamente registrados en PROFECO y por supuesto, todos los cambios, son en detrimento de los pasajeros.

 

Sea por cobros indebidos o desproporcionados si es que el usuario osa a modificar un vuelo, por publicidad engañosa de ascensos no cumplidos, reteniendo pagos de reembolsos o por lo tortuoso de hacer valer el pago de daños o pérdidas de equipaje, lo cierto es que para los usuarios del transporte aéreo de nada han servido las miles de quejas presentadas en la PROFECO para que la relación con las líneas aéreas cambie.

 

Abunda al estado de indefensión, encontrar una férrea negativa por parte de las líneas aéreas a renovarse. En México las líneas aéreas, cualquier movimiento del pasajero es prácticamente un vía crucis en la que siempre media una merma económica.

 

Si no se pone orden en las políticas de Aeroméxico como la más grande línea aérea mexicana, las demás poco a poco iran tomando su ejemplo.

 

 

Aprovechando la reforma recientemente enviada por el Presidente de la República a la Ley de Aviación Civil, el tema debería llegar con fuerza a la siguiente legislatura del Congreso de la Unión, que hoy está en campaña.

 

Hoy por hoy, que se están analizando rutas aéreas y valorando eficiencias, el gobierno federal debería reorganizar al sector aeronáutico y aeroportuario nacional para trabajar conjuntamente una reforma de fondo donde se establezca un catálogo de defensa a los usuarios como eje principal y este se cumpla a cabalidad.

 

Que PROFECO intensifique la revisión de la relación entre las empresas aéreas nacionales con los usuarios, pero también indudablemente alguna autoridad debería revisar lo costoso que resulta transportarse en territorio nacional a través de líneas aéreas mexicanas. Mucho trabajo por delante ya que por donde le veamos, hay un abuso en los cielos.

 

Twitter: @GAmerena