Repaso

En opinión de Carlos Gallardo Sánchez

Repaso
  • Partidos nuevos con pellejos viejos

El Partido Morelos Progresa es uno de los entes electoreros que buscará su registro oficial para poder contender en la jornada comicial intermedia. Entre quienes, se dice, andan movidos para ese efecto, están ex diputados locales de la anterior legislatura, emparentados, de manera natural y postiza, con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sobre todo vinculados servilmente con los insanos intereses que alimentaron al ex gobernador Graco Ramírez.

Todo indica que sus asambleas regionales no les han resultado del todo satisfactorias y que tendrán su prueba de juego cuando realicen las correspondientes a Jiutepec, Cuautla y Cuernavaca.

Parece que confían en superar esos obstáculos, en el entendido de que sus principales promotores demostraron consigo mismos experticia en eso de reciclarse simpatizantes del PRD,procedentes de otros organismos partidistas. Tal es el caso del “líder” inspirador de Morelos Progresa, Julio Espín Navarrete, así como sus adláteres (compinches dirían otros) José Manuel Tablas Pimentel, Enrique Laffite Bretón, Silvia Irra Marín, Carlos Alfredo Alaniz Romero y Edwin Brito Brito. Se contaba también con Hortencia Figueroa Peralta y Beatriz Vicera Alatriste, pero como en ellas ha recaído por ahora el peso principal de la corrupción en la que participaron casi todos, algunos decidieron no aceptarlas. Como si los demás estuviesen seguros que en tres años los ciudadanos se olvidarán de sus rapacerías. Aún más: estarían a la espera de atraer a otros personajes como el ex alcalde de Cuautla, Raúl Tadeo Nava; y el joven, pero turbio, Eder Eduardo Rodríguez Casillas, si bien éstos últimos creo que tienen en la mira su reciclaje pellejeril en otros ámbitos partidistas.

De reciclaje hablo, porque es muy posible que ese nuevo partido se esté alimentando de pellejos viejos. De actores políticos, independientemente de los años que lleven en esto, identificados por sus prácticas viciadas y viciosas. De individuos, hombres y mujeres, que parecen no resignarse a vivir de otro modo, que no sea el de chupar de la ubre presupuestal. Morelos Progresa debería llamarse Morelos Regresa, porque sus principales estrategas son cartuchos quemados y han demostrado saber caminar hacia atrás.

Pero mucho me temo que no solamente en ese pantano pululará la acción de empellejar. Matías Nazario Morales, ex diputado priísta, federal y local, emparentado también con el Partido Nueva Alianza o con el SNTE, maneja “estratégicamente” la creación del Movimiento Acción Social (MAS). Lo respaldan personajes como Enrique Paredes Sotelo, Francisco León y Vélez, Ana Bertha Haro e Isaac Pimentel Rivas. Casi todos ellos ya disfrutaron las mieles de un cargo público, alcaldías,sobre todo; sin embargo, seguramente anhelan reverdecer laureles

Por su parte, el ex senador Fidel Demédicis Hidalgo y frustrado aspirante a la gubernatura del estado, desde febrero pasado se presentó ante la autoridad electoral, para manifestar formalmente su pretensión de crear el partido “Futuro”, que sería una palabra derivada de un nombre harto demagógico (Fuerza, Trabajo y Unidad para el Rescate Oportuno de Morelos).

Sí así suceden las cosas y logran bajo esas circunstancias y con pellejos ajados su registro oficial, contradictoriamente el futuro de nuestra entidad se avizora desesperanzador, porque esos presuntos nuevos partidos, como zopilotes, se alimentan de cadáveres para intentar vivir.

El panorama se antoja deprimente, si tomamos en cuenta que Morena se ha contaminado con lo mismo y eso la ocurrirá con toda seguridad al Partido Encuentro Social (PES), cuyas incipientes prácticas clientelares lo define echado a perder, independientemente de que el gobernador que no gobierna suponga que su palmarés futbolero le seguirá rindiendo frutos y que esa buena suerte acompañará a todos aquellos que contiendan al amparo de esas siglas fantasmales.

Los ciudadanos morelenses nos veremos ante una incierta disyuntiva. Simpatizar con esos empellejados partidos de nueva creación o voltear otra vez hacia el PRI, el PRD o el PAN. En ese contexto, nos guste o no, nos simpaticen o no, no hay que darlos por muertos, pese a que por las elecciones pasadas quedaron como fiambres.

  • De refilón

¿Habrá algún otro partido, de los que no mencioné en los comentarios anteriores, que implanten políticas de designación de candidatos con ciudadanos solventes y honrados? Yo pienso que no. Por sus hechos los conocemos. También son moneda falsa, morralla pura, pues.

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