Presos federales son fuente de brotes de violencia en Ceresos
Provocan el 40 porciento de riñas, fugas, motines y homicidios al interior de los centros de reclusión
Casi medio millar de estos presos del fuero federal están asignados en cárceles de la entidad
Presos federales, una problemática en los Centros de Reinserción Social (Cereso) de Morelos; provocan el 40 por ciento de riñas, fugas, motines y homicidios al interior de los centros de reclusión, según las autoridades federales se les considera “más violentos” que los presos por delitos del fuero común; casi medio millar de éstos presos del fuero federal están asignados en cárceles de la entidad.
De acuerdo a los datos publicados por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS), de la Secretaría de Seguridad y protección Ciudadana (SSPC), publicados a finales de la semana pasada, son estos reos de índole federal los que provocan los brotes de violencia suscitados dentro de los penales estatales en donde se encuentran.
A pesar de que en términos estadísticos sólo representan 14.5 por ciento del total de la población carcelaria en el país, participaron directamente hasta en 40 por ciento de acciones violentas como fugas, motines, riñas y homicidios fueron las mayores incidencias ocurridas en las prisiones del país durante 2019.
Tan solo de enero a diciembre de 2019 se registraron 1997 incidencias y en ellas estuvieron involucrados 3 mil 694 internos, de los cuales mil 273 enfrentaban procesos o cumplían sentencias por delitos del fuero federal, refieren los cuadernos mensuales de información estadística penitenciaria nacional, elaborados por el OADPRS.
Los registros oficiales señalan que, actualmente, en las prisiones de Morelos hay 473 reos federales; Aguascalientes hay 188 , en Baja California Sur, 164; Campeche, 72; Chiapas, 236; Coahuila, 16; Colima, 244; Durango, 91; Guanajuato, 261; Hidalgo, 300; Nayarit, 36; Oaxaca, 137; Puebla, 791; Querétaro, 276; Quintana Roo, 313; San Luis Potosí, 220; Sonora, 247; Tabasco, 45; Tamaulipas, 268; Veracruz, 163; Yucatán, 69, y Zacatecas, con 399.
En base a los datos, son los reclusorios de la Ciudad de México los que tienen en sus instalaciones al mayor número de presos por delitos federales, con 2 mil 727 reclusos; le siguen Jalisco, con mil 463; Baja California, mil 304; estado de México, mil 122 casos; Sinaloa, 924; Guerrero, 845; Chihuahua, 830; Nuevo León, 820; Puebla, 791, y Michoacán, con 630.
Aunque los reos federales representan sólo 14.57 por ciento del total de la población de los penales del país, su comportamiento tras las rejas suele ser más violento, y están involucrados en 34.46 por ciento de los incidentes registrados dentro de las cárceles del país.
Según las estadísticas del Órgano Administrativo Desconcentrado en Prevención y Readaptación Social, durante el año pasado las personas privadas de su libertad por delitos federales provocaron más del doble de los motines, riñas y fugas, que los internos acusados por delitos comunes.
Y es que, a diferencia de los delincuentes del fuero común, los reos federales suelen contar con una red de cómplices y contactos que les permite mantener sus conductas violentas y delictivas, incluso dentro de la cárcel.
Es por ello que, cuando ocurre alguna fuga, motín o riña masiva en alguna de las cárceles del país, la primera medida que suelen tomar las autoridades penitenciarias es pedir que los presos por delitos federales sean cambiados a otro penal.
Caso similar a lo sucedido en noviembre pasado en el Cereso de Atlacholoaya, donde un amotinamiento dejó un saldo de dos personas sin vida y al menos 10 heridos, tras lo cual algunos de los reos de alta peligrosidad fueron transferidos a un penal de Guanajuato.