Serpientes y escaleras - El quinto elemento

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - El quinto elemento

La carrera por la sucesión comenzó; un actor clave en esta historia no competirá en Morelos

 

El quinto elemento

En política no hay nada escrito, por ello en ocasiones los escenarios electorales deben analizarse tomando en cuenta las matemáticas. Para anticipar lo que podría suceder en la contienda del 2024 es necesario combinar los nombres y las posiciones en juego. Los números jugarán un papel importante en el proceso de sucesión en Morelos.

Veamos:

El 2024 en algunos estados del país se renovarán todos los cargos de elección popular; en Morelos habremos de elegir presidente de la república, gobernador, alcaldes, diputados locales, diputados federales y senadores.

Desde hace tiempo se han mencionado a las figuras que quieren participar en ese proceso y el análisis de sus posibilidades de competir y ganar se ha hecho en función de sus méritos personales, de su rentabilidad electoral y de sus alianzas políticas. En Morena, el partido con más posibilidades de ganar la elección en la entidad, hay cuatro figuras de partido y alguna más que podría incluirse como cuota del gobernador.

La lista de quienes aspiran a suceder en el cargo al gobernador Cuauhtémoc Blanco la integran el subsecretario de gobernación Rabindranath Salazar Solorio, los alcaldes Juan Ángel Flores Bustamante y Rafael Reyes Reyes y la directora de la Lotería Nacional Margarita González Saravia. Además de la jefatura del ejecutivo, los otros cargos que consideraran estos aspirantes son los dos escaños en el senado de la república. Veamos el escenario de forma numérica: hasta aquí hay tres posiciones y cuatro jugadores. Entonces aparece el quinto elemento.

Aunque para algunos la definición de estas candidaturas son decisión de partido, el gobernador Cuauhtémoc Blanco podrá colocar al menos a una persona de su equipo en la mesa de negociación por órdenes del presidente. Más allá de méritos políticos, identidad partidista o de la rentabilidad electoral de su propuesta, dada la cercanía del jefe del ejecutivo morelense con el líder moral del Movimiento de Regeneración Nacional, a nadie sorprendería que coloquen una pieza suya en este juego; para entender esto recordemos que aunque desgastado en lo local, el gobernador de Morelos está considerado como un factor necesario en el rompecabezas de Morena para el 2024 por los votos que puede aportar a la campaña presidencial, pero sobre todo por los que llevaría a la bolsa de la Ciudad de México Entonces habría cinco nombres para tres posiciones en Morelos.

Comencemos con las combinaciones posibles:

Si el candidato de Morena a la gubernatura de Morelos en el 2024 es Rabindranath Salazar, al gobernador Blanco le podrían otorgar uno de los dos espacios al senado de la república; ahí podría proponer al secretario de Transporte Víctor Mercado, a su hermano Ulises Bravo o a la secretaria de administración Sandra Anaya. Si la pieza que coloque el futbolista en la senaduría es un varón, la otra candidatura sería para una dama, en cuyo caso la propuesta natural sería Margarita González Saravia. Primera pregunta ¿En dónde acomodarían a los alcaldes de Jiutepec y Jojutla?

Otro escenario es que por razones de género la candidata de Morena en Morelos sea la directora de la Lotería Nacional; en ese supuesto el gobernador podría impulsar a alguien al senado o negociar que le concedan la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca. En este caso habría posibilidades de un espacio al senado para Juan Ángel Flores o para Rafael Reyes, pero invariablemente uno de los dos quedaría fuera o se tendría que conformar con una curul al congreso local o federal.

En el 2018 y en el 2021 el presidente Andrés Manuel López Obrador antepuso su amistad con Cuauhtémoc Blanco por encima de Morena, por eso no resulta descabellado que en el 2024 la candidatura a la gubernatura o una posición al senado se entregue a un hombre que además de tener una estrecha relación con el líder moral de la 4T, está considerado un activo del partido que les ayudaría a retener el control del gobierno de la Ciudad de México. Si así sucediera, el candidato al gobierno de Morelos podría ser Víctor Mercado, Ulises Bravo o Sandra Anaya, lo que dejaría dos espacios al senado de la república en los cuales llevaría mano Rabín Salazar y para Margarita González Saravia. En este escenario los alcaldes podrían quedar fuera de la jugada.

Un cuarto escenario sería que alguno de los dos presidentes municipales encabezara el proyecto del Movimiento de Regeneración Nacional en Morelos, de ser así habría que esperar hasta saber cuál de los dos está mejor posicionado en las encuestas en ese momento, lo que derivará absolutamente de la percepción que la ciudadanía tenga de ambos. En este plano no importará cuál de los dos ha hecho un mejor trabajo al frente de su municipio, sino quien tiene mejor imagen pública; si la tendencia se mantiene hasta el 2024, el candidato más probable en este supuesto sería Juan Ángel Flores. En caso de que el abanderado a la gubernatura de Morena sea un presidente municipal, las otras dos posiciones podrían ser para Margarita González Saravia o Sandra Anaya, Víctor Mercado, Ulises Bravo y Rabindranath Salazar, a menos que el subsecretario se integre a la campaña nacional buscando volver a ser parte del gabinete federal.

Desde un ángulo numérico el proceso de sucesión implica una matemática política, porque el número de espacios en juego es menor al de los aspirantes; al tomar en cuenta el factor de género se reducen las posibilidades de los alcaldes y aumentan las probabilidades de la directora de Lotenal y de la propuesta del gobernador.

El proceso de sucesión en Morelos no se puede ver solo a partir de los méritos personales y relaciones partidistas, hay que tomar en cuenta factores como el interés del presidente o la cuota de género que establece la ley. Algunas figuras que están en el radar tienen posibilidad de ser acomodadas en otras posiciones, pero otras tienen menos cabida y por ello sus probabilidades de competir se reducen.

La vista de muchos está puesta en los personajes que de manera natural sobresalen en el escenario de Morena, porque ese partido tiene mayores posibilidades de ganar la elección, pero para que el análisis sea completo es imperativo considerar factores que estarán en la mesa de la decisión y personas que si bien pueden considerarse de menor tamaño político y menos merecimientos partidistas que los demás, cuentan con un factor determinante que es el apoyo del gobernador.

Quienes están en la carrera por la sucesión deben observar y analizar todos los escenarios posibles, porque en un momento como el actual, con un presidente que toma decisiones por encima de su partido, todo es posible. Dos elementos más deben tomarse en cuenta: 1- Teóricamente hablando, dada la ventaja que tiene Morena respecto a la oposición en Morelos, ese partido podría ganar la elección casi con cualquier candidato que porte sus siglas, que tenga dinero y que arme una buena estrategia desde ahora. Y 2- Suponiendo que la decisión del presidente ponga en riesgo el triunfo en un estado que aparentemente está seguro, lo que se debe ponderar es que por encima del triunfo en Morelos está el refrendo del gobierno en la Ciudad de México y ahí el personaje que más aporta no es ninguno de los precandidatos, sino el gobernador Cuauhtémoc Blanco.

Los aspirantes a la gubernatura no están tomando que en la carrera por la sucesión hay un factor que puede modificar cualquier escenario. El quinto elemento en la contienda del 2024 en Morelos es Cuauhtémoc Blanco.

  • posdata

Por enésima ocasión los integrantes de la 55 legislatura de Morelos consideran que hay visos de solución en la parálisis que agobia al congreso morelense desde el pasado mes de diciembre. Otra vez declaran que están en pláticas, que van por buen camino, pero no se atreven a dar una fecha de solución, ni revelan el tipo de acuerdo que solucionaría el conflicto.

Estamos en la última semana del quinto mes del año, van casi seis meses desde que el parlamento local dejó de funcionar y en este tiempo lo único que han hecho los diputados es atender temas intrascendentes, cumplir con algunas ceremonias cívicas y nombrar a un diputado que, por cierto, es desconocido por el sector al que dice representar y está demandado porque ocupa la curul de manera ilegítima.

A todos los integrantes de la legislatura debería interesarles ponerle punto final a este trabuco, porque medio año de parálisis es mucho y marca un récord de inutilidad en Morelos, reconocido a nivel nacional por tener desde hace años legislaturas terribles.

El costo de este problema ha pegado en el ánimo de los diputados, incluyendo a los cuatro a quienes se concede más experiencia y liderazgo; obvio: el desgaste que sufre el poder legislativo es enorme y lo que ello implica será pagado por todos en la siguiente elección.

En cuatro meses se cumplirá el primer año de esta legislatura y a partir de ahí solo quedarán unos meses más hasta que la inercia de la sucesión desdibuje definitivamente al congreso; esto no tiene que ver con el buen o mal desempeño del parlamento, es algo que de manera natural ocurre porque cuando comienza la carrera por las candidaturas y arranca el proceso electoral, a nadie le interesará lo que hagan o dejen de hacer quienes ocupan un cargo en las instituciones.

Algunos miembros de este congreso aún no han entendido que la encomienda que tienen es temporal y que cada día que pasa implica un día menos de poder. Veámoslo en perspectiva ¿Alguien se acuerda de los diputados de la legislatura pasada? Más aún ¿A alguien le importa dónde están ahora?

  • nota

El presidente de la comisión de hacienda del congreso local adelanta que habría luz verde a las solicitudes de refinanciamiento de los ayuntamientos de Cuernavaca, Cuautla y Puente de Ixtla; los motivos, dijo, son ayudar a los presidentes municipales a sobrellevar la caótica situación económica que viven sus comunas, derivado de las millonarias deudas que les dejaron y el pago de interese que tienen que hacer a los bancos.

Yo sé lo que es estar al frente de un ayuntamiento, afirmó enfático el exalcalde de Yautepec, al tiempo de reafirmar que no se aprobarán nuevos impuestos ni se permitirá que se aumenten las deudas municipales; “tenemos que ayudarlos a hacer bien su trabajo”.

Agustín Alonso es uno de los personajes que vale la pena observar en el congreso local: su personalidad, su experiencia y la manera como ejerce su diputación han sido objeto de críticas, pero lo que nadie pone en duda su habilidad política y los resultados que dio como edil en su municipio.

Los llamados “súperdiputados” del congreso Morelos son cuatro, pero solo dos de ellos merecen atención por el rol que juegan y por sus perspectivas futuras. Uno es Agustín Alonso y el otro es Francisco Sánchez.

  • post it

De unas semanas para acá la agenda del gobernador Cuauhtémoc Blanco ha cambiado; ahora se le ve constantemente en giras, dejándose tocar por los ciudadanos.

Quien haya tomado la decisión de cambiar la estrategia del jefe del ejecutivo acertó: acercar al futbolista a la gente y mantenerlo activo en actos públicos en donde se entregan obras y se convive con los ciudadanos es un buen camino para cambiar la percepción.

Hay un nuevo estratega político en el gabinete y es evidente que no se trata del secretario de gobierno. Quien este a cargo de esta línea de actuación debe tener claro que el mayor reto en esta segunda mitad del sexenio es mejorar la percepción hacia el gobierno.

  • redes sociales

La inseguridad es el tema más sensible en la agenda de todas las administraciones de los tres niveles de gobierno; no solo por los elevados índices delictivos y la imparable violencia, sino por la terrible manera de atender estos asuntos desde el punto de vista de la comunicación.

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