Serpientes y escaleras - Partidos y candidatos

En las siglas y en los perfiles, Morena le lleva mucha ventaja a la oposición.

Partidos y candidatos

Esta semana podría definirse la lista final de los aspirantes a la gubernatura de Morelos por el Movimiento de Regeneración Nacional: ya se conocen los primeros cuatro nombres propuestos por el consejo estatal, faltan los últimos dos que saldrían como propuesta del comité nacional de elecciones. También del lado opositor comienzan a verse movimientos de cara al 2024 con la suma de más partidos. Más allá de las siglas, los nombres de la 4T parecen mejores para gobernar la entidad.

Los precandidatos de Morena son conocidos desde hace tiempo: Rabindranath Salazar Solorio, Víctor Mercado Salgado, Margarita González Saravia, Rafael Reyes Reyes, Juan Ángel Flores Bustamante, Lucía Meza Guzmán, Juan Salgado Brito y Sandra Anaya Villegas. Los de la oposición también están a la vista: José Luis Urióstegui Salgado, Ángel García Yáñez, Agustín Alonso Gutiérrez, Mayela Alemán Olvera, Víctor Sánchez Ayala y Armando Haddad Giorgi, los dos últimos desde Movimiento Ciudadano.

Si observamos la contienda desde un ángulo partidista la historia es clara: el Movimiento de Regeneración Nacional encabeza la preferencia electoral y se perfila como favorito por encima no solo de los partidos en lo individual, también en un escenario de alianzas y coaliciones tiene más de veinte puntos de ventaja.

Morelos es una de las seis entidades del país que renovarán la jefatura del ejecutivo en el 2024 en donde Morena lleva la delantera; caso distinto son los estados de Jalisco, Guanajuato y Yucatán, ahí la ventaja está del lado del frente opositor. En la tierra de Zapata el triunfo de la 4T parece definido casi en cualquier escenario y con cualquiera de sus candidatos; tendría que ocurrir algo extraordinario para que el resultado fuera diferente, es decir, benéfico para la oposición.

Como partidos el panorama estatal es parejo: las dirigencias brillan por su pasividad, por estar alejados de la ciudadanía y no representar la agenda social; ningún comité es representativo de su militancia, en el mejor de los casos encarnan los intereses de un grupo, pero en general se han convertido en un coto de poder desde el cual se pelean posiciones y se hacen negocios personales.

A diferencia de otros años la contienda por la sucesión se mueve a través de las dirigencias nacionales, porque ningún presidente estatal tiene la capacidad para convocar a su estructura o para actuar de manera imparcial; en Morena las reglas se han fijado desde el comité nacional y la decisión final vendrá también de allá. Lo mismo ocurrirá en el frente opositor, con la salvedad que ahí el esfuerzo por ponerse de acuerdo puede ser más complejo derivado del número de participantes y algunas figuras impresentables que lo conforman. Pero regresemos a los perfiles.

Si hiciéramos la comparación de perfiles sin tomar en cuenta las siglas y considerando únicamente su trayectoria personal y profesional, los mejores perfiles están del lado de Morena. Insisto, no se trata de colocar filias o fobias sobre los aspirantes, sino de observarlos en un contexto ajeno a las siglas a las que pertenecen.

Morena provoca un doble sentimiento: Morelos es históricamente un estado obradorista y ello se refleja en los números de las encuestas que, a pesar de las múltiples crisis que ha vivido la actual administración, mantiene su simpatía hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador y el partido que lo representa. Frente a ello también existe un sector social desanimado con la 4T, decepcionado de los resultados y ofendido con la defensa a ultranza que el gobierno federal ha mantenido hacia el gobernador a lo largo de cinco años.

El balance de esta circunstancia sigue siendo favorable a la 4T porque a pesar de los desaciertos, no existe enfrente una oferta mejor; la oposición ha tenido múltiples oportunidades para hacerse escuchar, para encabezar la agenda del estado y conducir el enfado ciudadano; contrario a ello la oposición ha desaparecido, con su silencio ha sido cómplice y solo hasta ahora que se avecina un nuevo proceso electoral comienza a alzar la voz, pero aún de manera tímida y sin contundencia.

El problema de la oposición local no está en la distancia que le lleva Morena en las encuestas, lo está también en el hecho que sus perfiles para buscar la gubernatura están muy lejos de ser competitivos y el empaque de sus partidos, en lugar de proyectarlos, los hunde, porque se trata de instituciones con un altísimo rechazo social y muy poca empatía ciudadana.

Quitando las siglas alrededor de los aspirantes, en una comparación individual, personal y en función de trayectorias e imagen pública, las mejores propuestas las tiene Morena; aún considerando que existe un sector importante de la sociedad que no está de acuerdo con la 4T y por tanto rechazaría cualquier propuesta que surja de ese bloque político, la ausencia de un buen perfil del lado opositor complica el triunfo del frente amplio morelense.

Pensemos además que al candidato local del FAM le ocurrirá lo mismo que a Xóchitl Gálvez: la precandidata presidencial genera simpatía, llama la atención de mucha gente y acapara el sentimiento antiobradorista; aun así todo el tiempo debe excusarse por estar a la sombra del PRI y bajo el yugo de partidos que no han sabido ser oposición en el país.

En Morelos ese escenario se va a repetir, pero sin una figura con el carisma y arrastre de la senadora Gálvez; ninguno de quienes aparecen hoy como posibles candidatos de la oposición tiene respeto social, ni tampoco rentabilidad política que los fortalezca en campaña. Esta situación se reflejará no solo en el debate, también se hará presente al momento que los candidatos busquen apoyos para su campaña. En castellano ¿Quién invertiría en una oposición que arrancará la carrera con más de veinte puntos de desventaja, con candidatos poco competitivos y partidos que en lugar de generar simpatía provocan repulsión?

Las dirigencias estatales perdieron mucho tiempo en el limbo y solo hasta que comenzó formalmente el proceso electoral intentan sacar la cara; los rostros que aparecieron esta semana al lado de los dirigentes estatales en la presentación formal del frente opositor representan lo peor de la política local, son justamente aquellos contra los que la gente ha votado en las últimas elecciones y quienes, con su forma de actuar y ejercer el poder, dieron vida al nacimiento de un bloque ciudadano opositor que se refugió en Morena.

La carrera del FAM rumbo al 2024 es cuesta arriba: los partidos que conforman el Frente Amplio acaparan el ochenta por ciento del rechazo social, ahí están los partidos y las personas con más negativos y también reaparecen figuras que la gente identifica con actos de corrupción, abuso de poder e ineficiencia gubernamental. ¿En qué cabeza cabe pensar que Messeguer, Saucedo, Meade o Garrigós representan una razón para votar por la oposición?

Frente a frente, Morena le lleva mucha ventaja a la oposición en Morelos. Hombre a hombre (mujer a mujer), también.

·         posdata

El frente opositor mostró una mezcla de lo más exquisito de su militancia en el acto donde se presentaron formalmente como bloque electoral, ahí estuvieron además de los dirigentes estatales, algunos personajes que en otros tiempos fueron poderosos y representativos de la clase política local, pero hoy son impresentables.

En primera línea estaban Jorge Messeguer, Jorge Meade González, Víctor Saucedo, Romualdo Salgado, Manuel Martínez Garrigós, Eliacib Polanco, Sergio Prado, ˚Margarita Alemán, Rafael Tamayo, Matías Quiroz, Rodrigo Dorantes… todos ellos en los gobiernos de Graco Ramírez, Marco Adame y Jorge Carrillo Olea; hoy todos están en la banca política, alejados desde hace años de la función pública porque nadie los quiere cerca.

Habría que analizar qué pasó por la cabeza de las dirigencias políticas locales al diseñar este acto ¿En verdad piensan que con este tipo de políticos la gente va a volver a confiar en ellos? ¿De verdad creen que con una coalición tan peculiar se volverán atractivos para el votante?

Podríamos estar de acuerdo que los yerros del gobierno actual generan malestar social en varios sectores y para muchos pueden ser un motivo para no votar por Morena; aún así los políticos aglutinados en el Frente no son mejores, de hecho son peores.

¿A nadie se le ocurrió mejor invitar a sociedad civil? ¿O acaso la invitaron y nadie quiso asistir?

·         nota

Escucho la respuesta de la diputada Andrea Gordillo a las declaraciones de la secretaria de gobernación María Luisa Alcalde sobre el fiscal Uriel Carmona; enjundiosa, pero poco clara en sus ideas, la representante popular defendió sin defender, argumentó sin argumentar y justificó sin poder establecer una idea clara.

Así es la legisladora panista, le gusta el protagonismo tanto como el dinero, participa en muchos temas, pero siempre lo hace de la misma forma: con retórica, frases trilladas y emulando el estilo de políticos como Manuel Martínez Garrigós; ergo: habla mucho y no dice nada.

Tras lo comentado en la conferencia mañanera los reporteros buscaron a algunos diputados para conocer su opinión sobre el tema; Ángel Adame fue prudente, dijo desconocer el tema y evitó meterse a un asunto polémico. Caso contrario sucedió con Andrea Gordillo: la joven se soltó a hablar sola, cantinfleó de principio a fin hablando de soberanía, respeto y autonomía y remató su parloteo con expresiones de político viejo, arcaico, obsoleto.

El tema del fiscal continúa vivo en la agenda nacional, se trata de una historia inconclusa que avanza por el terreno legal, pero que no es ajena de presiones políticas. María Luisa Alcalde estableció los hechos de manera cronológica, incluyendo el origen político del fiscal y sus relaciones con diputados del congreso local; recordó las causas por las cuales se encuentra sujeto a proceso y dijo que “La próxima semana la H. Cámara de Diputados por mandato de la SCJN deberá determinar y votar si el fiscal debe continuar con fuero o no para que la FGR pueda proceder por la posible comisión de delitos federales… Independientemente de lo anterior la Fiscalía de la CDMX continuará con los procesos penales en su contra”.

La Secretaria de Gobernación sobresale por su sobriedad, por su preparación y conocimiento de los temas que aborda; ha resultado mejor que su antecesor. La diputada local panista habla por hablar, es visiblemente limitada en muchos temas y carece de prudencia; es una manuelita Garrigós, un error de la democracia.

·         post it

Quien sea que encabece al Frente Amplio Morelense tendrá que cargar con todo el paquete que trae el PRI, el partido con más rechazo en la entidad, el PAN con los hermanos Terrazas y por supuesto a todo el graquismo que sigue arropado por el PRD.

Imaginen un candidato en Cuernavaca que lleve, por ejemplo, en fórmula a Saucedo, Meade y Garrigós.

·         redes sociales 

Al diputado Ángel Adame le salió del alma la expresión “Por ahí está Andy”.

Obvio: la dama va a todas.

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