Reconociendo la labor del maestro en tiempos de crisis
En opinión de Álvaro Mayoral León
Muchas han sido las historias que hemos vivido, visto o leído de maestros y maestras que han tenido que modificar sus estilos de enseñanza y que se han enfrentado a múltiples obstáculos, esto ha traído un cúmulo de emociones y conmociones por atender las demandas no solo de la autoridad educativa, sino también de los padres de familia y de los propios estudiantes, Tal es el caso de la docente que impartiendo clases en línea fue brutalmente violentadas por su pareja, o de la maestra que decidió usar su camioneta para impartir sus clases a los alumnos que no tienen internet, otro caso es la del docente que desde la cama del hospital y con su dispositivo decide avanzar en los reportes de sus alumnos antes de dar el último suspiro, o el maestro que a manera de cumbia logra captar la atención de sus alumnos a la hora de pasar lista y que decir del docente que con lágrimas en los ojos se derrumba ante la mirada atónita de sus alumnos detrás de la pantalla por no tener el conocimiento básico sobre el uso de las tecnologías.
Los docentes hemos tenido que dejar de ser docentes para convertirnos en alumnos nuevamente y tener el desafío de reaprender, reorganizar, enseñar, cuidar…por lo tanto nuestras responsabilidades y exigencias han ido en aumento a la par del estrés y la carga de trabajo. Los docentes vivimos momentos de crisis debido a un distanciamiento social que vino afectar seriamente nuestro estado emocional y afectivo evidenciando nuestra debilidad ante el uso de las tecnologías. Sin embargo también esta pandemia nos motivó a ser más creativo, mas empático, a planear y evaluar desde otras perspectivas de las ya tradicionales, por ello el dejar las aulas por más de un año y convertir y compartir sus hogares en espacios para el aprendizaje, nos obligó a una transformación completa, dejando las clases presenciales y crear entornos de aprendizaje remotos para nuestros alumnos, y a una búsqueda de auto capacitación vía tutoriales por youtube, videoconferencias, cursos online etc. Con el fin de no vernos rebasado por muchos de los alumnos llamados “nativos digítales”. Así como un aumento de horario escolar debido a que muchos padres y alumnos sin importar la hora del día envían sus evidencias, solicitadas vía whatssap asesorías o apoyos entre otras actividades.
La labor docente debe ser reconocida, por permitir que se cumplan con los objetivos de plan y programas en los diferentes niveles, hemos sabido afrontar la adversidad reinventando la noble profesión y trabajar la resiliencia desde nuestros hogares, somos los maestros los verdaderos virtuosos de que la educación no se detuviera ante esta crisis sanitaria y ante las dificultades de conectividad , quizás hemos pasado inadvertidos ante mucha gente, pero es gracias al docente que se ha logrado continuar con el proceso de enseñanza y aprendizaje.
No te rindas maestro, maestra, falta muy poco para volvernos a ver, platicar con los padres de familia, escuchar a nuestros alumnos y volver a empezar con más coraje, con más entusiasmo, con mayor conocimiento en el uso de las tecnologías y sobre todo con mayor amor a nuestra labor docente.