Serpientes y escaleras - Morena ¿Más fuerte que nunca?
En opinión de Eolo Pacheco

A nivel Nacional la 4T está muy fuerte, pero en Morelos no son invencibles.
Morena ¿Más fuerte que nunca?
El discurso es herramienta recurrente de los políticos; a través del tiempo los ciudadanos hemos escuchado promesas de derecha y de izquierda, propuestas conservadoras y de avanzada, ideas progresistas y revolucionarias, pero ninguna se ha materializado. Hoy en Morelos el cambio es de ideología y de género, ¿será suficiente para que veamos una mejoría en las cosas?
El PRI gobernó con las viejas fórmulas de control, el PAN vendió la idea de cambio, el PRD se vistió de progresista y Morena dice ser la voz de los más necesitados.
El Movimiento de Regeneración Nacional apela a la justicia social, al apoyo a los más pobres y la construcción de un movimiento histórico, pero en la práctica se aferra a los clásicos símbolos de poder y las cuotas, por encima de capacidades profesionales y resultados palpables; por eso las cosas no le funcionan como ellos desearían.
En términos de opinión pública Morena tiene una amplia ventaja respecto a sus rivales: 7 de cada 10 mexicanos tienen una opinión positiva del partido y según el último sondeo de El Financiero, el 64 por ciento lo considera su favorito a nivel nacional. En 15 de 17 estados Morena es la fuerza con mayor intención de voto, en algunos casos con hasta el 40 por ciento, por encima de los demás.
A pesar de ello hay señales que advierten fragilidad en ese escenario: el gobierno federal y muchos integrantes del movimiento están envueltos desde hace meses en una espiral de escándalos que van desde lujos controversiales hasta denuncias por vínculos cercanos con el crimen organizado, sin descontar su incoherencia con el mensaje de austeridad y la terrible defensa que sobre casi todos los temas trata de hacer su dirigencia nacional.
Al interior del partido hay señales muy claras de tensión por frustrados intentos de reforma, como la ley contra el nepotismo o algunos nombramientos que quería la presidenta Claudia Sheinbaum, pero que fueron bloqueados por el bloque parlamentario que responde al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La fortaleza de Morena es indudable, pero no es absoluta ni se refleja de la misma manera en todos los estados. Morelos es un espacio distinto, aquí la simpatía de la presidenta de México es fuerte, pero la consistencia política local no, de ahí que en la elección pasada ganaron cómodamente la gubernatura, pero perdieron 30 de los 36 municipios del estado.
Ese resultado es una paradoja porque se consolidó la victoria estatal gracias al arrastre presidencial, pero al mismo tiempo se debilitaron las estructuras locales, justamente las que más cercanía e influencia tienen con el ciudadano.
A lo largo de los últimos años los morelenses hemos probado con muchas propuestas políticas: nos gobernó el PRI, el PAN, el PRD y ahora Morena; existen municipios que han sido encabezados por partidos distintos de forma consecutiva y otros donde el ganador fue un candidato ciudadano.
Independientemente de las siglas, la realidad es que tenemos un voto fragmentado, producto del desencanto social y de instituciones divididas por pleitos de grupos, tribus y/o facciones.
En esta historia un factor clave para todos será el desempeño del gobierno de Margarita González Saravia, porque esa será la carta principal de todos los partidos: Morena presumiendo los resultados y la oposición resaltando las fallas.
Y es aquí donde el escenario se vincula de manera directa a lo que desde ahora haga la gobernadora: si en los meses siguientes la administración estatal se consolida, ofrece resultados tangibles, mejora la situación de inseguridad, reactiva la economía y fortalece su imagen, su gobierno será el motor de las campañas locales, un argumento fuerte para pedir el voto y solicitar nuevamente la confianza colectiva.
Pero si la situación actual no mejora o empeora, lo que sucedería como en el 2024 es que Morena mantendría el control de los espacios federales gracias al arrastre nacional y la estructura de los programas sociales, pero perdería otra vez las posiciones locales y los municipios urbanos, lo que colocaría a la 4T en un escenario de alto riesgo en el 2030.
Después del desastroso planteamiento electoral del 2024, donde se dividió la fuerza de la 4T, dejando que los aliados jugaran por separado, se impusieron candidatos sin presencia social ni capital político y se construyó una estructura basada en programas federales y apoyo a la candidata presidencial, lo lógico sería que Morena corrigiera los errores, empezando por cambiar de coordinador estatal.
Pero como eso difícilmente sucederá, lo más probable es que en el 2027 veamos el mismo planteamiento con ajustes simulados, es decir, tenues intentos de unidad, poca consistencia en los acuerdos, mal manejo en la estrategia de imagen y mucho tiempo perdido. Frente a ellos aparecerá una oposición más estructurada, con recursos, con organización y sumamente motivada porque ya vio que Morena dejó de ser invencible.
A nivel nacional el Movimiento puede presumir que está fuerte porque así lo establecen los números, los resultados electorales y las posiciones que ocupan, pero en Morelos esa fortaleza no se replica de manera igual: depende del trabajo del gobierno estatal y de lo que haga la dirigencia antes de que inicie el proceso electoral.
Los candidatos de oposición están cantados, serán los alcaldes en funciones y aquellas figuras que los propios presidentes municipales decidan apoyar con los recursos que manejan. En Morena primero tienen que empezar a trabajar el terreno electoral, luego necesitan ponerse de acuerdo y de ahí pasar a la selección de candidatos, que representa la parte más dura, porque cada vez que llegan a ese punto terminan enfrentados.
Hace unos días los morenistas encabezados por la gobernadora Margarita González Saravia establecieron una mesa de trabajo político cuyo objetivo es trabajar desde ahora la elección intermedia. En el espacio coinciden diversas figuras con experiencia en el tema y algunos que tienen intereses particulares en el proceso que viene. Ese es el cuarto de guerra y ahí se tomarán las decisiones; correctas o incorrectas.
La buena noticia para la 4T es que el trabajo de planeación ya comenzó y eso significa que la gobernadora ya se dio cuenta que la elección que viene no será sencilla, ni se ganará solo con la marca.
Lo que hagan los estrategas morenistas en ese espacio en los próximos meses será determinante.
· posdata
La gobernadora Margarita González Saravia ha hecho del territorio el sello de su gobierno; lo hace porque considera que el contacto directo con la gente le permite tener mayor sensibilidad en los temas, pero además porque el roce popular es algo que siempre le ha gustado.
Los eventos y las giras son el pan nuestro de cada día en esta administración, la jefa inicia sus jornadas desde muy temprano, casi diario acude a los municipios y siempre tiene eventos programados con distintos sectores.
Dedicar tanto tiempo al territorio le ha permitido elevar considerablemente su nivel de conocimiento y le creó una imagen de mujer de trabajo, sencilla, afable y que sabe escuchar.
Pero no todo es miel sobre hojuelas: esta dinámica ha repercutido en la supervisión de su equipo y en la creación de una narrativa que cuenta que no controla al gabinete y no siempre es ella quien toma las decisiones. Puede que no sea cierto, pero es la idea que crece a su alrededor.
Y es que a pesar del ímpetu de la mandataria y de que no tiene oposición política, los primeros diez meses de su administración no han sido sencillos: la inseguridad, la terrible planeación presupuestal hecha por su primera secretaria de Hacienda, los escándalos de algunos de sus colaboradores, las renuncias forzadas y hechos circunstanciales como el cierre de la planta armadora de Nissan, generan presión a un régimen al que se le está exigiendo mucho desde el inicio.
Y luego están las cada vez más frecuentes historias de corrupción y los conflictos que han involucrado a funcionarios de su gobierno. Cada expulsión, cada historia ilícita que se cuenta y cada galimatías que incluye a alguien cercano, desgasta la imagen de la gobernadora y deja una huella indeleble en la percepción ciudadana sobre Morena.
En un estado como Morelos, donde la desconfianza hacia los gobiernos es histórica y la violencia se convirtió en parte del paisaje cotidiano, la gente ha dejado de creer en discursos, exige resultados y tienen muy poca paciencia.
De cara al primer año de mandato la gobernadora deberá valorar si mantiene junto a ella a perfiles cuestionables, figuras que no dan resultados, que desconocen la materia que les encargaron o repiten las viejas prácticas de corrupción de otras administraciones.
La narrativa pública es clara: Morena promete, pero los mismos problemas persisten. Y en política como en todos los aspectos de la vida, la percepción es más poderosa que cualquier discurso oficial. A veces más que la misma realidad.
Lo que Margarita González Saravia decida en los próximos meses respecto a su gabinete no solo definirá la eficacia de su administración, también se volverá un factor decisivo en el panorama electoral de Morena en el 2027 e influirá en la calificación que el ciudadano de a su trabajo en las urnas.
Es extraordinario tener a un buen ser humano al frente del ejecutivo, pero es peligroso que el equipo abuse de esa bondad y la jefa no quiera darse cuenta.
· nota
La muerte de una pequeña que pedía monedas en la glorieta de La Luna en Cuernavaca va más allá de un incidente trágico; merece una inmediata atención de las autoridades por lo que podría haber detrás de esta situación. Explico:
Cualquiera que se mueva por las calles de la capital se habrá dado cuenta que en diferentes cruceros de la ciudad hay mujeres pidiendo monedas, todas parecidas, vestidas iguales, utilizando cartulinas del mismo color, con el mismo mensaje y escritas con la misma letra.
Las mujeres son indígenas y constantemente llevan en su espalda un bebé amarrado, quieto, que no llora, no se mueve y se la pasa dormido; esta imagen se repite al mismo tiempo en varios puntos de la capital porque, cuentan algunas autoridades municipales, hay alguien que las lleva y la recogen en camionetas. Ergo: forman parte de una estructura, existe alguien que las maneja a todas.
Un día después de la trágica muerte de la niña en la glorieta de La Luna, apareció otra mujer de las mismas características, ahora con un pequeño más o menos de la misma edad de la pequeña fue atropellada, repitiendo los malabares y solicitando monedas a los automovilistas. Desde el ángulo que se vea esto genera sospechas, habla de una especie de red de trata que se mueve a plena luz del día, al amparo de las autoridades y sin que nadie diga nada.
En un momento en el que México y Morelos son gobernados por mujeres, permitir esta situación es absolutamente inaceptable. Por humanidad, el gobierno debería investigar y hacer algo.
· post it
A Noroña se le están complicando las cosas; sólo él y los de Morena lo consideran víctima; ahora los ejidatarios de Tepoztlán refieren que su propiedad millonaria es irregular y no pudo ser objeto de un crédito, como él afirma.
Peor que Noroña, sólo quienes lo defienden.
· redes sociales
Que tan detestable será Noroña que frente a él, el ladrón barbaján de Alito recibe más apoyo.
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