Observador político - ¿Y la mesa para la reforma y la gobernabilidad?
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
El año 2016 siendo Marco Antonio Adame Castillo gobernador panista, fue cuando se desarrolló la última reunión de lo que fue la “Mesa para la reforma y la gobernabilidad”. El objetivo era bueno. Sin embargo, fue utilizada por los presidentes de los diferentes partidos políticos como una beca que otorgaban a sus allegados y familiares, en razón de que los representantes de estos institutos políticos así como de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial cobraban 60 mil pesos mensuales tan solo por participar en las reuniones que se desarrollaban dos o tres veces al año. Una cantidad de dinero nada despreciable por no hacer nada.
¿ES NECESARIO REACTIVAR LA MESA PARA LA REFORMA? A decir de los especialistas no solo se debe de revivir sino que es urgente que se ponga en marcha en razón de la problemática que se ha registrado en el tiempo de la presente administración y que ante las “bombas de tiempo” que se han ido descubriendo con el transcurso de los días en la presente administración, es urgente que se reúnan todos los actores políticos con representación en la entidad no solo para quejarse y atacar al gobierno por lo que no ha hecho e incluso la omisión en la que ha incurrido en diversos conflictos graves. De lo que se trata, es de buscar la naturaleza de la problemática que se vive en todos y cada una de las áreas en la entidad y al mismo tiempo la forma en cómo se pueden combatir de manera coordinada, real y efectiva.
Dejar de lado el engaño, hacer como que se hace sin cumplirlo y permitir que los problemas se mantengan, se incrementen y la estabilidad política, económica y social se ponga en duda por parte de la ciudadanía que está cansada, harta y decepcionada porque lo que anheló, busca y confió fue en lograr un cambio que se dio a partir de la elección del primero de julio del año pasado pero que en los hechos, en la vida real, en el día a día, en las calles y en las colonias no ha llegado por la ola de inseguridad que ha dejado de ser una percepción a una triste realidad que atenta y afecta a todas las familias sin excepción en Morelos.
Por ello, es vital, urgente, necesario que se reactive y reviva la Mesa para la reforma y la gobernabilidad pero dejando de lado las cuestiones monetarias, las becas de los 60 mil pesos para los representantes familiares de los líderes partidistas y de los diputados deben quedar en el pasado, en el olvido y pensar por primera vez en la sociedad que ha sido y sigue siendo lastimada a más no poder. Por eso hoy en día, quien forme parte de estas reuniones y encuentros que tarde o temprano se tendrán que llevar a cabo -con el nombre que le quieran poner-, tienen que pensar en la situación que se vive hoy en día en sus diferentes municipios y distritos dejando de lado el interés financiero y por tanto, no tendrían bajo ninguna lógica que cobrar un peso más si quienes designen forman parte tanto de los partidos políticos como de los tres poderes de gobierno. Basta de ver estas reuniones con signos de pesos sin ningún interés por analizar y trabajar por resolver la problemática del estado.
PARTIDOS POLÍTICOS DESAPARECIDOS.- Desde el golpe mortal que la sociedad les dio a la mayoría de los partidos políticos tanto los de carácter nacional como los locales en las elecciones del uno de julio, se han mantenido literalmente desaparecidos y sus presidentes, todos sin excepción, han estado “nadando de a muertito”. Solo cobran sus más de 50 mil pesos y manejan presupuestos que son cercanos y otros sobrepasan con mucho el medio millón de pesos a su libre albedrio y sin rendirle cuentas a nadie. Los partidos en Morelos, tienen nóminas secretas, es decir, hay muchos aviadores y no pasada nada. Otros cobran ahí y laboran dentro del Poder Legislativo o en municipios y nadie dice nada. La situación dentro de los partidos es caótica, están viviendo una situación muchos de sobrevivencia y a varios les podrían empezar a cantar as golondrinas en el próximo proceso electoral porque existe la posibilidad de que desaparezcan de una vez por todas. Los partidos que se encuentran en esta situación son: Partido de la Revolución Democrática, Nueva Alianza, Socialdemócrata, Humanista, del Trabajo, entre otros que tuvieron dificultades para asegurar su registro en el pasado proceso electoral.
Por eso, más que para sacar provecho económico los líderes partidista de manera coordinada con los legisladores, empresarios, profesionistas, la iglesia, la UAEM, los municipios y otros sectores de la sociedad puedan buscar las coincidencias para visualizar la situación del estado en materia de seguridad que ha tenido un incremento alarmante en los últimos meses y que en lugar de disminuir esta violencia que se desató sobre la tierra de mi general Emiliano Zapata Salar, amenaza con ir aumentando de una manera desproporcionada y alarmante. Urge construir entre todos, fortaleciendo la inclusión y dejando de lado las cuestiones político partidistas, un gran acuerdo donde con la participación de todos se pueda construir y se avance a favor de la paz y la tranquilidad que tanto anhela la sociedad morelense tan fuertemente castigada por los delincuentes que se han multiplicado ante la opacidad y falta de capacidad de las corporaciones policíacas y su Mando Único Coordinado.
Empero, no solo se debe de tratar lo referente a la inseguridad que es el coco de todos los gobiernos desde el federal, estatal y municipal, en razón de que se tiene que analizar también lo correspondiente en cuestiones políticas, electoral y de igual manera que puedan analizar lo referente a los actos de corrupción que se cometieron a diestra y siniestra en el gobierno pasado para que se puedan destrabar desde la Fiscalía Anticorrupción las denuncias presentadas y que hoy en día, “duermen el sueño de los justos” ante la complicidad y opacidad que ha demostrado Juan Salazar Núñez quien sigue quedando mucho a deber en una dependencia en donde se cobra bien económicamente pero los resultados no son nada satisfactorios para la sociedad en general que exige justicia y castigo para quienes lucraron con el dolor de la sociedad en cosas como la remodelación de las viviendas afectadas por el sismo del 19 de setiembre del año 2017; las construcciones que se realizaron con sobreprecios que ofenden a los empresarios más abusivos; el saqueo financiero que se registró en el Congreso del Estado; el endeudamiento económico por varias décadas que hizo el mandatario estatal perredista; los negocios de los artistas que fueron contratados a precios de oro; las jubilaciones y pensiones “doradas”, entre muchos otros temas que también se deben analizar y resolver.
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