Opinión Serpientes y escaleras - Morena vs. Morena
En opinión de Eolo Pacheco

El adversario de la 4T en el 2027 no será la oposición, sino los ciudadanos inconformes
Morena vs. Morena
La narrativa del Movimiento de Regeneración Nacional en el 2027 se mantendrá en la continuidad mientras que la oposición arrebatará la oferta de cambio. La que viene será una elección competida y de pronóstico reservado; la fortaleza de Morena está en el respaldo ciudadano y su capacidad de movilización, pero recientemente enfrentan dos enemigos peligrosos: el desencanto social y la división interna. ¿La 4T logrará mejores resultados en la contienda que viene?
Los procesos de selección de candidatos de Morena están perfectamente definidos e incluyen encuestas, comités de evaluación, paridad de género y negociación política. Igual que otros partidos, en la 4T se manejan a través de estructuras territoriales, movilización, brigadas, programas sociales y unidad interna, la diferencia entre unos y otros es quien tiene el poder; y hoy lo tienen ambos.
La contienda pasada en Morelos fue sui generis porque incluyó un proceso de selección interna larguísimo, casi inédito, donde se permitió a los aspirantes moverse con mucho tiempo de anticipación. La dinámica de campaña anticipada ayudó a que crecieran figuras sin mucho posicionamiento social en ese momento, como Margarita González Saravia y Víctor Mercado, quienes frente a personajes muy bien posicionados como Lucía Meza o Rabindranath Salazar necesitaban tiempo para darse a conocer. Y lo hicieron.
Pero dos años de precampaña tuvieron consecuencias: hubo cansancio que derivó en roces y rupturas, división interna y jaloneo que a la postre se combinó con una pésima operación política y el peor acuerdo de coalición que Morena haya signado en su historia.
Morena no suele apegarse a los tiempos formales del calendario electoral, deja que sus militantes se muevan libremente y en esta nueva etapa encabezada por Claudia Sheinbaum también se permite que cada aspirante se posicione con sus propios medios, porque la regla para elegir candidatos será la encuesta y a diferencia del pasado, dicen, ahora sí se respetarán los resultados.
Cuentan los enterados que la presidenta ha dejado claro a propios y extraños que las mediciones se van a hacer valer, de ahí que todos los interesados pueden moverse sin restricciones en la búsqueda de colocarse en buen nivel de conocimiento. Eso ya se hacía antes, pero con el presidente López Obrador las sugerencias se acataban y los recomendados se imponían y ahora eso ya no pasará, aseguran.
En Morelos la gobernadora Margarita González Saravia será un factor central en esta historia; independientemente del peso de su voz en la selección de candidatos, su gestión marcará la narrativa de la elección: a partir de lo que haga y lo que logre, se construirán los discursos de campaña, unos promoviendo la continuidad y otros reclamando el cambio.
Pero el escenario del 2027 será muy distinto al del 2024, primero porque Margarita González Saravia podrá intervenir en el proceso de selección interna y en el proceso constitucional (algo que no hizo antes) y después porque los alcaldes de oposición harán exactamente lo mismo desde sus ayuntamientos, porque desde ahí ellos gobiernan al 75 por ciento de los morelenses.
En este punto la mandataria deberá decidir si se mantiene al margen del proceso interno y constitucional (como lo dice en el discurso) y deja que las cosas fluyan bajo su propia naturaleza o, como lo hacen todas las autoridades de Morena, opera en favor de su proyecto político, impulsa figuras afines y construye desde la sombra el escenario que definirá el tablero electoral para la segunda mitad de su sexenio.
Lo que más importará a la gobernadora en el 27 será el control del congreso y el manejo de municipios claves, donde se concentra la mayor población, recursos e influencia, justo los que hoy están en manos de la oposición. La clave está en ponerles nombre a los espacios, porque no basta que su partido gane, lo que realmente importa es que lleguen figuras afines a ella, que compartan su proyecto y se muevan en la misma sintonía, porque las traiciones en política son muy comunes y las lealtades cambian conforme avanza el sexenio.
El que viene se antoja como un proceso electoral largo y anticipado, donde habrá encuestas internas y un enorme riesgo de divisiones. En Cuernavaca no solo se enfrentarán los partidos políticos, también lo harán los grupos: en Morena hay una figura muy bien posicionada, pero perteneciente a la corriente de Cuauhtémoc Blanco y abiertamente distanciado de Margarita González Saravia. Falta definir a quien represente los intereses de la gobernadora.
Ganarle la candidatura al senador Mercado es el primer reto de la jefa del ejecutivo; si no lo logra, es altamente probable que Víctor sea el futuro alcalde de Cuernavaca y desde el ayuntamiento se convertiría en un referente político rumbo al 2030, alguien que restaría muchísimo poder, influencia y decisión a González Saravia, porque ella irá de bajada y él de subida.
Luego está el factor Meza: si la exsenadora decide competir por la presidencia municipal de Cuernavaca modificará el escenario para todos los competidores; Lucía tiene recursos, estructura y capacidad de operación; aunque desde el PRI parece complicado que logre remontar a Morena o al PAN, lo que sí conseguiría de inmediato es dividir el voto de izquierda y restarle seguidores a la 4T, lo cual complicará la elección a Morena.
Cuernavaca es el escaparate político más importante del estado y es el municipio de donde además de un alcalde, saldrán cuatro diputados locales; el PAN tiene altas posibilidades de conservar dos con Andrea Gordillo y José Luis Urióstegui, mientras que Morena y los demás deberán pelear por las otras dos que, sin duda, estarán influidas por quien encabece la fórmula a la alcaldía.
Luego viene Jiutepec, donde Eder Rodríguez está trabajando sin parar para mantener el control de la presidencia y ganar diputaciones locales. En el 2024 la oposición salió a buscar el voto sin dinero, sin estructura y sin discurso, en el 2027 lo harán con dinero, recursos, gente, el manejo del ayuntamiento y el desgaste nacional y estatal de Morena.
Los morenistas pueden presumir que están en ventaja porque la gente los quiere; quizá hasta se crean su discurso de que el movimiento está más fuerte que nunca, pero la realidad es distinta, porque aunque son el partido mejor posicionado, su reto no radica en superar a sus opositores, sino en responder a la confianza que les brindaron miles de personas que hoy están insatisfechas con los resultados y podrían no refrendarles el apoyo en la siguiente elección.
El reto de Morena en la siguiente elección es contra Morena.
· posdata
Aunque la elección intermedia de Morelos será en el 2027, más de uno (a) ya ha externado su interés de competir. Cuernavaca es una posición clave y precisamente por ello algunos partidos, organizaciones civiles y entidades gubernamentales han comenzado a medir ésta y la mayoría de las capitales del país.
El control de las ciudades principales de México es prioritario para todos los partidos políticos, de manera particular en Morena porque significa visibilidad política y mediática, control de recursos humanos, materiales y presupuesto, influencia en la opinión pública y proyección de liderazgo.
En el caso de Cuernavaca la historia tiene peculiaridades, porque la capital de Morelos ha sido gobernada por las cuatro fuerzas predominantes en México e incluso ya fue administrada por un candidato ciudadano, lo que confirma que el municipio no tiene dueño.
La ciudad de la eterna primavera es un termómetro social muy preciso del ánimo del estado; en la pasada elección era notorio que la gente estaba enfadada con Morena, pero los estrategas de la 4T afirmaban que era porque Cuernavaca era conservadora y concentraba al círculo rojo; “esa molestia no existe en el resto del estado” decían. Y por creer en eso naufragaron en 30 municipios.
Históricamente hemos visto que perder la capital representa un desplome político en gran parte del estado; Cuernavaca genera opinión pública, marca la narrativa estatal y replica estado de ánimo; si un partido se desploma aquí, difícilmente gana en el resto de los municipios.
Ganar Cuernavaca no es solo administrar un ayuntamiento más, significa dominar el centro neurálgico de Morelos, proyectar liderazgo y marcar la agenda pública. El manejo administrativo de la capital es tan fuerte que cuando los gobernadores de un partido distinto han tratado de invertir recursos en ese municipio sin darle cabida al alcalde, quien cosecha los aplausos por la obra es el presidente municipal.
Un ejemplo de ello fue el gobierno de Graco Ramírez: antes de su elección intermedia (2015) el tabasqueño invirtió millones de pesos en Cuernavaca sin tomar en cuenta al alcalde, desplegó una intensa estrategia de comunicación destacando que el dinero invertido en calles, parques y remodelaciones era de su gobierno y no del ayuntamiento; Graco quería proyectar a Jorge Messeguer, pero aunque las obras se inauguraron sin la presencia de autoridades municipales, quien capitalizó el trabajo fue el alcalde. Y así sucederá siempre.
Entender cómo se mueven las cosas en la capital permite a los estrategas establecer un plan para todo el estado; Cuernavaca no solo es el municipio de mayor importancia económica, política y social, concentra el 22 por ciento del electorado e influye en los municipios metropolitanos que en conjunto aportan el 55 por ciento de los votos que se emiten en la entidad.
Cualquiera puede ganar la elección capitalina en el 2027, la clave para lograrlo, además del candidato, es el tiempo que se trabaje con anticipado la elección.
Es imposible construir un proyecto en seis meses.
· nota
Como la canción de los perritos, conforme avanza el tiempo se pueden ir decantando las figuras que pueden competir por la capital morelense.
En este momento las aspirantes de Morena no están en condiciones de ganar la elección del 2027 porque ninguna mujer tiene el posicionamiento necesario para lograrlo; la dama mejor calificada en Cuernavaca es Andrea Gordillo, del PAN, pero al parecer no será ella quien compita, porque el lugar está apartado para Daniel Martínez Terrazas.
De los varones morenistas que aspiran el más fuerte hoy es Víctor Mercado, seguido del diputado federal Juan Ángel Flores; los aspirantes del gabinete se están rezagando y uno de ellos, Alan Dupré, ya fue descartado. La ficha alterna que se mueve en ese tablero es Luis Machuca, pero requiere de mucho trabajo mediático para hacer crecer su figura entre la ciudadanía.
Cualquiera que busque competir con el aval de la gobernadora deberá acatar sus lineamientos y aceptar a pie juntillas la planilla que le manden; no sucederá así con Víctor Mercado, porque al moverse de forma independiente y construir su candidatura desde México, podría llegar con más libertad y control total de su equipo, porque es el único que no necesitaría de la estructura del partido ni del gobierno para ganar.
A menos que algo extraordinario ocurra, el candidato de Morena en Cuernavaca para la elección intermedia será el senador.
· post it
A José Luis Urióstegui lo trataron de tundir por un viaje relámpago que realizó con su esposa a Las Vegas; la salida que dio el alcalde al tema fue simple: reconoció que no debió tomar un día hábil, se disculpó por ello, aclaró que viajó con recursos propios e informó que desde allá atendió la contingencia provocada por las lluvias.
A diferencia de otros personajes que mienten o tratan de justificar lo injustificable, el abogado respondió una sola vez al tema y continuó con la agenda municipal.
Así se simple se acaba con un escándalo.
· redes sociales
En el proceso de elección de comités seccionales de Morena, a dos figuras les fue mal: a Mirsa Maldonado y a Carmelo Enríquez.
Y se supone que son los referentes del partido en el estado.
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