SAPAC responde: mandará pipas a colonos desesperados; les pide comprensión

Informa de negociaciones de las que no hay aún acuerdo alguno

SAPAC responde: mandará pipas a colonos desesperados; les pide comprensión

Tras las manifestaciones por la desesperación de miles de familias en Cuernavaca que, aunque la pagan, no tienen agua, y luego de casi 48 horas del inicio de las más recientes protestas con bloqueos viales en avenidas y el Paso Exprés, no fue sino hasta la noche de este miércoles cuando el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) se pronunció para, solamente, ofrecer pipas a esos colonos a los que pidió comprensión.

En un comunicado, informó que está en reuniones para la revisión del adeudo del organismo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde también participa el gobierno del estado. 

No se informó de algún acuerdo alcanzado, y sólo se pidió a la población afectada por la falta de servicio (e inconforme porque mayoritariamente paga puntualmente las tarifas que el sistema le exige) comprensión "para apoyar en la organización y distribución equitativa del vital líquido, mediante pipas, hasta la resolución definitiva".

De los ofrecimientos más destacables (según la postura de SAPAC) está la de "informar" sobre las negociaciones con la CFE. Los colones inconformes se han quejado, además de la falta de servicio, precisamente por la falta de información a través de las vías que presuntamente se ponen al alcance de los usuarios (teléfono, chat, atención presencial en las oficinas).

Las familias sin servicio aseguran que nunca se ofrece información veraz ni oportuna sobre la situación que guardan la presunta reanudación del servicio, como las fechas y formas de recepción de pipas que, a decir de los inconformes, son muy escasas, no se sabe de horarios para esperarlas, y no llegan a las mayorías.

Los colonos sin el servicio protestan también porque, además de pagar puntualmente las tarifas establecidas, y ante la incapacidad de las presuntas pipas de SAPAC, gastan mucho dinero en sufragar el líquido por parte de particulares, junto con constantes garrafones de agua embotellada, además de que pierden horas todos los días para solventar el problema del recurso vital para sus familias.