La Lengüita

El uso impropio de ¨CIUDADANOS¨

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Hace unas horas, cuando rindió protesta al cargo que asumirá este 27 de julio, como nueva consejera del INE, Norma Irene de la Cruz Magaña, una de las cuatro personas electas, aseguró que está decidida a desempeñarse de la mejor manera en favor de los CIUDADANOS. El suyo fue uno de los pocos usos correctos de tal sustantivo.

Éste suele utilizarse cada vez con más frecuencia (como su derivado, CIUDADANÍA) erróneamente.

Especialmente entre nuestra poco educada clase política y gubernamental, se habla de CIUDADANOS cuando quiere referirse a POBLACIÓN HABITANTES o, incluso, simplemente, GENTE.

Según la Academia, el CIUDADANO es la persona considerada miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes. En México, los son las personas mayores a 18 años, y a quienes no le hayan sido retirados jurídicamente tales derechos, como aquél a votar y ser votado; jurídicamente, los menores no son CIUDADANOS.

También, los especialistas de la lengua aceptan que con tal sustantivo puede uno referirse al natural o vecino de una CIUDAD. Es decir, en esa acepción, no está incluido quien no habite en algún conjunto poblacional que no sea considerado así (pueblos, aldeas, etc.).

Por tanto, es erróneo referirse a CIUDADANOS cuando se pretende incluir a todos los HABITANTES de alguna comunidad.

La nueva consejera Norma Irene tendrá como objetivo primordial en su función trabajar en materia electoral en favor de los CIUDADANOS (los electores sí lo son). Ojalá que cumpla.