La publicidad no sustituye a la política
En opinión de Juan Salgado Brito
La temporada electoral, ha impuesto a la ciudadanía una saturación de anuncios de aspirantes y partidos políticos en todos los medios de comunicación, redes sociales y propaganda visual en espectaculares, transporte público y todo tipo de promoción para posicionarse entre la población y así darse a conocer y figurar o ganar en encuestas que supuestamente definirán las candidaturas. No son pocos los casos donde se hace gala de un gran dispendio, derroche de dinero por algunos aspirantes que por falta de arraigo, identificación o conocimiento de la sociedad parecen desesperados por decirle a la gente aquí estoy, véanme y apóyenme.
Ejemplos abundan de que la publicidad y la propaganda para promoverse política y electoralmente no son garantía de éxito o triunfo para logran candidaturas ni el cargo al que aspiran; es más, a veces es tal el exceso publicitario de la persona, que causa enojo o rechazo entre el electorado por el evidente despilfarro económico digno de mejor causa que hacen los o las aspirantes a cargos de elección popular. El contacto personal, la química o la vibra como se dice en las relaciones humanas, el verse frente a frente y a los ojos, puede más para darse a conocer que cualquier destello de luces propagandisticas que a veces sólo reflejan la arrogancia de quien quiere conquistar la simpatía y el voto de los electores.
La política es mucho más que propaganda y publicidad; es capacidad para conciliar y armonizar intereses con dialogo y acuerdos. Si bien se dice que la política es la ciencia de la paciencia, de la constancia y de la circunstancia, también es oportunidad para demostrar actitud y aptitud para servir con honestidad y eficiencia. Ojalá y ganen las y los mejores, aunque suele ocurrir que a veces algunos dicen que perdieron sin que se dieran cuenta que ni siquiera compitieron.