Tres siglos de condena a un asesino del hijo de J. Sicilia
Luego de 13 años y medio del crimen en Temixco
El sentenciado debe pagar, además, más de $7 millones
Jesús C, uno de los involucrados en el secuestro y asesinato de Juan Francisco Sicilia Ortega, hijo del poeta y activista Javier Sicilia, fue sentenciado a 297 años de cárcel por un juez federal.
El condenado, quien ostenta los alias de "El Manos" o "El Chuy", fue hallado responsable por los delitos de privación ilegal de la libertad (en la modalidad de secuestro), delincuencia organizada, contra la salud (en su modalidad de posesión con fines de comercializar marihuana y clorhidrato de cocaína), además de portación de arma de fuego, de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
La información es proporcionada por la Fiscalía General de la República (FGR), la cual detalla en un comunicado que la sentencia obtenida fue a través de su representante en el estado de Tamaulipas.
El Ministerio Público federal recordó que el apenas sentenciado a casi tres siglos de prisión fue uno de los partícipes en el secuestro y asesinato en marzo de 2011 de Juan Francisco, junto con otras personas también plagiadas y privadas de la vida.
"De acuerdo con la indagatoria, en marzo de 2011 en Jiutepec, Morelos, varios sujetos armados, entre ellos el hoy sentenciado, integrantes de una organización criminal, privaron de la libertad a siete personas.
"El mismo día, en la colonia Villas del Descanso, también en Jiutepec, los delincuentes privaron de la vida a dichas víctimas, para posteriormente trasladarlas a un Fraccionamiento en Temixco de la entidad citada", se lee en el texto de la Fiscalía del país.
Además de la elevada condena, se impuso a Jesús C una multa equivalente a 7 millones 273 mil pesos.
El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad
Tras el asesinato de Juan Francisco en 2011, Javier Sicilia fundó el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. La iniciativa surgió como una respuesta a la creciente violencia y la impunidad en México.
Sicilia y otros familiares de víctimas de la violencia se unieron para exigir justicia, paz y un cambio profundo en las políticas de seguridad del país. De entre las principales causas perseguidas por el movimiento que, posteriormente, se extinguió, estaban:
denunciar la violencia; visibilizar la crisis humanitaria causada por el crimen organizado y la falta de acción del Estado; exigir justicia; buscar el esclarecimiento de los asesinatos y castigar a los responsables.
También se pretendía trabajar en favor de la paz y de una sociedad más justa y equitativa.
Ese movimiento principalmente se fundamentó en una serie de caravanas por la paz, con las que se recorrieron diversas ciudades de México para sensibilizar a la población y exigir un alto a la violencia.