1 de junio, aprendizaje comicial y democrático
En opinión de Dagoberto Santos Trigo

La jornada comicial del 1 de junio erigió un protagonista: la CIUDADANÍA. La emisión de su sufragio se dio en las condiciones idóneas, bajo un ambiente de sosiego.
El Instituto Nacional Electoral demostró, como siempre, un alto grado de calidad en la organización de cada etapa de la contienda, con el único objetivo de PROTEGER el veredicto de la mayoría.
Más allá de las cifras de participación, estos comicios inéditos son un APRENDIZAJE ÍNTEGRO, QUE DA FORTALEZA AL DEVENIR DEMOCRÁTICO DE MORELOS Y LA NACIÓN.
La participación ciudadana es fundamental para favorecer el control de las esferas del poder. A través de ella, se atenúan las discrepancias, emergen acuerdos y la toma de decisiones.
Se trató de un SUCESO TRASCENDENTAL DE EMPODERAMIENTO POPULAR FRENTE A UN SISTEMA JUDICIAL QUE, OTRORA, ERA ELEGIDO POR UN SECTOR.
Bajo ese esquema, es preciso insistir en que este proceso ha marcado un hito sin precedentes en la historia electiva del país. SOMOS UNA REPÚBLICA CUYA TRÍADA DE PODERES SURGE DE LA DECISIÓN DE LA CIUDADANÍA.
Con base en eso, emito mi reconocimiento a:
v Las y los morelenses, que salieron -con entusiasmo y determinación- a depositar su voluntad en las urnas.
v A las y los integrantes del Servicio Profesional Electoral Nacional, que con visión de liderazgo sumaron esfuerzos para sistematizar cada tarea.
v A las y los Capacitadores Asistentes Electorales, que coadyuvaron a VELAR por la libertad del voto. Su labor en campo fue tenaz y constante.
v Al funcionariado de las mil 164 casillas seccionales, que recibieron el dictamen de sus vecinos. Aquí, cabe mencionar que se tomaron 527 personas de la fila. En este rubro, Morelos ocupó el sexto lugar nacional.
v A los observadores electorales. Desde su óptica, promovieron la confianza en el árbitro, acrecentaron la transparencia y la legitimidad de los resultados.
v A quienes integraron los equipos de trabajo para realizar los cómputos distritales, que, con un enorme brío y entrega, cumplieron cabalmente.
Surge -ahora- la siguiente interrogante: ¿QUÉ SIGUE? La respuesta se resume en un vocablo: EXIGENCIA. Tenemos que demandar resultados a quienes salieron triunfadores, para que APLIQUEN LA LEY SIN DISTINCIONES, valorando la igualdad, inclusión, respeto, perspectiva social y prontitud.
Se requiere de un Poder Judicial cercano a las causas de la población, sin olvidar que existen grupos vulnerables, como: indígenas, madres solteras, personas de la tercera edad, de la diversidad sexual y otros.
Frente a las críticas que hacen apología de la conspiración, es pertinente exclamarles que no tienen sustento. EL VOTO DECIDIDO ES EL AUTÉNTICO EQUILIBRIO ENTRE PODERES.
En suma, esto no fue una jornada electoral más. Fue un acontecimiento en que imperó el carácter colectivo, que despojó a las élites del privilegio de nombrar a las y los juzgadores.
Morelos y México han dado un paso definitivo en términos evolutivos. Así lo ponderó Juárez, cuando externó: “La democracia es el destino de la humanidad futura…”.
En lo sucesivo, se habrán de perfeccionar algunos elementos logísticos, con un tiempo más considerable y unas campañas electorales masivas, que atraigan el interés del votante. Ésas son las asignaturas pendientes más importantes.
Para el INE, DEMOCRATIZAR es un verbo que no culminó el 1 de junio.
El episodio siguiente es continuar CONSTRUYENDO UNA CIUDADANÍA CRÍTICA, que imponga, con perseverancia y a cada momento, su temperamento INALIENABLE.