Observador político - Van tras ¨El Lobo¨

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Van tras ¨El Lobo¨

Sin temor a equivocarme lo que ocurrió en los últimos tres años en Cuernavaca durante la administración de Antonio Villalobos Adán difícilmente volverá a repetirse. Y es que todo estuvo mal. Fue un gobierno de ocurrencias. Un verdadero accidente. Desde que fue ungido no como candidato sino como alcalde, porque recordarán que el abanderado que apareció en las boletas por Morena fue José Luis Gómez Borbolla, “El Choche” y quien ganó la elección, pero lo quitaron. Y desde ahí, todo fue irregular hasta el final.

UNA ADMINISTRACIÖN ACCIDENTADA. - Fue grosero, ofensivo y hasta chusco que Antonio Villalobos Adán haya tomado protesta en la calle, en plena avenida Morelos el uno de enero del 2019, con fuertes rumores de que sería desaparecido, de no permitirle tomar posesión del cargo y más, cuando durante meses atrás de asumir el poder económico, sobre todo, así como el político y administrativo del Ayuntamiento se andaba cuidando. Temeroso de que algo malo le fuera a pasar por su confrontación con el Ejecutivo estatal y otros personales a los que afectó cuando rechazó dejar el cargo que le cayó tras la caída del Choche a quien se le fueron con todo para impedir que él fuera el presidente municipal de Cuernavaca y al final lo lograron.

Lo malo, es que fueron ellos los responsables de que una persona sin preparación, sin el menor talento, un verdadero accidente político se haya convertido en el jefe del ejecutivo municipal de la capital de Morelos. Ese fue el preámbulo de la pesadilla que vivieron los cuernavaquenses en los últimos tres años por los excesos y abusos cometidos contra diversos sectores y la apatía y falta de capacidad para atender la problemática diversa que se vivía en varias colonias como fue la carencia del servicio del agua potable, luego de que se permitió que los malosos se apoderaran del sistema operador con la impunidad que tuvieron ante la cerrazón y ceguera política de la pasada administración.

Lo cierto es que el sello distintivo del Lobito fue la corrupción. Quizá su escasa estatura intelectual le impidió rodearse de un buen equipo, un gabinete que supliera las abismales carencias que tenía el alcalde pero que se sumergió en el mismo abismo de incapacidades, desinterés, falta de compromiso y tal parece que todos metieron en el mismo saco sus propósitos en la administración y que al final los salpicó la ambición del dinero fácil y en grandes cantidades por lo que la corrupción fue su sello distintivo.

A Villalobos Adán tal parece todos le fallaron. El confía en algunos y en automático lo traicionaban y por ello, hizo cambios a diestra y siniestra de funcionarios y como ejemplo, está el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca que cada seis meses estrenaba director y si había algunos avances éstos se frenaban con los nuevos directores que llegaban a aprender porque la mayoría incumplía con el perfil para el puesto.

Lo realizado en Cuernavaca fue una vil grosería, por ello, el desinterés, la apatía, la opacidad, el desvió de alrededor de 100 millones de pesos tras negarse a pagar la deuda con la empresa recolectora de la basura, el salario y aguinaldo a los miles de trabajadores del Ayuntamiento quienes en los últimos días fueron groseramente engañados por el alcalde Antonio Villalobos con la promesa de que les liquidaría, y por ello lo perseguían como delincuente a donde quiera que parara.

Esas cosas no se olvidan. El daño provocado a la población, a miles y miles de ciudadanos que hicieron suyas las calles para exigir a través de la movilización, la presión y la protesta, un servicio vital como el agua que se pagaba, pero se carecía en plena pandemia del covid-19 y que era fundamental para el aseo personal son muy complicadas de no recordar y de exigir castigo para los autores materiales e intelectuales del daño que padecieron en los tres años.

El sucesor del Lobito, José Luis Urióstegui Salgado fue claro y contundente en su toma de posesión: “Ni perdón ni olvido” por el gravísimo daño causado a la población. Por eso, fue noticia de primera en los diferentes medios impresos, radiofónicos y televisivos el anunció del abogado de que ya habían presentado demandas ante la Contraloría y las que se están preparando por la vía penal para presentarla ante el titular de la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, Juan Salazar. Sin descartar el juicio político ante el Congreso contra Villalobos, que sobra decirlo, ya no sirve de nada porque su carrera política está acabada. Sin embargo, quizá para evitar otro accidente político se le pudiera con un proceso de esa naturaleza, suspender por varios años cualquier posible incorporación a la administración federal, estatal y municipal.

LAURA MENDIZAVAL. - En el gobierno de Cuernavaca 2019-2021 el presidente de facto era Antonio Villalobos Adán, pero quien en verdad tomaba las decisiones más importantes, como por ejemplo correr gente, destinar convenios a medios, desviar recursos de un área a otra, manejar los viáticos, impulsar los programas, decidir quién debía estar con el edil y quien no, fue Laura Mendizábal. Esta mujer fue una de las que más daño le causó a la ciudadanía por sus decisiones burdas y actos muchas veces al margen de la Ley pero con el poder político y económico del Ayuntamiento para manejar el munícipe a su antojo. Por ello, en estos tiempos que estará de moda investigar y denunciar por la vía civil, administrativa y penal a los ex secretarios y directores que hicieron de las suyas, tendrá forzosamente que aparecer el nombre y apellido de Laura Mendizabal. Es más, ella tendría que encabezar la lista de los presuntos funcionarios corruptos de la pasada administración de Antonio Villalobos Adán.

Basta recordar que en el Ayuntamiento de Cuernavaca, no se movía nada sin que Laura Mendizábal lo autorizara. Sobrepasó y por mucho sus facultades, pero poco le importaba. Insisto, las investigaciones y denuncias en caso de encontrar anomalías de diversos tipos tendrán a su persona como uno de los destinos finales porque su desempeño fue ofensivo al quitar y poner a funcionarios a capricho, lo que a la postre se convirtieron en demandas laborales y laudos en detrimento de las finanzas del Ayuntamiento porque los despidos jamás los hicieron conforme a las normas jurídicas.

Se habló incluso en su momento, que la exjefa de la Oficina de la Presidencia del Ayuntamiento, Laura Mendizábal intentó adquirir una propiedad que superaba los cinco millones de pesos. Recursos que en tres años le era imposible adquirir con el sueldo que percibía pese a que superaba los 50 mil pesos mensuales.

En síntesis, inconsistencias, irregularidades y diversos actos de corrupción fue el sello de la pasada administración que presidieron Antonio Villalobos Adán y Laura Mundial y que ahora, junto con otros estarán en el banquillo de los acusados por José Luis Urióstegui Salgado quien mantiene firme su compromiso de que en su gobierno, ni perdón ni olvido.

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