Repunta violencia en contra de niñas y adolescentes en Morelos
Diariamente el IMEM atiende a alrededor de 32 personas, sólo en Cuernavaca: Claudia Rivera
Juan Lagunas
Claudia Rivera, coordinadora del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, informó que la violencia contra “las niñas y adolescentes” ha “repuntado cada vez más”. A diario atienden a alrededor de 32 personas (por cuatro psicólogas; sólo en Cuernavaca), en el Instituto de la Mujer (IMEM).
En ese sentido, comentó que “todas nuestras acciones están enfocadas hacia esa población”. Explicó que la niñez, en “térmicos estrictamente internacionales”, se considera desde el nacimiento hasta los 17. “Trabajamos en ese rango de edad, aunque, hacemos un corte por grados escolares”; es decir, su radio de acción, en este caso, es de primaria, secundaria, preparatoria y universidad (“con juventudes”, en este último).
Debido a que la beligerancia “ha estado repuntando” y, no es que no exista, sino que “la estamos visibilizando hacia niñas y adolescentes, hay que trabajar con quienes están atendiéndoles, para que se profesionalicen”; esto, dentro de la vertiente “A”, aclaró.
Asimismo, agregó que, en lo venidero, se les dará un curso sobre “violencia sexual, con énfasis en niñez y en adolescentes”. Sostuvo que “… trabajar con esta población, no es lo mismo que con mujeres adultas”, porque “allá hay otros códigos, otras leyes que se trasgreden”.
Así, este tipo de capacitación está encaminada a los operadores; no para “titulares”, con el objeto de que los conocimientos adquiridos contribuyan a disminuir este fenómeno.
Añadió que, en un segundo momento, se da instrucción al personal del Instituto de la Mujer, para definir una “estrategia en la prevención de la violencia contra las mujeres”. Además, se da un apoyo -de esta naturaleza- denominado “Contención Emocional”, que es “un mandato de la ley de acceso”, que consiste en un trabajo terapéutico para “quienes trabajamos con mujeres en situaciones de violencia” y, de esta manera, evitar que “las repercusiones del contacto con esa violencia, no nos afecten”, sin “minimizar las capacidades de las usuarias; ni mucho menos, victimizarlas… como si fuera para siempre”. Se hacen trabajos asistenciales en grupos, para desarrollar esa resistencia. Ergo, las acciones siguientes están enfocadas a la “prevención”.
Informó que, por medio de “Por la Vida y la Libertad de las Niñas, Adolescentes y Mujeres. Trabajemos Juntas”, se tiene un monto de cinco millones 400 mil pesos, que se ejerce en tres vertientes.
Aclaró que el programa es un “subsidio”. Y, por tanto, se trabaja “mediante la ley de adquisiciones”.
