Observador político - El reacomodo de Morena en Morelos
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
Durante la elección interna del pasado domingo, ninguno de los grupos que participó y contendió por los 50 espacios en el Consejo que serán los responsables en elegir al próximo presidente de este instituto político puede llamarse sorprendidos. Nadie puede decirlo porque todos sin excepción, en mayor o menor cantidad incurrieron en esas viejas prácticas ilegales del acarreo y compra del voto. Ingenios son quienes hoy perdieron y gritan tan sólo porque fueron superados en sus mismas acciones tan solo por tener más efectivo y poder de movilización en rutas para llevar –tristemente- a la gente más pobre y necesitada a sufragar.
EL FIN DE UNA HEGEMONÍA EN MORENA.- Les guste o no al grupo de Rabindranath Salazar que era el más fuerte pero pese a ello, durante años se echaron a la hamaca, estuvieron en su zona de confort y además realizaron un pésimo trabajo en los últimos años en Morelos. Esto en realidad fue parte de los resultados que se alcanzaron este fin de semana. Su confianza se transformó en miedo. La pregunta es ¿qué hicieron en los últimos tres años desde la pandemia en el Comité Ejecutivo Estatal que encabezó el secretario general en funciones de presidente, Gerardo Albarrán Cruz? La respuesta es clara y contundente: Nada. Las oficinas siempre estuvieron cerradas y no desarrollaron programas sociales por lo que el trabajo fue nulo. Esto ocasionó que se hayan confiado y apostado todo a la imagen de su líder moral, Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es que todo hace indicar que el grupo morenista que desde hace ocho años ha estado administrando este instituto político será desplazado por los hombres y mujeres del gobierno, en lo que será la nueva composición del partido de Andrés Manuel López Obrador en Morelos, y evidentemente influirá en las candidaturas sino en la de la gubernatura que se “cocinará” en México, a través de los amañados procesos de encuestas, sí serán factor de decisión en las demás posiciones locales como en las diputaciones locales, alcaldías, sindicaturas y regidurías que son todo un botín político y económico.
Sin embargo, todo hace indicar que el resultado que se obtuvo el domingo pasado en Morelos y que fue histórico por la participación asistida, no cambiará en nada los números y se respetará a quienes ganaron al igual que aquellos que se quedaron fuera empezando por diputados federales y locales, alcaldes, síndicos y regidores, muchos aspiraban ser consejeros como Macrina Vallejo Bello, pero no alcanzaron los votos suficientes con los del ex Partido Encuentro Social que al final, decidieron apostarle todo su capital económico y político a Morena.
Prácticamente ayer el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado ya convalidó todo el proceso del fin de semana, incluyendo Morelos a pesar de las impugnaciones que hay, por lo que será jurídicamente difícil el que se les pueda comprobar con elementos reales y efectivos la corrupción de la que hablan. Más, cuando desde México ya indicaron que fueron más de tres millones de personas las que participaron en la elección.
Mario Delgado habla en todo momento de “una participación libre y democrática”, y que “Morena es un pueblo organizado”, “es sorprendente cómo la gente siempre sale a responder, a respaldar a Morena”; “estamos avanzando en la organización de nuestro partido, en fortalecer su institucionalización y prepararnos para el 20244” y “mi compromiso es tener un partido organizado para enfrentar la batalla histórica que decidirá la continuidad de la Cuarta Transformación”.
VALIDA MARIO DELGADO PROCESO.- No se cansa de decir hasta el cansancio de los tres millones de participantes a lo largo y ancho del país en los 300 distritos federales, y asegura que: “en su mayoría fue una jornada que transcurrió en paz y en tranquilidad”. Es tan burdo que incluso señala que fue “un ejercicio cívico y ejemplar”.
Y, cuando habla de actos ilegales durante la elección los minimiza. Afirma Mario Delgado que tiene el registro de 19 incidentes en diferentes centros de votación pero que éstos fueron provocados por “personajes ajenos al movimiento” y que solo “llegaron con la intención de dañar la imagen de Morena, para mostrarlo como un partido desordenado y violento”. Por lo tanto, con estas declaraciones está validando el proceso y echando abajo cualquier impugnación que se presenté como lo ocurrido en Morelos, los cuales fueron de acuerdo al dirigente del partido guinda, “hechos aislados”.
Cuando habla del acarreo y compra del voto, anunció que recopilarán y analizarán la documentación para determinar si hubo estas prácticas indebidas en las Asambleas Distritales intentando evitar “que lleguen consejeros a la mala”.
El punto será ahora vincular las evidencias que tengan los morenistas de Morelos de estas malas prácticas en las que incurrieron todos los grupos morenistas unos más que otros pero sin excepción, y obvio, quienes perdieron acusan al gobierno de haber metido las manos. Y sí, seguramente si tuvo injerencia pero eso es algo que ellos ya sabían y son del mismo partido por lo tanto tendrán que aceptar les guste o no el resultado.
Es de risa cuando Mario Delgado dice: “vamos a anular la votación, todo debe ser transparente” y obvio, van a fortalecer los valores de “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, cuando es claro que todos los grupos actuaron como marranos unos más que otros pero sin excepción incurrieron en esas viejas prácticas priistas.
Ulises Bravo fue quien al final de cuentas les dio la vuelta y les ganó de manera contundente, con seis –y las que se acumulen- impugnaciones pero al final, haya sido como haya sido, fue quien más gente logró movilizar y eso en una elección es lo que cuenta, mientras no existan los elementos suficientes que puedan decir lo contrario en un proceso jurídico en las instancias que consideren presentar. Él asegura que no será el Rodrigo Galloso, quien intentó continuar la dinastía de Graco Ramírez en la gubernatura. Su aspiración es la dirigencia de Morena sin buscar ser el sucesor de su hermano. ¿Será?
Por lo pronto, sería interesante que desde el Congreso se le hiciera una auditoría al Instituto de Crédito donde su titular, Fabiola del Sol Urióstegui fue de las que más rutas movilizó al igual que gente y obvio, dicen que eso se traduce en varios millones de pesos de pesos y requieren saber si no salieron de la dependencia de gobierno como las demás grupos. Lo anterior, tras las denuncias ciudadanas y que a través de redes sociales. Por lo pronto, que puede ser ella una de las 50 consejeras que se integrará al proyecto de Morena y en automático sería una de las aspirantes a suceder a Juanita Ocampo en la presidencia municipal de Temixco, donde su esposo Andrés Duque Tinoco, es el síndico municipal. Váyanse preparando temixquenses de la inminente llegada de Fabiola.
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