Un hecho, ruptura de diputados de Morena
Reconoce Marcos Zapotitla que las divergencias desplazarán a su grupo parlamentario de los órganos de control
El golpeteo interno se intensificó ante la sucesión en la presidencia de la Mesa Directiva de la 54 legislatura
Juan Lagunas 
El diputado del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (quien no ha sido tomado en cuenta por sus homólogos, para la sucesión de la Presidencia de la Mesa Directiva), Marcos Zapotitla Becerro confirmó que sí existe una ruptura al seno del grupo parlamentario.
De persistir las divergencias, los órganos de control quedarían como hasta ahora: en manos de los partidos Encuentro Social y del Trabajo (Alfonso de Jesús Sotelo Martínez y Tania Valentina Rodríguez Ruiz, respectivamente). En entrevista, reiteró que las pugnas podrían culminar en la continuidad de esas instancias colegiadas.
El congresista adujo que, ante ese panorama, no se descartan las “sorpresas”; y se necesita el consenso de 14 votos; eso lo tiene que lograr quien tenga la intención de presidir el órgano. “No perdamos de vista esa situación”.
Ante el cuestionamiento de que “si existe golpeteo”, añadió que se está reproduciendo una situación similar relativa a las discrepancias entre Ricardo Monreal y Martí Batres: “Desde luego que hay aspiraciones legítimas de algunos compañeros. Creo que tampoco se vale la descalificación”.
Asimismo, el legislador agregó que tampoco tiene cabida la “agresión; y reiteró: “el tema es de quien reúna el consenso de 14 votos”. Manifestó que la ley contempla la hipótesis de que esto no sea posible: “que no se reúnan”. Por tanto, “no descartemos que los órganos queden tal y como están”.
Sobre su exclusión en las decisiones de este tipo, aclaró que “yo me excluyo, porque no coincido con las decisiones de ellos, porque, lo seguiré diciendo: yo no coincido en el doble juego perverso de extorsionar al Ejecutivo (Cuauhtémoc Blanco Bravo); de chantajearlo, para obtener algunas prebendas y, entonces, hay que tomar distancia de ese tipo de actos”. En caso de que los acuerdos no se suscitan, puntualizó que existen dos partidos que presiden ambos organismos al interior del Congreso local.
Reveló que la división ha provocado violencia verbal, la que cuestionó como un acto innecesario; sobremanera, de aquellos que “llaman a la unidad”. En suma, esta espiral, culminó, ha generado “estancamiento” en la sustitución de las esferas descritas; esto, también ha obstruido el trabajo legislativo.
