Verificación, un desastre
En opinión de Roberto Salinas
Para nadie es desconocido que la verificación vehicular es una calamidad para los ciudadanos. Por un lado, su sistema de citas no permite a los ciudadanos agendar su cita para verificar su vehículo de acuerdo con sus posibilidades laborales o personales, del cual hay que someterse al único día y dos o tres opciones de horario que te da el sistema (esto en caso de que hubiera disponibilidad) si no puedes, debes intentar en otro momento. Por otro lado, cinco Verificentros en todo el estado resultan insuficientes para cumplir con esta obligación y a pesar de las citas, las filas son muy largas o incluso en otros momentos, no hay vehículos en espera de su verificación.
En 2019 la Secretaría de Desarrollo Sustentable (responsable de este desastre) se planteó realizar una convocatoria para aumentar cinco Verificentros y llegar a un número de 17 con la intención de ofrecer mejores servicios a los ciudadanos, evitar las largas filas y el congestionamiento vial que generaba. Ese fue el pretexto, atender mejor a los más de 800 vehículos registrados en Morelos. Sin embargo, una vez listos los cinco nuevos Verificentros tomaron la decisión de cancelar los otros 12.
En medio de un proceso opaco, en el que solo participaron funcionarios públicos de la propia Secretaría de Administración y de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (pudo invitarse a ambientalistas y expertos en medio ambiente) se designó a cinco personas físicas como las únicas que cumplían con todos los trámites, pero uno de los requisitos por extraño que parezca no era el tener experiencia en la operación de Verificentros, por lo que desconocemos si quienes operan los mismos surgieron de la espontánea lotería de ganarse un Verificentro.
La Secretaría de Desarrollo Sustentable dice no contar con los documentos que presentaron los participantes en la convocatoria de nuevos Verificentros, por lo que remite a la Secretaría de Administración específicamente al área de Procesos de Adjudicación. ¿Cómo no va a tener la Secretaría la documental? Si ella misma solicitó, participó y a través de sus funcionarios tomaron las decisiones.
Han pasado 9 meses y no se sabe aún cómo se desarrolló el proceso de designación de Verificentros, no sabemos cuántos recursos obtiene el Gobierno Estatal y los Verificentros, no sabemos aún porqué se cancelaron 12 Verificentros y no se tomaron las medidas necesarias para reemplazarlos.
No solo no ayudaron a resolver el problema, lo incrementaron, generando un daño ambiental y un daño a los propios ciudadanos. Por esta torpeza o acto deliberado no hay ningún responsable ¿Por qué? Porque en esta administración nadie se hace responsable, porque en esta administración no se buscan a los mejores y más capacitados o que solucionen problemas, se buscan los más leales, a los aduladores o cómplices.
El caso de la Verificación vehicular es un ejemplo claro de la forma de hacer política, de la visión que se tiene de los ciudadanos, en la que no importan las formas, los problemas o afectaciones con tal de alcanzar los objetivos particulares. Como ese, podríamos dar muchos ejemplos más en el ámbito de la salud, la economía o el campo. ¿Qué vamos a hacer?