Puntos Suspensivos… - Falta de antídoto 4T
En opinión de Sergio Dorado
Así como más de treinta millones de mexicanos, yo voté por Andrés Manuel López Obrador en la pasada elección presidencial. Supongo que muchos mexicanos tomaron la misma decisión que la mía por el hartazgo contra el poder hegemónico que en el final de la década de los noventa tocó el fondo de la decadencia que Vicente Fox aprovechó en el año dos mil.
Vinieron luego dos administraciones panistas que a la postre no fueron más que la continuación del recalcitrante priismo que había postrado a México en la corrupción y la pobreza, y además omisos o cómplices con el poder del narco y la delincuencia organizada, que hoy en día tenemos metidos hasta la médula del poder público.
El triunfo del PRI en el 2012 tuvo la estrategia más “eficaz”: cerrar los ojos ante el crimen y centrar su esfuerzo en esquilmar a México lo mejor posible, en lo cual alcanzó alta calificación cupular y el repudio nacional del pueblo que hizo huir al “príncipe” Peña Nieto al exilio español tras algún aparente pacto de impunidad.
Con el último cambio de gobierno, muchos mexicanos compramos la idea de que el crimen y la delincuencia debían ser encarados de otra manera, y no a escobazos ciegos contra el avispero como lo hizo Calderón en su sexenio, causando miles de muertes en México.
Compramos la idea de que había que atender la causa del problema, que según la 4T radicaba en el reclutamiento de ninis por parte del crimen, lo cual podría llegar a contenerse mediante asistencia social tal como el de los jóvenes construyendo el futuro y otros de tal naturaleza.
Hasta ahora, lo que más ha logrado la 4T es mantener estable el último pico estadístico de la administración de Peña Nieto, pero no disminución significativa en los hechos, lo cual después de casi medio sexenio de gobierno, no resulta un logro muy alentador.
Podrá haber voces optimistas que afirmen que la estabilidad del pico es buena señal, y puede que así lo sea. Los indicadores de seguridad son con frecuencia difíciles de leer, y solamente el tiempo sacará la verdad a la luz.
Lo que es evidente, por el reverso de la moneda que flota en el aire, es que la delincuencia organizada apuesta ahora al poder político, especialmente a nivel municipal, donde ha maniatado a servidores públicos que por temor a las represalias criminales desisten o son asesinados (ellos o sus familiares), y para este mal todavía no hay antídoto 4T, que sin duda va en marcha ascendente hacia el 24 sin atención alguna.