Justifica diseñador del museo Juan Soriano validez de obra
- No han faltado las críticas al recinto por la directora
El pasado 12 de octubre, El Regional informó que el Museo Morelense de Arte Contemporáneo (MMAC) Juan Soriano se había hecho acreedor el máximo galardón que entrega la Bienal de Arquitectura de la Ciudad de México, en la que intervino la decisión del Colegio de Arquitectos de dicha urbe y la Sociedad de Arquitectos Mexicanos.
Se decía entonces que el premio era un reconocimiento a los arquitectos Javier Sánchez y Aisha Ballesteros, quienes tuvieron a su cargo el diseño de dicho recinto. No se olvida que éste fue objeto de una pugna entre quienes defendían a la anterior directora, Andrea Torreblanca (designada por la administración de Graco Ramírez), y buscaban su permanencia, además de rechazar la designación, por parte del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, de Carolina Ann Dubernard, de quien se señaló la falta de trayectoria para encabezar un sitio cultural como el referido; la última se mantiene, pese a todo, en el cargo.
Sobre el museo, y tras el otorgamiento del premio, Javier Sánchez, de despacho JSa, habló sobre lo relevante de dicho espacio. A su decir, el diseño arquitectónico del MMAC buscó crear, además de un recinto cultural, "un espacio público que la población de Cuernavaca pudiera incorporar a su vida cotidiana".
“Recibir el premio es un orgullo para el taller porque valida la propuesta arquitectónica, pero también lo es para el museo, y por supuesto para la ciudad”, dijo Sánchez, corresponsable del diseño arquitectónico, junto con la arquitecta Aisha Ballesteros, y en entrevista para la revista especializada Obras.
De entre las distintas ventajas e innovaciones que su obra representa, Sánchez destacó que el MMAC la situación de la sustentabilidad: "en los diferentes espacios, se privilegió la iluminación y ventilación naturales. Sin embargo, también quedan satisfechos los estrictos requerimientos para la exhibición de obras de arte. Así, un mismo espacio puede funcionar con iluminación natural o convertirse en una caja negra, según se necesite", subrayó.
El arquitecto no se refirió a los asuntos polémicos del recinto, como la cuestión de la dirección, ni las críticas surgidas en 2018, luego que se supo que el gobierno estatal no contaría con los 21 millones de pesos anuales que requiere el recinto para funcionar.
Cabe recordar que en el premio de la Bienal de Arquitectura de la Ciudad de México, los ganadores fueron seleccionados en un concurso en el que participaron siete firmas, El proyecto nació en 2014 a iniciativa de la Fundación Juan Soriano y Marek Kelle, en colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la administración estatal.