Lucha libre patrimonio cultural de Morelos
En opinión de Mirna Zavala
Esta semana, el 21 del mes, conmemoramos el día de la lucha libre. Me interesa destacar el tema porque el gremio de luchadores me ha distinguido con su amistad y confianza para promover que, tan popular deporte, fuera considerado patrimonio cultural intangible de Morelos, afortunadamente así ha sido declarado, luego de haber presentado iniciativa el 15 de julio del 2022, misma que fue aprobada el pasado 14 de julio.
Como señalaba en la iniciativa la lucha libre es un deporte popular por excelencia y tiene orígenes milenarios, ha sido escaparate para generaciones que gracias a ella se han forjado cuerpos y ha sido un dispersor de violencia en la gente que lo practica. Los luchadores han sido ejemplo para los niños e inspiración para las juventudes que desean superarse en ese ámbito deportivo, también da como resultado el desarrollo cultural.
Hace apenas un año, en nuestra alma mater, fue presentado el libro “Cuentos de Arena” de la autora Hélène Monique Blocquaux, en el que nos muestra la cultura de la lucha libre en el país como uno de los deportes más destacados por lo que desde la academia se han realizado diversos trabajos de investigación.
Señala la autora que “la lucha libre nunca muere sino todo lo contrario: al verse moribunda es cuando renace de la bravura de los gladiadores de los barrios con la misma fuerza de su nacer. Con la valentía intacta dejarse desmoronar por ningún obstáculo por más grande que sea.”
Hablar de lucha libre en Morelos es evocar de inmediato a la Arena Isabel, de la que Leonardo Compañ Jasso, decía que era un Recinto sagrado en la que cada jueves y domingo- y ocasionalmente martes y sábado- se convertía en un espacio de catarsis, de alivio del alma, que servían para sobrellevar una semana. Días que daban ímpetu y significado a cada uno de los asistentes conformando una familia de espectadores y luchadores. Igualmente, la lente de Alejandro Amaro Díaz captaba todo ese espectro de emociones suscitadas por el comportamiento histriónico de los técnicos y los rudos.
Mucho se ha escrito sobre el deporte. Y está muy modesta columna quiere ser un cumplido homenaje a tantos luchadores que han hecho la delicia de chicos y grandes.
Mi sincero reconocimiento y compromiso de seguir apoyando a mis amig@s luchadores morelenses.