Punto Kairo - Sobre los Consejos Técnicos Escolares
En opinión de Juan Salvador Nambo
El sistema de educación básica ha sufrido constantes transformaciones debido, en parte, a las disposiciones de los gobiernos federales que formulan políticas educativas que suponen avances en materia educativa. La implementación de dichas políticas se ha desarrollado entre fuerzas desiguales y en relaciones de interdependencia que provocan conflictos y que requieren acciones estratégicas que van más allá de una socialización. En este sentido, los Consejos Técnicos Escolares se han convertido en los espacios ideales para las últimas dos reformas, en el caso del gobierno de la 4T: la Nueva Escuela Mexicana.
Fue en la Reforma educativa del 2013 en la que los Consejos Técnicos Escolares (a partir de ahora CTE) se hicieron oficiales cada fin de mes. El argumento legal se derivó del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (DOF, 2013), de las reformas al artículo 3º constitucional, del marco legal de la Ley General de Educación (DOF, 2013) y del Servicio Profesional Docente (DOF, 2013).
En el 2013 se emitieron los Lineamientos para la Organización y el Funcionamiento de los Consejos Técnicos Escolares (SEP, 2013). Dichos consejos, aunque ya existían se hicieron habituales y se comenzaron a organizar una vez al mes con una ruta de mejora que normalizarían los docentes a través del tiempo.
Existía, por supuesto, una lucha entre actores con intereses y visión del mundo contrarios a los del grupo en el gobierno. Además, los encargados de adoptarlos y aplicarlos (la parte operativa), al no encontrar significado en dichos cambios, los reinterpretaban o restringían el efecto deseado del modelo.
Los postulados de la Reforma de 2013 establecían que una organización escolar debe garantizar al máximo el logro del aprendizaje de los alumnos, lo cual implicaría asegurar la eficacia del servicio educativo a través de asignar nuevos significados y funciones a los actores encargados de asegurar la calidad educativa
El CTE resultó un vínculo efectivo para favorecer la implementación de los cambios que el gobierno requería en su momento, pero esto no significó necesariamente haber alcanzado la calidad de la educación o mejorar los procesos de enseñanza.
Actualmente, el gobierno avanza en la implementación de modelos pedagógicos y políticas educativas que se dan a conocer y se trabajan en los CTE. El contexto político-educativo en el que nos encontramos con la Nueva Escuela Mexicana forma parte del ambiente de las organizaciones escolares y su importancia radica en que repercute en la acción organizada de los profesores y en los mecanismos de regulación que ellos conforman.
La Reforma del 2013 significó la restructuración de los juegos de poder y la inducción hacia la acción organizada para el mejor funcionamiento de la escuela, en el que la relación que mantenía el personal directivo y de supervisión con otros actores fue un factor determinante. Este personal sigue controlando fuentes de incertidumbre debido a su capacidad de jugar en varios niveles del sistema derivado del conocimiento que tienen sobre aspectos administrativos. Con ello tiene la oportunidad, además de sancionar, de controlar algunos flujos de información.
El efecto de la acción organizada ha sido retroactivo, los profesores tomaron conciencia de los buenos resultados de su acción colectiva en el funcionamiento de la escuela y esto los motivó a continuar con la aplicación efectiva del reglamento escolar. Lo que ha repercutido en las conciencias individuales reconfigurando una parte de la estructura de la organización escolar tanto en Morelos como en todo el país.
Los mecanismos de regulación de los CTE están estructurados principalmente sobre reglas no escritas y sobre la incapacidad de los actores de cambiarlas; su poder proviene de las zonas de incertidumbre que controlan las autoridades, en el que las acciones del gobierno u otros actores externos no pueden intervenir fácilmente.
Queda pendiente analizar el papel del sindicato de maestros. La forma en la que los docentes tradicionalmente intervenían políticamente ha cambiado para influir desde su espacio de trabajo, desde las relaciones que pueden construir en la organización, desde el mejoramiento del trabajo en el aula, desde la construcción de redes, generación de conocimiento organizacional y resistencias, sin necesidad de acudir a su sindicato; claro está que esto también depende de su capacidad en un futuro para adaptarse a los cambios y a la forma de organizarse. En este sentido, es pertinente también considerar cambios sustanciales en la dinámica establecida en dichos Consejos que día a día se vuelven también irrelevantes para los actores educativos.
Para más información: Colín, E., Nambo, J. y Cuellar, S. (2018). Los efectos de las políticas educativas en las organizaciones: los consejos técnicos escolares en una escuela primaria del estado de Morelos, México. En Enríquez, G. & Sandoval, F. (Coord.). Reflexiones, debates y análisis sobre políticas educativas: un marco social de interpretación común. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. ISBN: 978-607-8639-99-1