Se promueve la prevención y tratamiento de tuberculosis

Se promueve la prevención y  tratamiento de tuberculosis
En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, la Secretaría de Salud, a través de los Servicios de Salud de Morelos (SSM), hace un llamado a la población a estar alerta ante los síntomas de esta enfermedad.
Se promueve la prevención y  tratamiento de tuberculosis
Se promueve la prevención y  tratamiento de tuberculosis
Se promueve la prevención y  tratamiento de tuberculosis
Se promueve la prevención y  tratamiento de tuberculosis

En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, la Secretaría de Salud, a través de los Servicios de Salud de Morelos (SSM), hace un llamado a la población a estar alerta ante los síntomas de esta enfermedad. 

 

Karina Lilian Pedraza Flores, responsable estatal de la Coordinación de Micobacteriosis de SSM, enfatizó la importancia de la prevención. Mencionó que la tuberculosis sigue siendo una preocupación mundial y que, con un diagnóstico temprano, la enfermedad se puede tratar de manera eficaz. 

 

Agregó que aquellas personas que presenten tos crónica, a veces con sangre, dolor torácico, cansancio excesivo, pérdida de peso, fiebre o sudores nocturnos, deben acudir inmediatamente a su centro de salud más cercano para recibir atención oportuna, la cual es completamente gratuita.  

 

Además, la responsable estatal informó que durante el año 2025 se han estudiado a 725 personas, de las cuales 58 han resultado positivas a tuberculosis, al tiempo de subrayar la importancia de la detección temprana.

 

Karina Lilian Pedraza reiteró el compromiso de los SSM de seguir trabajando en la prevención y el tratamiento de la tuberculosis. “La participación de la ciudadanía en la detección de síntomas y en la consulta temprana es fundamental para reducir la propagación de la enfermedad”, culminó.

 

En México, la tuberculosis sigue siendo un problema de salud pública, aunque su incidencia ha disminuido gradualmente en las últimas décadas. Según datos de la Secretaría de Salud, en 2022 se registraron alrededor de 20,000 nuevos casos, lo que representa una tasa de aproximadamente 15 por cada 100,000 habitantes, cifra menor que la media global pero aún significativa. La enfermedad afecta principalmente a poblaciones en situación de vulnerabilidad, como personas que viven en hacinamiento, comunidades indígenas, pacientes con VIH y aquellos en contextos de pobreza urbana o rural. A pesar de los avances, persisten desafíos como el diagnóstico tardío, la resistencia a medicamentos (tuberculosis multidrogorresistente) y la falta de acceso a servicios de salud en zonas marginadas.  

 

En años recientes, las autoridades mexicanas han fortalecido estrategias para combatir la enfermedad bajo el Programa Nacional de Tuberculosis, coordinado por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE). Entre las acciones destacan la detección activa de casos mediante campañas en comunidades de alto riesgo, el uso de pruebas moleculares rápidas (como GeneXpert) para identificar cepas resistentes y la distribución gratuita de tratamientos bajo el esquema DOTS (Tratamiento Acortado Estrictamente Supervisado). Además, se ha priorizado la capacitación de personal médico y la colaboración con organizaciones internacionales, como la OPS/OMS, para implementar protocolos alineados con las recomendaciones globales.  

 

Un eje clave ha sido la integración de la tuberculosis en la atención primaria de salud, con énfasis en la vinculación entre hospitales y centros comunitarios. Por ejemplo, en 2023 se amplió la red de laboratorios equipados para diagnósticos precisos, especialmente en estados con alta carga de la enfermedad, como Veracruz, Guerrero y Baja California. Asimismo, se han impulsado campañas de sensibilización para reducir el estigma asociado a la tuberculosis y promover la adherencia al tratamiento, que en México supera el 85% de éxito. A esto se suman esfuerzos para abordar los determinantes sociales, como mejorar el acceso a vivienda digna y nutrición en zonas prioritarias.  

 

Pese a estos avances, persisten retos estructurales. La pandemia de COVID-19 afectó temporalmente las estrategias de vigilancia y tratamiento, generando rezagos en el seguimiento de casos. Para contrarrestarlo, en 2024 el gobierno federal destinó recursos adicionales al programa, con enfoque en tecnología de telemedicina y el fortalecimiento de sistemas de información epidemiológica. Sin embargo, expertos señalan la necesidad de mayor inversión en prevención, investigación y en abordar la comorbilidad con enfermedades como diabetes, que agrava el pronóstico de la tuberculosis. La meta de México, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es reducir la incidencia en 90% y las muertes en 95% para 2035, un desafío que requerirá sostenibilidad en las políticas públicas y la participación activa de la sociedad civil.